– Y usted va a hacerlo -murmuro Tammy.

– Eso intento.

– ?Por que se molesta?

– Porque Broitenburg es un pais maravilloso. Naci y me crie alli. A mis primos les importaba un bledo, pero mientras mi abuelo fue el principe de Broitenburg, era un pais de ensueno. Me apena verlo asi.

– ?Y?

– ?Y que?

– ?Por que no echa a todos esos politicos corruptos? En lugar de ofrecerme un monton de dinero para pasarse los proximos veinte anos cuidando de un nino, ?por que no se va a casa y limpia el gobierno de Broitenburg?

– Hay un pequeno problema.

– ?Cual?

– El heredero es Henry, yo solo soy un principe regente. Cuando el nino cumpla veinticinco anos, la corona sera suya.

Tammy se quedo pensativa.

– Tendra usted veinticinco anos para jugar a ser principe. ?No es suficiente?

– Solo puedo ser regente si Henry esta en el pais. Si no vive en Broitenburg, no tengo ningun poder.

Tammy volvio la cabeza y, cuando vio al pequeno Henry en su moises, la idea de verlo con una corona le parecio ridicula. Ella era australiana y, por tanto, el asunto de la monarquia le parecia bastante extrano.

– ?Quiere decir que si Henry no vuelve a Broitenburg, el pais se convertiria en una republica?

Marc hizo una mueca.

– Mi pais esta dirigido ahora mismo por un punado de despotas. Sin la monarquia, Broitenburg se destruiria y yo no puedo dejar que eso ocurra.

– O sea, que Henry tiene que volver -dijo Tammy con pesar.

– Asi es.

Tammy volvio a mirar el moises. Henry era tan pequenito, tan fragil…

– ?Pondria el bien de su pais por encima de cualquier cosa?

– No tengo eleccion, senorita Dexter. Pero le juro que Henry estara muy bien cuidado.

– Henry no necesita que lo cuiden, necesita que lo quieran.

– Yo lo cuidare.

Parecia sincero. Marc queria hacer lo que era mejor para su pais. ?Y que recibiria a cambio?

La regencia. Veinticinco anos haciendo de principe. Si Henry no volviera a Broitenburg, el no seria nada.

– Ya le he dicho que yo no quiero esto -dijo Marc entonces.

– ?Que?

– Esta pensando que quiero llevarme a Henry a Broitenburg para asegurar mi puesto, pero no es asi. Yo nunca he querido el poder.

– Yo…

– Broitenburg es un pais prospero, senorita Dexter, pero las empresas se marchan por la corrupcion del gobierno. Gente buena, buenos trabajadores, emigran porque su trabajo no esta bien pagado. Como principe regente puedo cambiar ciertas cosas… incluso podria pedir reformas en la Constitu cion para que la nuestra fuera una monarquia parlamentaria… Tiene que darme esta oportunidad,

Tammy. Quiero que Broitenburg vuelva a ser el pais maravilloso que era antes.

Habia pasion en su voz. Aquel hombre no era un corrupto. Era honrado y le importaba lo que estaba haciendo. Y, en cierto modo, lo reconocia como un alma gemela…

Tammy se pregunto a que se dedicaria mientras Jean Paul estaba en el trono. ?Habria alguna mujer en su vida?

Pero aquel no era el momento para preguntarse ciertas cosas que, ademas, no eran asunto suyo. Le estaba pidiendo que le entregase a su sobrino…

– Quiza cuando sea un poco mayor…

– Tiene que volver a Broitenburg ahora mismo. Sus derechos al trono terminan cuarenta dias despues de la muerte de su padre. Tengo hasta el viernes.

– ?Cuatro dias?

– Eso es.

– Pero… ?por que ha tardado tanto en venir a buscarlo?

– Pense que Henry estaba bien cuidado, que no habia ningun problema. En el funeral, su madre me dijo que estaba en buenas manos.

– Claro, ya me imagino.

– Pense que estaba con ella porque parecia tan… tan apenada por la muerte de Lara. Ademas, cuando llegue al trono tuve que controlar muchas cosas, ponerme al dia, acudir a reuniones, eventos oficiales… No estaba preocupado por Henry hasta que llamaron de los servicios sociales. ?Como ha podido Isobelle abandonar a su nieto?

– Muy facil. Porque solo piensa en si misma.

– No parece sorprendida.

– Porque no lo estoy -suspiro Tammy-. Isobelle no se quedaria cuidando de un nino durante veinticinco anos. Bueno, ni cinco minutos. Ahora mismo estara con algun millonario…

– ?No se hablan?

– No, pero hablare con ella sobre esto. ?Desde luego que hablare con ella!

– Pero mientras tanto…

– Mientras tanto, usted necesita llevarse a mi sobrino a Broitenburg.

– Lo siento, pero asi es.

– Pues lo siento, pero no puedo permitirlo. Es un dilema, lo se. Broitenburg necesita a Henry, pero Henry no necesita a Broitenburg. Puede que usted este dispuesto a sacrificarlo todo por su pais, pero yo no.

– Pero…

– No hay que ser un eminente psicologo para saber que el nino ha sufrido. Es casi imposible hacerlo reaccionar. Lara sabia que eso estaba pasando. En la carta parece asustada; no por ella sino por el nino. Me pide que la ayude y lo deja mi cargo.

– Pero…

– Yo soy todo lo que tiene. No puedo darle un corona, pero puedo cuidar de el y eso es lo que pienso hacer - lo interrumpio Tammy, levantandose-. Lo siento, Marc. Me gustaria ayudarle, pei no puedo.

Marc tambien se levanto. La expresion de el era implacable, decidida.

Nunca habia conocido a una mujer asi. No llevaba maquillaje, no iba arreglada, sus vaqueros eran viejos… y el sentia el absurdo deseo de tocar su pelo, que caia libremente por su espalda.

Imposible.

Aquello era imposible.

– Creo que hemos llegado a un impasse -estaba diciendo Tammy-. Y creo que lo mejor es que se vaya.

– Hay otra salida, senorita Dexter.

– ?Cual?

Marc lo penso un momento. Le parecia la unica solucion.

– Puede usted venir a Broitenburg.

Capitulo 5

AFORTUNADAMENTE, no estaba comiendo o se habria atragantado. -?Por que iba a ir yo a Broitenburg?

Marc sonrio.

Otra vez. Esa sonrisa… pero tenia que concentrarse. Lo que decia era una estupidez.

– ?Por que no?

– Porque no quiero -contesto Tammy.

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