invitados. El lo habia aceptado y se comportaba como si no hubiera sucedido nada, insistiendo en hablar de su futuro en terminos de decadas.
– ?Quieres que hablemos? -le pregunto su cunada.
– No se si hay mucho que decir -contesto Daphne.
– Se que tu boda ha sido muy rapida -comento Cleo sentandose en el mismo sofa que ella-. Ha habido rumores, ?sabes?
– Ya me imagino -contesto Daphne suspirando-. Yo no queria esto. Si, ya se que una mujer que se ha casado con el principe heredero y que algun dia sera reina no deberia quejarse, pero yo no queria casarme con Murat.
– Si no eres feliz tienes todo el derecho del mundo a quejarte.
– Ojala fuera asi de sencillo -comento Daphne.
No queria hablar de lo que habia hecho Murat. Suponia que a su cunada no le haria ninguna gracia saberlo y Daphne no queria meter cizana.
– ?Has pensado en darle una oportunidad a vuestra relacion? -le propuso Cleo-. Ya se que estos chicos son muy despotas y actuan por su cuenta, pero bajo esa fachada son unos maridos increibles. Lo unico que tienes que hacer es llegar hasta su corazon.
– Yo no creo que Murat tenga corazon.
– ?Lo dices en serio?
– No -contesto Daphne -. Lo que pasa es que esta situacion me esta desbordando. Por lo visto, todo el mundo quiere conocerme. No paran de llegar invitaciones y yo no quiero aceptar ninguna, pero Murat tiene que ir, asi que eso significa…
Daphne todavia no habia decidido que significaba aquello. ?Tendria que ir con el? ?Tendria que fingir que era una esposa feliz? ?Y si se negaba? Aunque la molestaba sobremanera la actitud de Murat hacia ella, Murat no era el unico involucrado en todo aquel asunto. De alguna manera, Daphne se sentia responsable hacia los ciudadanos de Bahania y no queria que se sintieran avergonzados por su comportamiento.
– No le quiero hacer la vida facil -admitio-, pero mi etica me obliga a hacer lo que a el le viene bien. Que situacion tan penosa.
– Me parece que le das demasiadas vueltas a la cabeza. Te aconsejo que te relajes y que disfrutes del presente. Tu por lo menos te has criado en un entorno de dinero y los asuntos de etiqueta no te son desconocidos. Tendrias que haber visto mi primera leccion de protocolo. Al profesor se le pusieron los pelos de punta.
Aquello hizo reir a Daphne.
– Los principes merecen la pena. Yo doy gracias al cielo todos los dias por haber conocido a Sadik y haberme enamorado de el. No fue facil, pero ahora… aunque suene cursi, mi vida es perfecta – sonrio Cleo.
– Cuanto me alegro por ti -contesto Daphne sinceramente.
Cleo habia tenido una vida muy dura y se merecia aquel final feliz, pero no todo el mundo tenia la misma historia.
Daphne se pregunto que debia hacer. ?Debia ignorar sus responsabilidades porque ella lo unico que queria era irse de alli o debia desempenar su papel mientras estuviera Bahania? ?Aun a riesgo de desempenarlo con demasiado ahinco y corriendo el riesgo de que, al final, terminara gustandole?
Jamas se lo perdonaria a si misma si terminara entregandose a Murat. Eso querria decir que lo perdonaba por haberla tratado mal y que no les daba importancia a sus practicas cavernicolas. ?Acaso queria estar casada con un hombre que la tenia en tan poca estima?
– Bueno, te tengo que dejar porque Calah debe de estar a punto de despertarse -se despidio Cleo-. Si quieres hablar, ya sabes donde vivo.
– Gracias.
– Anda, mira quien esta aqui -comento Cleo desde la puerta agarrando a Murat del brazo-. Tu esposa necesita ayuda para elegir ropa. A ver si la convences para que te haga un pase de modelos.
Murat miro a ambas mujeres.
– Me parece una propuesta muy interesante. La tendre en cuenta.
