– Una semana antes. Nos ibamos a casar el dia de Fin de Ano.
– Supongo que ahora no te gustara nada la Navidad -comento Samantha mordiendose el labio inferior.
– Bueno, en realidad, ya lo voy superando, pero los que me dan pena son sus padres.
Samantha asintio.
– Las relaciones nunca son faciles -recapacito.
– Hablando de algo mas agradable -comento Jack cambiando de tema-. ?Te han dicho que dentro de unas semanas hay una gran fiesta?
Samantha nego con la cabeza.
– Es una fiesta que dan los grandes anunciantes y hay que ir de gala.
– ?De verdad? ?Me estas diciendo que tengo excusa para comprarme un vestido nuevo y estar fabulosa?
– No es una excusa sino una orden.
– ?Y tu iras de esmoquin?
– Por supuesto.
– Madre mia, estaras guapisimo y todas las mujeres te adularan.
– Para variar -bromeo Jack.
– O sea que ligas mucho, ?eh?
Jack se pregunto si Samantha estaba coqueteando con el y decidio no dejar que su mente siguiera por aquellos derroteros porque, siempre que se habia planteado algo asi con ella, se habia llevado una gran decepcion.
– Bueno, no me puedo quejar, salgo con alguna de vez en cuando…
– Estoy segura de que no sales mas porque no quieres, porque eres guapo, divertido inteligente, tienes dinero y estas soltero. A mi me pareces bastante irresistible.
– Estoy de acuerdo con todo eso, pero, aun asi, hay algunas que se me resisten -bromeo Jack-. ?Y tu? ?Tienes intencion de empezar a salir con hombres pronto?
– No creo. Cuando te divorcias, tu autoestima se ve muy vapuleada y yo todavia me estoy recuperando.
Jack no se lo podia creer porque Samantha siempre habia sido una mujer segura de si misma, inteligente, divertida y preciosa.
– No se te nota.
– Gracias -sonrio Samantha-. Me lo estoy currando mucho.
– Pues sigue asi.
A Jack le hubiera encantado decirle que estaba tan maravillosa como siempre, pero no se atrevio.
– En fin, Charlie y yo nos vamos a ir a dormir -se despidio llamando al perro.
– Gracias por haber venido -los despidio Samantha en el vestibulo-. Me ha encantado cenar con vosotros - anadio agachandose y despidiendose de Charlie-. A ver si nos volvemos a ver, ?eh?
Charlie ladro encantado y le lamio la mano. «Tendria gracia ahora que, despues de tanto tiempo, se enamorara de mi perro», penso Jack divertido.
Capitulo 3
Casi una semana despues, Jack estaba sentado en su despacho, maldiciendose a si mismo por haber accedido a hacerse cargo de la empresa de su padre de manera temporal.
Cada dia, surgia un problema nuevo.
Para empezar, los del departamento de informatica le habian dicho que las paginas web estaban casi ya a su maxima capacidad y que, para llevar a cabo la ampliacion, iban a tener que negociar con su servidor.
Las suscripciones a la revista habian bajado y el tren en el que iba un pedido de cientos de miles de ejemplares hacia la Costa Este habia descarrilado.
Habia tantisimas cosas que hacer que Jack se pregunto como demonios su padre era capaz de encargarse de todo aquello y, ademas, de varios departamentos a la vez.
Jack se echo hacia atras en su butaca y se masajeo las sienes. Obviamente, George Hanson no lo habia hecho bien y las cosas estaban empezando a desmoronarse.
A pesar de que habia contratado a diferentes personas para que dirigieran los diferentes departamentos, el volumen de trabajo que Jack tenia era tan abrumador que estaba agobiado.
Lo unico que se le ocurria hacer si queria que la empresa sobreviviera era ponerse en contacto con sus hermanos, asi que le pregunto a la senorita Wycliff si sabia donde estaban Evan y Andrew.
Jack no sabia si la antigua secretaria de su padre se habria sorprendido al ver que no tenia ni idea de donde encontrar a sus propios hermanos, pero le agradecio que disimulara y que se ofreciera a buscarlos.
Cuando la senorita Wycliff abandono su despacho, Jack bajo a la planta de abajo decidido a hablar con su tio David. A diferencia de su padre, que vivia entregado al trabajo, su hermano habia tenido tiempo para sus sobrinos.
– ?Que tal te va? -lo abrazo David al verlo entrar en su despacho.
– Bueno… la verdad es que no muy bien -contesto Jack-. Yo creia que la empresa estaba mucho mejor de lo que esta en realidad.
– Al final de sus dias, tu padre no era el mismo de siempre. No confiaba en nadie… ni siquiera en mi. ?Como lo llevas?
– No muy bien.
– Siempre puedes irte.
– No, di mi palabra de quedarme tres meses y poner la empresa en marcha y la voy a cumplir. Le he dicho a la senorita Wycliff que busque a Evan y a Andrew.
– ?Y eso?
– Deberiamos estar aqui los tres, la empresa es de los tres.
– Nunca os habeis llevado bien. ?Por que crees que iban a venir ahora a ayudarte?
– No se… oye, David, tu sabes mucho mas de esta empresa que todos nosotros juntos, ?por que no te ocupas de ella?
– Aunque fuera verdad que se tanto como dices, tendria que respetar el deseo de tu padre y el queria que uno de sus hijos se hiciera cargo de la compania.
– Eso no lo sabremos hasta que leamos el testamento -se lamento Jack-. ?A quien se le ocurre decir que hay que esperar tres meses para leer su testamento? Es de locos. Hasta entonces, no podemos hacer nada. Solo espero que mis hermanos vengan a la lectura.
– Vendran, por el dinero, pero no esperes que te ayuden -contesto David.
– Madre mia, en que lio me ha metido mi padre. No se por que, el creia que yo era el unico de sus hijos que podia hacerme cargo de la empresa y, de alguna manera, convencio a los consejeros delegados. ?No se dan cuenta de que, en realidad, lo unico que queria mi padre era controlarme incluso despues de muerto?
– George te queria -comento David-. A su manera, pero te queria.
– Eso es como decir que la hembra de viuda negra no tiene nada en contra del macho cuando lo mata - contesto Jack tomandose el cafe que la secretaria de su tio les habia servido-. Tu siempre lo has defendido, incluso cuando tuviste que hacer de padre para nosotros.
David se encogio de hombros.
– Yo solo queria ayudar.
– Deberias haber tenido hijos.
– Tu, tambien. Por cierto, estaba confeccionando una nota de prensa sobre la gente nueva que has contratado y uno de los nombres se me hacia muy conocido.
– Samantha era la mejor candidata -contesto Jack sin ponerse a la defensiva.
– No lo dudo. Lo unico que digo es que me parecio interesante volver a ver su nombre. Me acuerdo de ella, es la que se fue, ?no?
– Entre nosotros nunca hubo nada.
– Pues hablabas de ella como si fuera tu novia.
– Eso fue hace mucho tiempo.