gesto interrogativo.
– Perfecto. Intercambiaremos impresiones. Estoy buscando un lugar aislado, personal y… -Darley sonrio- con buenas vistas.
– Ya veremos que queda despues del sitio.
– O que se ha construido. Investiga por la Bahia de los catalanes. Alli estaremos bastante alejados del pueblo.
– Hare algunas preguntas sobre el terreno. ?Cuanto tiempo tiene pensado quedarse?
– Es decision de la senora. No tengo planes.
Esa sorprendente declaracion de un hombre famoso por la brevedad de sus aventuras amorosas basto para dejar desconcertado al secretario de Darley. Recupero rapidamente la voz y dijo, con el tono de voz mas normal del que fue capaz.
– Entonces, estamos buscando una propiedad para alquiler durante un tiempo indefinido -confirmo el secretario por si habia entendido mal los requerimientos de Darley.
– Si. El clima es encantador. Es el lugar idoneo para que se recupere el hermano de Elspeth. Parece que ya lo esta haciendo, ?no te parece?
La respuesta a su pregunta fue un «si» claro y rotundo.
– El hermano de su senoria ha experimentado una mejoria notable, considerando las pocas horas que han transcurrido desde que lo encontramos -respondio Malcolm, de nuevo mas comodo ahora que comprendia la situacion.
– Will es joven. A los veinte anos uno es casi indestructible.
Darley le sacaba diez anos a Will Wolsey, una decada de mala vida que a mas de un hombre le hubiera llevado a la tumba.
– Su salud no tiene nada que envidiar, mi senor -observo Malcolm-. Le veo igual de indestructible.
– Lo admito, Malcolm, me siento renovado. El aburrimiento y el tedio me han abandonado -sonrio Darley-. Debe de ser el aire del mar.
– Sin duda, senor -contesto con discrecion Malcolm. No pretendia hacerle ver que en los viajes por mar anteriores, Darley nunca habia sufrido una transformacion tan espectacular o entusiasta-. Entonces, hasta dentro de una hora -le dijo, amable. Al fin llegaron a las puertas de la guarnicion militar-. Le deseo buena suerte con el general Eliot.
– Es amigo de mi padre, un tipo afable -contesto Darley con feliz complacencia, una complacencia mucho mas evidente desde que habian partido de Tanger-. Espero que sea de ayuda.
El general Eliot estaba tan contento de ver al hijo de su viejo amigo que abrio el brandy que llevaba treinta anos en reserva y la mayor parte de la visita consistio en numerosos brindis en honor a los amigos en comun. Cuando terminaron las cortesias, Darley le explico los motivos que le habian llevado a escoger Gibraltar como residencia en un futuro inmediato.
– Tuvo suerte de encontrarlos vivos -dijo el general-. La marina es un servicio brutal. Cree que sus hombres son de usar y tirar. Infringen castigos fisicos, por ejemplo, por cualquier naderia. -Hizo una mueca-. No lo entiendo. No puedes confiar en un hombre al que primero has azotado.
– No puedo estar mas de acuerdo. Debo reconocer que la suerte jugo un papel principal en el hallazgo del hermano de Lady Grafton. Como jugador de apuestas, no hubiera ofrecido un penique por nuestro exito. Pero los muchachos parecen encontrarse mejor. Estoy muy animado.
– Pronto estaran rebosantes de salud, se lo aseguro. Nuestro clima es saludable… sol y brisa marina, los excelentes productos alimentarios que encontrara en la poblacion espanola de San Roque, pasada la frontera. Espero que los enfermos esten completamente restablecidos dentro de unas dos semanas. Ahora, por lo que se refiere al alojamiento, le sugiero que hable con el senor Barlow. Mi ayudante le dara instrucciones. El senor Barlow es la clase de hombre que sabe todo lo que acontece en esta plaza fuerte y en el territorio circundante. Es un nativo, si la palabra es apropiada, dada la mezcolanza de personas que viven aqui.
– Por lo que parece, es alguien que es util conocer.
– Mucho. Si necesita cualquier cosa… Barlow es su hombre.
– Gracias por el consejo… y por el excelente brandy. Tengo a gente esperando, asi que me despido de usted. -Darley se levanto-. Me gustaria invitarle a cenar cuando nos hayamos instalado -anadio con una reverencia-. Le transmitire sus saludos afectuosos a mi padre.
– En lo que a esto respecta, si tiene correo que desee enviar a Inglaterra, lo pondremos en nuestra valija diplomatica. Sale con bastante regularidad, puesto que varios barcos paran aqui para abastecerse de provisiones. Espero que podamos cenar juntos en un futuro.
El anciano hombre llamo a voces a su ayudante.
Cuando el ayudante llego corriendo, el general le dio ordenes respecto a las necesidades de Darley y, en poco tiempo, el marques ya se encontraba fuera, bajo el deslumbrante sol.
Malcolm le estaba esperando cuando Darley salio de la plaza de armas y los hombres contrastaron la informacion que habian obtenido. A Malcolm le habian dicho que preguntara al mismo Mr. Barlow, por lo visto un hombre muy conocido.
Lo encontraron en un edificio de nueva construccion, con oficinas en la planta baja y habitaciones en los pisos superiores. Su escritorio estaba dispuesto de tal manera que tenia una vista panoramica del puerto. Era un hombre pequeno, enjuto y fuerte, de mediana edad y de una ascendencia indeterminada: a pesar de su apellido ingles, su ligero acento andaluz era comun en la zona.
El ingles era a todas luces su segunda lengua, pero cuando supo que Darley venia de parte del general, una sonrisa sustituyo su recelo inicial. Chasqueo los dedos y le pidio que trajera jerez a una mujer joven, que aparecio por una puerta interior.
– Nuestro jerez autoctono es formidable -dijo esbozando una sonrisa que arrugaba su bronceada cara-. Cuentenme que tipo de alojamiento seria el mas apropiado para ustedes.
Darley le explico los requisitos que andaba buscando, mientras bebia aquel formidable jerez, refiriendose a Elspeth y a Will como viejos amigos de la familia, y ofreciendole unas pinceladas de su viaje a Tanger.
– Me gustaria una casa alejada de la ciudad para nuestros enfermos. Necesitan aire fresco y reposo.
– Y tambien necesitara pastos para los caballos.
– ?Hay carretera? -pregunto Darley-. Tenemos que transportar a los hombres en camilla.
– Hay una camino estrecho, pero utilizable. No deberian tener problemas.
– Parece muy adecuado. Lo tomamos. ?Nos puede enviar alli personal de servicio enseguida, asi como abastecer la casa con todo lo necesario? Malcolm se encargara de negociar el tema economico -Darley dejo el vaso de jerez sobre la mesa y se apoyo en el escritorio para estrechar la mano del senor Barlow-. Muchas gracias. Espero que abandonemos el barco dentro de una hora.
– Muy bien, senor. Lo tendre todo preparado para cuando vengan.
– Gracias de nuevo -dijo Darley, levantandose e inclinando la cabeza hacia Malcolm-. Le vere en el puerto.
Todo estaba solucionado, excepto por los detalles mundanos que Malcolm podia manejar con su habitual destreza. Darley salio de la pequena oficina con un estado de animo excelente.
Las cosas no podrian haber ido mejor.
Habian encontrado al hermano de Elspeth y pronto se restableceria.
Gibraltar era el remoto e ideal lugar para disfrutar de la encantadora compania de Elspeth.
Y como para poner la ultima guinda de perfeccion, los caballos marroquies estaban preparados y listos para ser transportados desde Tanger.
La diosa Fortuna era favorable.