Cleo se fue y Daphne se quedo sentada en el sofa mientras Murat se abria paso entre los muestrarios de ropa, zapatos, bolsos y accesorios.
– ?Has elegido lo que te vas a quedar? -le pregunto a su mujer.
– No -contesto Daphne-. Lo cierto es que tener mi agenda con las actividades a las que debo acudir me facilitaria elegir que ropa voy a necesitar.
– Claro, pero no quieres que te traigan la agenda fijada porque eso seria como rendirte.
Daphne se encogio de hombros a pesar de que Murat le habia leido el pensamiento.
– Tomate tu tiempo. Nadie espera que tengas la agenda llena tan pronto.
– ?Y si no quiero tenerla nunca?
Murat se sento frente a ella.
– En esta vida, cualquier postura tiene ventajas y desventajas.
– Tu postura no tiene mas que ventajas para ti. Tu siempre quieres salirte con la tuya y ya esta.
– Cierto, me gusta salirme con la mia, pero siempre pago un precio por ello.
– ?Cual es en mi caso?
– Te ofrezco mucho. Favores, conocimientos, un interesante circulo de contactos. Hay quien viene a verme unica y exclusivamente por ser quien soy. Ahora detecto a esas personas en el primer encuentro, pero cuando era mas joven no me era tan facil saber en quien podia fiar.
– A escala mas pequena entiendo perfectamente lo que me estas diciendo. A mi en el colegio me paso con un par de profesores, que estaban tan impresionados por quienes eran mis padres, que no sabian ni como tratarme.
– Exacto. Reyhan, Sadik y Jefri podian salir por ahi libremente y pasarselo bien, pero yo, no. Mientras ellos jugaban, yo tenia que aprenderme todos los gobiernos y gobernantes de la Historia.
Todos los dias me recordaban la responsabilidad que tenia para con mi pueblo. Te aseguro que a veces llegue a odiarlo.
Daphne se imagino a aquel nino cansado y nervioso al que obligaban a estudiar sin descanso cuando lo que el queria era salir a jugar con sus hermanos y sintio una tremenda compasion por el.
– Por cierto, me ha llamado tu padre. Por lo visto, quiere expandir vuestro negocio familiar a Bahania y, desde aqui, a El Bahar y a Oriente Medio.
Daphne no se lo podia creer. ?Su propio padre? Al instante, se sonrojo de pies a cabeza.
– Lo siento. Ahora mismo lo llamo por telefono.
Murat nego con la cabeza.
– No hace falta. Es mi suegro y le debo algun tipo de consideracion, asi que voy a poner a un par de mis ayudantes a su servicio.
– No me lo puedo creer -comento Daphne enfadada.
Tan solo hacia una semana que se habia casado. Despues de anos ignorandola, su padre queria servirse de ella en su propio beneficio.
– Podia haber disimulado y haber esperado un poquito mas, ?no?
– Si, pero te aconsejo que no te enfades con todo el mundo que viene buscando algo. Si lo haces, te vas a pasar la vida en un estado de terrible ansiedad. No significa nada, Daphne. Olvidate.
A lo mejor para Murat no significaba nada, pero para ella significaba mucho y, aunque queria odiar a Murat con todo su corazon, resultaba que precisamente el era la unica persona que podia entender lo que le estaba sucediendo.
Daphne no queria vivir en un mundo en el que la gente la utilizara para conseguir lo que querian, pero siempre habia sido ese el mundo en el que habia habitado.
– ?Has podido fiarte alguna vez de alguien? – le pregunto a Murat-. ?Como sabes cuando una persona esta verdaderamente interesada en ti y no en lo que tienes?
– A veces la situacion esta muy clara y yo lo prefiero asi. Cuando se desde el principio lo que quiere una persona puedo decidir si se lo doy o no, pero cuando son buenos con esos jueguecitos… cuando era mas joven, era mas facil enganarme. Cuando termine la universidad, unas cuantas mujeres consiguieron convencerme de que