– ?Por que no me contesta? -lloro ella, las lagrimas comenzando a caer por sus mejillas-. ?Por que no esta aqui?

– ?Mama? -El trato de cogerla entre sus brazos, pero ella se resistio-. Mama, no pasa nada.

– ?Quiero a mi marido!

– Se que lo quieres. Lo se. -La apreto contra el. Ella encorvo los hombros y el no supo que hacer para ayudarla. Habia pensado que el dolor que ella habia experimentado por la muerte de su padre habria disminuido durante esos anos, pero su pena parecia tan profunda como el dia de su entierro.

Gracie abrio la puerta en respuesta al golpeteo, pero su sonrisa se desvanecio al ver a Suzy.

– ?Que sucede? ?Que ha ocurrido?

– Voy a llevarla a casa -dijo el.

– ?No! -Suzy se alejo y se restrego las lagrimas con el dorso de la mano-. Lo siento. Yo… os pido perdon a ambos. No se que me paso, me siento muy avergonzada.

– No hay ninguna necesidad de que te sientas avergonzada. Soy tu hijo.

Gracie salio un momento al porche.

– Venir aqui tiene que remover todo tipo de emociones dolorosas para ti. No serias humana si no reaccionases.

– Bueno, eso no es excusa. -Les dirigio a los dos una sonrisa debil y poco convincente-. Ahora estoy bien -de verdad- pero creo que no voy a entrar. -Senalo la caja-. ?Puedes poner esos trofeos en el dormitorio de Bobby Tom por mi? Bobby Tom te puede mostrar donde van.

– Por supuesto -contesto Gracie.

El tomo el brazo de su madre.

– Voy a acompanarte a casa.

– ?No! -Ella se aparto bruscamente, y para su asombro, comenzo a llorar otra vez-. ?No, no lo haras! Quiero estar sola. ?Solo quiero que todo el mundo me deje en paz! -Cubriendose la boca con la mano, huyo hacia su coche.

Los ojos de Bobby Tom encontraron los de Gracie y el la miro con impotencia.

– Tengo que asegurarme que llega bien. Ahora vuelvo.

Gracie asintio con la cabeza.

Siguio a su madre a casa, sintiendose sacudido hasta la medula por lo que habia ocurrido. Se percato que estaba acostumbrado a pensar en Suzy como su madre, no como en un ser humano con una vida propia y se sentia avergonzado. ?Por que no habia escuchado a Gracie? Al dia siguiente tendria con su madre la conversacion que deberia haber tenido tres semanas antes.

Observo desde el coche como su madre entraba a salvo, luego regreso a la pequena casa blanca de una planta donde habia crecido. Gracie habia dejado la puerta abierta y la encontro en su dormitorio de infancia. Estaba sentada en el borde de la cama mirando fijamente la caja con sus viejos trofeos, a sus pies. Ver a Gracie en esa habitacion rodeada de tantas cosas de su ninez envio una sensacion extrana por su columna.

El escritorio del rincon no era como el lo recordaba, pero el flexo verde todavia tenia las pegatinas de los Titans que el habia pegado en el pie hacia mucho tiempo. Un perchero exhibia su coleccion de gorras de beisbol y su viejo poster de Evel Knievel estaba colgado en la pared. ?Por que su madre habia hecho eso? La estanteria de al lado de la ventana, la habia hecho su padre para poner sus trofeos. La silla del escritorio era un duplicado de la original, pero la colcha dorada no se parecia nada a la de cuadros con la que habia crecido.

Gracie levanto la cabeza.

– ?Llego bien a casa?

El asintio con la cabeza.

– ?Que sucedio?

El se acerco a la ventana, aparto la cortina, y miro el patio.

– No puedo creer lo altos que estan los arboles. Todo lo demas, en cambio, esta mas pequeno de lo que recordaba.

