Samantha, abrio la boca, la volvio a cerrar y la volvio a abrir.

– Eh, hola -dijo por fin sonrojandose levemente.

– Buenos dias -contesto Samantha-. Asi que tu y yo vamos a ser buenos amigos, ?verdad? Presiento que nunca me vas a decir a nada que no.

Arnie se quedo mirandola con la boca abierta y volvio a sentarse. Jack tuvo que hacer un gran esfuerzo para no sonreir. Obviamente, Samantha habia hecho otra conquista.

Lo que no le sorprendia en absoluto porque, cuando entraba en una habitacion, todos los hombres se sentian inmediatamente atraidos por ella. Incluso el. No podia evitarlo. Le hubiera gustado estrecharla entre sus brazos y acariciarle el pelo, mirarse en sus ojos y sentirla temblar.

«No puede ser», se recordo.

Samantha no habia estado interesada en el diez anos atras y seguro que seguia sin estarlo. Bueno, se habia interesado por el en una ocasion, pero despues habia dejado muy claro que no queria que se repitiera.

– No dejes que Samantha te diga todo el rato lo que tienes que hacer -le advirtio a Arnie en tono de broma-. Si la dejas, no para de dar ordenes.

– ?Quien? ?Yo? -se indigno Samantha en tono de broma tambien-. Pero si soy el colmo de la cooperacion, yo nunca doy ordenes.

– Ya, eso es hasta que alguien se mete en tu camino y, entonces, te lo llevas por delante como una locomotora.

Samantha se sento junto a Arnie y le toco la mano.

– No le hagas ni caso. Jack y yo fuimos juntos a la universidad y, por lo visto, el tiene un recuerdo de las cosas muy diferente al mio. Yo jamas he pasado sobre nadie como si fuera una locomotora -anadio sonriendo a continuacion-. Bueno, solo en un par de ocasiones, pero eso es porque puedo resultar muy tenaz cuando quiero. En cualquier caso, Arnie, he estado leyendo los informes de tu departamento y veo que llevais ya un tiempo apostando por esta ampliacion.

Aquello sorprendio a Jack.

– No tenia ni idea.

Samantha lo miro.

– Su jefe se lo ha impedido. He leido los memorandos de Roger explicando por que se negaba a la ampliacion, por que le parecia una mala idea. Por lo visto, tenia detras a alguien gordo que respaldaba sus tesis.

Aunque Samantha no habia dicho exactamente quien, Jack sospechaba que se trataba de su padre porque a George Hanson nunca le habia interesado demasiado la tecnologia.

– Eso fue en el pasado, vamos a centrarnos en el futuro -comento-. Quiero que haya una relacion muy fluida entre vosotros.

Samantha asintio.

– Estaremos en contacto continuamente via correo electronico, Arnie.

– Perfecto -contesto el chico encantado.

– Gracias por ayudar -lo despidio Jack.

– De nada -contesto Arnie poniendose en pie y saliendo del despacho.

– Ya tienes un nuevo amigo -comento Jack una vez a solas con Samantha.

– ?Arnie? Si, es un encanto. Seguro que no tengo ningun problema en trabajar con el.

Jack se dijo que Samantha jamas se interesaria por un hombre como Arnie y que, en caso de que lo hiciera, tampoco era asunto suyo. Para convencerse, se repitio tres o cuatro veces que Samantha podia hacer con su vida lo que quisiera siempre y cuando hiciese bien su trabajo y estuvo a punto de creerselo.

– ?Y bien?

– ?Y bien? ?Tengo un monton de ideas nuevas! -exclamo Samantha muy sonriente-. El fin de semana me ha cundido mucho. He estado mirando la pagina web y me ha parecido muy basica. Se puede mejorar mucho y quiero empezar por ahi. Quiero empezar por los ninos de menos de doce anos. Quiero dejarlos con la boca abierta -continuo Samantha dejando una carpeta abierta sobre la mesa-. Quiero que nuestra pagina web se convierta en la pagina con la que los ninos suenen nada mas salir del colegio, quiero que esten deseando llegar a casa para conectarse. Quiero que tengamos la pagina web mas interesante de la red. Podriamos poner cosas de deporte, de ropa y de musica. Tambien peliculas, series de television. Tambien se me habia ocurrido que podriamos tener una especie de columna tipo Preguntale a Annie o algo asi.

Jack se quedo mirandola confuso.

– ?Quien es Annie?

Samantha se rio.

– Es una columna de consejos -le explico-. Alguien a quien los chicos le puedan preguntar sus cosas. Da igual que se llame Annie o Mark, eso es lo de menos. Lo importante, lo que nos dara un monton de puntos, es que sera en tiempo real e interactiva. Sera como un chat. Tengo muchas ideas, pero lo que mas me preocupa es la seguridad. Vamos a tener que emplear a los mejores para asegurarnos de que los ninos esten completamente a salvo.

– Me gusta.

– Me alegro.

Samantha sonrio y Jack sintio una descarga en la tripa.

Deseo.

– No hace falta que me vengas a rendir cuentas, ?sabes? -le dijo intentando ignorar las punzadas que estaba sintiendo en la entrepierna-. Me fio de ti y de como manejas tu departamento.

– Ya lo se, pero estamos hablando de grandes cambios.

– Para eso precisamente te he contratado.

– ?De verdad confias tanto en mi?

– Por supuesto que si.

– Vaya. Bueno, voy a hablar con mi equipo para ponernos manos a la obra y poder ensenaros una presentacion cuanto antes.

– Muy bien. Quiero que sepas que yo trabajo asi, hasta que una persona no la fastidia tiene mi total confianza y luz verde para hacer lo que quiera.

– Vaya, no eras asi antes.

– ?Ah, no?

– No, en la universidad eras mucho mas rigido -le recordo Samantha con una gran sonrisa.

– Bueno, eso era porque tenia que estudiar mucho.

– Si…

– Tu, sin embargo, apenas estudiabas y sacabas unas notas estupendas.

– Lista que es una.

– Desde luego… ?Te acuerdas aquellas navidades que pasamos en un establo porque querias saber como era? -recordo Jack de repente.

– Si -rio Samantha-. ?Y tu no parabas de decirme que estabamos en mitad de Pensilvania en pleno invierno y no en Oriente Medio!

A pesar del intenso frio, lo habian pasado bien abrazados el uno al otro. Jack recordo que la deseaba con desesperacion y temblaba mas de excitacion que de frio. A la manana siguiente, la llevo al aeropuerto para que se reuniera con su madre para pasar el dia de Navidad.

– Por cierto, ?que tal esta tu madre?

– Murio hace tres anos -contesto Samantha.

– Vaya, lo siento -dijo Jack sinceramente.

– Gracias. La echo de menos, ?sabes? En fin, hacia tiempo que estaba enferma, asi que no nos pillo por sorpresa. Pudimos despedirnos y eso nos hizo mucho bien a todos, a ella la primera -recordo-. Bueno, me voy - anadio recogiendo sus cosas-. Tengo muchas cosas que hacer. Ya veras, te va a encantar la presentacion.

– No lo dudo.

Tras acompanar a Samantha a la puerta, Jack volvio a su mesa y se dijo que solo un loco deseaba lo que sabia que no podia tener.

A Arnie tambien lo habia atrapado, con la diferencia de que el pobre loco de los ordenadores sonaria con

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