La gratitud y el amor que se reflejaban en los ojos de ella casi lo hacen caer de rodillas a sus pies.
– No puedo esperar a contarles nuestra noticia a Hope y a Meredith -dijo el-. ?Te imaginas lo que se sorprendera cuando sepa que mientras ella estaba en una cena festiva, intentando encontrar la pareja perfecta para lord Greybourne, aqui hemos encontrado una pareja perfecta por nosotros mismos?
– Una noche de gran exito, al menos en lo que a mi concierne -contesto ella sonriendole-. Y solo espero que miss Merrie haya tenido el mismo exito que nosotros.
15
A la manana siguiente, Philip salio de su dormitorio y se dirigio al comedor con la intencion de desayunar rapidamente y salir hacia el almacen. Esperaba encontrar a Andrew alli, para que le pusiera al corriente de los avances de la investigacion. Bakari estaba de pie en el vestibulo, y Philip noto que en su cara se traslucian signos de una noche sin haber dormido.
– ?Una mala noche? -pregunto estudiando el rostro de Bakari.
Algo centelleo en los ojos de obsidiana de Bakari, pero se desvanecio tan rapidamente que Philip no tuvo tiempo de darse cuenta.
– Me costo dormir -contesto Bakari.
– Si, se exactamente como te sientes -murmuro Philip. En realidad, para el habia sido completamente imposible dormir-. Queria agradecerte de nuevo todas las molestias que te tomaste preparando y llevando a cabo la cena de anoche. -Coloco una mano en el hombro de Bakari, con un gesto de amistoso agradecimiento, pero el hombrecillo hizo una mueca de dolor.
– Perdona, no queria hacerte dano -dijo Philip retirando inmediatamente su mano.
– Dolorido de llevar material al estudio.
– Oh, si, claro. Imagine que estarias cansado, aunque te queria dar las gracias. Me refiero a anoche, cuando regrese de acompanar a miss Chilton-Grizedale, pero no te encontre. -Philip sonrio a Bakari-. Me parecio raro no verte aqui esperandome, pero con todo el trabajo extra que hiciste, supuse que te habrias ido ya a descansar.
Algo centelleo de nuevo en los ojos de Bakari.
– Como usted dice, un trabajo extra agotador. ?Le gusto a ella? -dijo Bakari inclinando la cabeza.
– Si. Fue una noche maravillosa. -Hasta que dejo que sus pasiones le dominaran y la asusto como si fuera un raton perseguido por una cobra. Para acabar compartiendo un incomodo y silencioso viaje de regreso a su casa.
– ?Se va a casar con ella? -dijo Bakari estudiando su reaccion.
– Eso espero.
– ?Que dijo ella cuando le pregunto?
– No se lo pregunte. Pero pienso hacerlo. La proxima vez que la vea.
– La proxima vez podria ser demasiado tarde.
Philip penso en decirle que explicara ese comentario criptico, pero sabia que el testarudo caracter de Bakari no le permitia decir ni una palabra mas. Ademas, Bakari -a su reticente manera- le habia dado a entender su preocupacion por algo que Philip no habia logrado sacarse de la cabeza. Habia invitado a Meredith para pedirle que se casara con el, pero desde el primer momento habia temido que ella le contestaria hablando no sobre las razones por las que hacian una buena pareja, sino sobre las excusas por las que no podia casarse con el.
Sospechaba que el sabia por que no se habia atrevido a preguntarselo. La informacion que habia descubierto acerca de ella, de manera fortuita mientras preguntaba por Taggert en las tabernas, era seguramente lo que le habia hecho detenerse. Quiza tendria que haberle dicho a ella lo que sabia. Pero queria darle la oportunidad de que fuera ella la que se lo contara. De que ella le dijera la verdad. Habia intentado conversar sobre el pasado la noche anterior, pero ella habia hecho todo lo posible por cambiar de tema. Puede que ahora que el le habia hablado de su doloroso pasado, ella tuviera mas animos para confiar en el.
– Acaba de llegar esto -dijo Bakari alzando una mano.
Philip tomo el sobre de vitela, rompio el sello de lacre y echo un vistazo a la misiva.
– El
– En el comedor.
Dandole las gracias con una ligera inclinacion de cabeza, Philip se dirigio al pasillo. Entro en el comedor y se sorprendio por el aspecto de Andrew, cuyo rostro normalmente alegre mostraba una mandibula aranada y un labio hinchado.
– ?Duele tanto como parece? -le pregunto.
– Hace que comer sea algo menos placentero -dijo Andrew con una mueca de dolor-. Pero me duelen tanto las costillas que esto casi no lo siento.
– ?Es ese el resultado de tus investigaciones?
– No estoy seguro. Te lo contare en cuanto te sientes delante de mi. Hablar de un lado al otro de la habitacion requiere mucho mas esfuerzo.
Frunciendo las cejas, Philip se acerco al mostrador y se sirvio un huevo y unas lonchas de jamon, y a continuacion se sento en la mesa delante de su amigo.
– Te escucho.
– Primero cuentame como te fue anoche con miss Chilton-Grizedale -dijo Andrew haciendo aspavientos mientras examinaba el rostro de Philip-. No parece que te haya dejado heridas.
– Bueno, no llego a golpearme.
– Al menos no fisicamente.
– Supongo que eso es una buena senal. ?Es tan buena como las noticias que le siguen?
– Me temo que no. Despues de un comienzo un poco agitado, las cosas iban bastante bien hasta que se dio cuenta de lo que pretendia proponerle. Entonces se sintio atemorizada. Y me pidio que no hablara de eso, que le diera tiempo para pensarselo.
– Una reaccion curiosa, ?no crees? -dijo Andrew arqueando las cejas.
Sin demasiadas ganas de seguir con esa conversacion, Philip le contesto encogiendose evasivamente de hombros:
– Es muy cauta. Y con ese maldito maleficio pendiendo sobre mi cabeza, sin mencionar lo que se rumorea sobre mi incapacidad para… cumplir (a la que no se deja de aludir cada dia en el
Una inexorable expresion de tristeza nublo el semblante de Andrew, y Philip se sintio culpable por haber herido los sentimientos de su amigo con sus frivolas palabras.
– Pero yo abandonaria con gusto mi estado de solteria si pudiera conseguir a la mujer que amo -dijo Andrew en voz baja.
Amor. Ese era un tema al que, junto con otros muchos, habia estado dando vueltas Philip en su larga noche de insomnio. Y Andrew era precisamente el hombre que podia ayudarle.
– Me aseguras que amas a esa mujer -dijo el-. ?Como lo sabes?
Andrew estudio sus ojos con seriedad.
– Lo sabes porque el corazon se te sale del pecho cuando la ves, cuando oyes su voz. Tus pensamientos se confunden cuando ella esta a tu lado. Hagas lo que hagas, estes donde estes, ella esta siempre en tu cabeza. Tanto si estais juntos como si estais separados, siempre la tienes en tu pensamiento. Lo sabes porque harias cualquier cosa para conseguirla. Cualquier cosa por estar con ella. Y cuando piensas en tu vida sin ella, los anos por venir te parecen como un negro tunel vacio.
Philip se echo hacia atras en su silla, absorbiendo las palabras de Andrew con una sorpresa cada vez mas creciente. Por Dios, todas esas cosas eran las que el sentia por Meredith, y muchas mas. Aquello no entraba solamente en la categoria de «se siente atraido por ella» o «hacen buena pareja» o «esta bien en su compania».