Gracie no sabia por que deberia sentirse desalentada ante su renuencia a hablar con ella; Deberia tenerlo asumido a esas alturas. Pero sabia que esa escena con su madre lo habia afligido y le hubiera gustado poder comentarla con el. Se levanto de la cama y se arrodillo sobre el suelo para empezar a sacar los viejos trofeos enrollados en papel de periodico.

Sus botas aparecieron en su campo de vision cuando el se acerco donde estaba ella, luego se sento en la cama en el lugar que ella acababa de dejar libre.

– No se que sucedio. Un momento estabamos hablando y al minuto siguiente estaba golpeando la puerta porque mi padre no estaba alli para contestarle.

Gracie se sento sobre los talones y lo miro.

– Lo siento mucho por ella.

– ?Que pudo pasar?

Como ella no contesto, el la miro acusadoramente.

– Tu piensas que esto tiene algo que ver con Sawyer y lo que sucedio en el restaurante, ?no? Y me echas la culpa a mi.

– Yo no he dicho nada.

– No tienes que hacerlo. Puedo leer tu mente.

– Quieres mucho a tu madre. Se que jamas le harias dano deliberadamente.

– Esto no tiene nada que ver con Sawyer; Estoy seguro. Y ella me ha dicho que no lo vera mas.

Gracie inclino la cabeza, pero no comento nada. Con todo lo que los queria a los dos, sabia que tendrian que resolver eso ellos solos.

Ella observo como el miraba su antiguo dormitorio y no se sorprendio cuando dejo de hablar de Way Sawyer y su madre.

– Todo este rollo de lo de “La casa de Bobby Tom” me pone la piel de gallina. No se por que la gente del pueblo piensa que alguien va a perder el tiempo visitando este lugar para ver mis viejos trofeos de futbol. Supongo que ya sabes que no estoy nada contento con tu participacion en todo esto.

– Alguien tenia que velar por tus intereses. Deberias ver los llaveros que llegaron hoy. Llevas el uniforme de los Cowboys.

– No me he puesto el uniforme de los Cowboys en mi vida.

– La magia de la fotografia digital. Lo unico que pude hacer fue situarlos en una esquina, pero tuve mas suerte con una idea que se me ocurrio hace algunas semanas.

– ?Cual?

– En el pueblo se necesita un centro civico para personas de la tercera edad y esta tarde hable con Terry Jo y Toolee sobre usar la casa para eso. Ya se lo habia comentado a Suzy y estuvo de acuerdo en que seria el sitio ideal.

– ?Un centro social para las personas de la tercera edad? -considero la idea-. Me gusta.

– ?Lo suficiente como para donar dinero para poner una rampa para sillas de ruedas y adaptar los banos?

– Claro.

Ninguno de los dos comento nada de que Gracie parecia sentirse plenamente libre de pedirle dinero para otros, pero que insistia silenciosamente en darle parte de su sueldo, si bien el dinero permanecia sin tocar en el cajon de su escritorio. Ella se enorgullecia de que, restringiendo sus gastos personales, habria pagado el vestido negro a tiempo para ponerselo para la fiesta de inauguracion que habria en el club de campo antes del torneo de golf.

El se puso de pie al lado de la cama y comenzo a dar vueltas por la habitacion.

– Mira, Gracie, se que me pase un poco la noche que discutimos, pero debes comprender que Way Sawyer es un tema muy delicado para mi.

Ella se sorprendio de que el reabriera el tema.

– Lo entiendo.

– Bueno, supongo que no deberia haber volcado en ti mi mal humor. Tenias razon, deberia haber hablado con mi madre; me doy cuenta ahora. Lo hare manana en cuanto acabe el rodaje.

– Vale. -Ella se sintio agradecida de que el alejamiento entre ellos finalmente hubiera terminado.

– Supongo que tenias razon en un monton de cosas. -Otra vez se dirigio a la ventana y miro el patio trasero. Bajo los hombros ligeramente-. Cada vez echo mas de menos el futbol, Gracie.

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