Pero no se que dira el principe.
La senora Burchett le envio unos sandwiches y un vaso de leche para cenar. Para entonces Tammy llevaba dos horas en el palacio, pero no se sentia nada comoda.
Habia explorado un poco aquel ala, pero era tan grande que tardo una hora en ver la mitad de las habitaciones. Y no era tan valiente como para aventurarse en otra zona… por si no encontraba el camino de vuelta.
Henry se quedo dormido despues de tomar el pure de verduras y Tammy aprovecho una ducha y cambiarse de ropa. Pero seguia sin sentirse comoda.
Era imposible. Y cuando llegaron los sandwiches en una bandeja de plata, con un criado de librea y guantes blancos, se sintio completamente ridiculas.
Pero aun faltaba lo peor. Estaba dandole un mordisco a un sandwich cuando sono un golpecito en la puerta. Marc no se molesto en esperar, entro directamente. Iba vestido para cenar: traje oscuro, camisa blanquisima, corbata azul.
Parecia un principe de pelicula, penso Tammy, intentando controlar los latidos de su corazon. -?Que estas haciendo? -Cenar -contesto ella. -Se cena en el comedor. -No. Yo ceno aqui.
Marc le quito el sandwich de la mano. -De modo que la senora Burchett tenia razon. Estas cenando sandwiches de queso. -Lo que me han subido.
Marc la miro como si fuera un ser de otro planeta.
– Henry esta dormido. ?Que haces aqui sola? -Ya te dije que queria vivir mi vida. -Eso es ridiculo. La senora Burchett ha hecho una cena estupenda. No quiero que ofendas al servicio, Tammy.
– La senora Burchett me envio los sandwiches,
Marc. Ella me entiende…
– No entiende nada -replico el, pasandose una mano por el pelo-. Tammy, tengo que llevar este palacio como es debido. Al servicio le gusta la normalidad… y la mayoria de ellos han permanecida leales en las peores circunstancias. Estan encanta dos de recibir a Henry y lo minimo que podias hacer es bajar y disfrutar del banquete que han preparado para nosotros.
– ?Banquete?
– Un banquete, si.
A Tammy le dio un vuelco el corazon.
– Yo no soy una princesa. Mi sitio no esta aqui
– Ni el mio tampoco.
– Ya, seguro.
– Tu eres la tutora legal de Henry, su tia -insistio Marc-. Este es tu sitio tanto como el mio. No pensaras quedarte en tu habitacion durante los proximos veinticinco anos, ?verdad?
– Encontrare una casa -contesto ella-. Este palacio es enorme, pero tiene que haber un sitio done Henry y yo podamos vivir de forma independiente Una casita de campo o algo asi.
– Si, claro. Henry es el heredero de la corona estaria muy bien que viviera en «una casita de campo» -replico Marc, ironico.
– Si oigo eso del heredero una vez mas…
– Tendras que oirlo muchas veces, Tammy, pe que Henry es el heredero del trono de Broitenbur ?Tu crees que a mi me gusta vivir aqui? Tengo una casa estupenda a diez kilometros de aqui, un chateau en Renouys. Esa es mi casa y es alli donde quiero vivir. Yo no queria ser principe regente. Si queria ser responsable de Henry, pero alguien tiene que hacerlo…
– Yo he venido a este pais porque soy responsable de mi sobrino.
– Pues entonces hazlo bien. Pense que eras mas valiente, Tammy. Esconderte en tu habitacion…
– ?No estoy escondida! -exclamo ella, levantandose.
– ?Por que no bajas a cenar? -Porque estoy cansada por el desfase horario. -Si, claro, y yo soy el rey de Siam. Has dormido como un tronco durante seis horas. -Eso no es verdad.
– Claro que es verdad -insistio Marc-. Te quedaste dormida sobre mi hombro en el avion. Y Henry tambien. Tengo una torticolis que lo demuestra. No pude moverme durante seis horas… seis largas horas.
– ?Yo no me quede dormida sobre tu hombro! -?Quieres que llamemos a la azafata? Seguro que podriamos localizarla. -Eso es ridiculo.
– Desde luego que si. Mira, serviran la cena dentro de quince minutos. Espero que te reunas con nosotros en el comedor. -No quiero…
– Ni yo tampoco. Pero tengo que hacerlo. Cada uno tiene sus obligaciones, Tammy. -Solo tengo vaqueros… - ?Y de quien es la culpa? Ella se cruzo de brazos, irritada. -?Bajaras? -Yo…
– No tienes eleccion.
– ?Muy bien! -exclamo Tammy por fin-. Bajare a cenar en vaqueros y hare el ridiculo delante de todo el servicio. Y ahora vete de mi habitacion.
– Yo…
– ?Sal de aqui!
Quince minutos.
Ayuda.
Podia bajar tal y como estaba. Podia hacerlo. Deberia hacerlo.
Pero ella era… la tutora legal de Henry. Tenia un sitio en aquel palacio hasta que el nino no la necesitara. Y deberia portarse de forma responsable.
Maldito Marc… ?Como se atrevia a ponerla en semejante situacion?
Claro que habia intentado advertirla.
Tammy miro la mochila como si fuera un enemigo. ?Que debia hacer? Ingrid estaria preciosa, divina, y parecer una mendiga al lado de un principe y una princesa no era lo suyo.
Pero Lara habia vivido alli, penso entonces. Tenia que haber ropa suya en los armarios.
?Debia hacerlo?, se pregunto. ?Por que no? Estaba en un palacio de cuento de hadas.
?Por que no?
«Llameme si necesita algo», le habia dicho la senora Burchett. «El timbre esta conectado con la cocina. Normalmente contesta alguna de las chicas, pero esta noche yo estare atenta».
Tammy miro el timbre y tomo una decision.
Estaba muy lejos de Australia, en otro continente. Estaba muy lejos de casa. Y necesitaba ayuda.
– ?No quieres esperar a la experta en plantas? -No hace falta -contesto el-. La experta en plantas ya esta aqui.
Ingrid empezaba a impacientarse. Y cuando Marc volvio al salon, apenas podia disimular su enfado.
– ?Donde estabas?
– Invitando a la tia de Henry a cenar con nosotros.
– ?Ella quiere cenar con nosotros? -pregunto Ingrid-. Pense que…
– ?Que habias pensado?
No esperaba encontrar a Ingrid esperandolo en palacio. En realidad, esperaba tener un par de dias para solucionar cosas antes de llamarla. Pero alli estaba.
– Pues, que esa clase de chica…
– ?Que quieres decir con eso?
– Esa clase de chica no esta acostumbrada a moverse en nuestros circulos, Marc -sonrio Ingrid-. ?Que me habias contado, que la sacaste de un bosque en Australia? Carino, tendremos suerte si sabe usar un cuchillo y un tenedor.
– Es la hermana de Lara -replico Marc.
– Si, es increible. ?Como podian ser hermanas? Lara era una belleza.
– Tammy… Tamsin no es fea.
– No, carino, pero esa ropa… y esas pecas…
– ?Quieres que pasemos al comedor? -la interrumpio Marc.
Marc se quedo de una pieza. ?Como habia hecho eso en quince minutos? Tammy se habia transformado por completo. Los viejos vaqueros desaparecieron. Y tambien desaparecio Tammy Dexter, la arboricultora. Para dar paso a… Tamsin.