la beso con tal pasion, que hizo que se preguntara con que intensidad podria hacer otras cosas.

Ella le devolvio los besos con la misma intensidad, deslizando las manos por su pecho, acariciando la suavidad de su corbata de seda y el algodon de su camisa. El deslizo una mano por sus nalgas, apretando con fuerza y levantando otra vez la mano para acariciarle un pecho.

Incluso a traves del tejido del vestido y del sujetador, Julie sintio sus dedos fuertes explorando, torturando, acariciando. Se detuvo en el pezon, estimulandolo suavemente y dandole ganas de desnudarse por completo para que pudiera acariciar su piel desnuda.

Todd la echo hacia atras. Ella agarro su corbata y consiguio quitarsela antes de comenzar a desabrocharle los botones de la camisa mientras el se encargaba de la cremallera del vestido.

Llegaron al pasillo. Julie habia dejado la luz del salon encendida, pero alli estaba oscuro. El la beso por el cuello, haciendola gemir, llegando hasta el escote del vestido y hundiendo la boca entre sus pechos. Al mismo tiempo, Julie encontro el interruptor de la luz y el le bajo la cremallera. La luz se encendio a tiempo para ver como el vestido caia al suelo.

– Eres preciosa -dijo el mientras le acariciaba los pechos-. Caliente y suave, y no me importa que sea toner de fotocopiadora; hueles muy bien.

Ella se rio mientras el le frotaba los pezones. Todo su cuerpo se tenso, mientras su parte mas humeda clamaba atencion.

Sin dejar de tocarle los pechos, Todd se inclino para besarla de nuevo. Ella cerro los labios alrededor de su lengua y absorbio hasta que el tambien se estremecio.

De pronto, aquello no era suficiente. Julie deseaba mas; lo deseaba todo. Deseaba sentir su peso encima de ella. Deseaba que la penetrara una y otra vez hasta hacerle sentir el placer del orgasmo.

– La ropa -dijo ella-. Llevas demasiada.

– Buena observacion.

Mientras Todd se quitaba la camisa, ella termino de zafarse del vestido y lo condujo hasta su pequeno dormitorio. La luz del pasillo era mas que suficiente para lo que iban a hacer. Se giro para mirarlo y vio que Todd la estaba contemplando.

– ?Que?

– ?Estas intentando matarme? Eres una fantasia andante. ?Saben tus companeros del bufete lo que llevas debajo de tus trajes?

Julie observo su ropa interior de color rosa. Eran un tanto provocativos, pero nada especial. Los habia comprado de rebajas.

– Probablemente sospechen que llevo ropa interior -murmuro ella mientras se quitaba los zapatos-. Prefiero que piensen eso a que no llevo nada en absoluto. Eso seria asqueroso -entonces se quito uno de los tirantes del sujetador-. ?Querias que me quitara esto?

Todd ya se habia quitado los zapatos y estaba bajandose los pantalones. Mientras ella hablaba, pudo apreciar su ereccion palpitante bajo los calzoncillos.

– Eso seria fantastico -contesto el.

Sus pantalones cayeron al suelo, deteniendose en sus tobillos. No parecio darse cuenta. En vez de eso, se quedo mirando sus pechos.

Ella se desabrocho el sujetador y lo lanzo sobre la comoda.

Realmente no supo si lo habia lanzado bien, pues estaba demasiado concentrada en la expresion de Todd. El deseo y la sorpresa se mezclaban en una mirada tan apasionada y masculina, que hacia que le costase trabajo respirar.

Habia estado antes con hombres y habia estado razonablemente segura de que la deseaban. Pero Todd la miraba como si fuese su ultima comida. Su apreciacion hizo que se sintiera especial y exotica, y mas que ansiosa por hacer sus suenos realidad.

Todd se movio hacia ella y estuvo a punto de caerse al tropezar con los pantalones.

– Soy un desastre -murmuro mientras se liberaba de los pantalones y se quitaba despues los calcetines.

Julie penso en decirle que le gustaba el hecho de que no fuera perfecto. Hacia que pareciese mas accesible. Pero entonces la abrazo contra su cuerpo y hablar se convirtio en una actividad complicada.

Sus manos estaban por todas partes; en sus brazos, en su estomago, sobre sus pechos desnudos. No la beso mientras exploraba sus curvas y acariciaba suavemente sus pezones con los dedos. En vez de eso, se quedo mirandola a los ojos, y Julie estuvo a punto de rogarle que la poseyera.

– Todd -susurro.

El la echo hacia atras hasta que sintio la cama tras ella. Luego la envolvio con sus brazos, se giro y los dos acabaron sobre el colchon.

Ella aterrizo sobre el, con las piernas abiertas y sentada sobre su ereccion.

– Ahora te tengo justo donde te queria -dijo el con una sonrisa- En mi poder.

– Yo estoy encima -dijo ella-. Yo mando.

– ?Quieres apostar?

Todd le coloco las manos en las caderas y la movio hacia delante y hacia atras. Incluso a traves del tejido de la ropa interior, Julie sintio el calor y la friccion. Con un gemido, se dejo llevar por el placer.

– Justo asi -murmuro el mientras comenzaba a masajearle los pechos.

La combinacion de sensaciones era increiblemente sensual. La tension se aferraba a sus musculos mientras sentia como se acercaba mas y mas al climax.

«Asi no», penso ella. No tan deprisa. No cuando aun llevaban ropa. Pero tampoco podia dejar de frotarse cada vez mas rapido.

Sin previo aviso, Todd le giro con el hasta que acabaron los dos de lado. Le quito las bragas con un movimiento suave y luego se despojo el de los calzoncillos. Antes de que Julie pudiera darse cuenta, estaba con la espalda sobre la cama y sentia su boca en el pecho izquierdo.

Todd lamio y jugueteo con su pezon hasta volverla loca de placer. Al mismo tiempo, deslizo una mano entre sus piernas y exploro su parte mas humeda.

Le llevo menos de tres segundos encontrar aquel punto tan magico. Lo rodeo con los dedos antes de comenzar a moverlos con un ritmo suave y perfecto que hizo que el final fuese inevitable.

Julie se dejo llevar por las sensaciones hasta que apenas pudo respirar. Agarro la manta con los dedos y hundio los talones en el colchon. Todd se movio para besarla en la boca y, cuando sus lenguas se encontraron, Julie se perdio en las profundidades del orgasmo.

El climax parecio durar una eternidad, acabando con su voluntad con cada sacudida.

Sin embargo, finalmente fue consciente de su ereccion presionando su muslo. Abrio los ojos y encontro a Todd sonriendo.

– Ha estado bien -dijo el-. Al menos para mi. Creo que para ti ha sido mejor que bien.

– Lo ha sido -dijo ella mientras le acariciaba el labio inferior con el pulgar-. ?Estas listo para algo mejor que bien para ti?

– Pense que nunca me lo dirias.

Se coloco entre sus piernas y presiono hasta que Julie sintio como la penetraba. Arqueo las caderas hacia el, deseando sentirlo entero. Entonces Todd se aparto, volvio a penetrarla y ella lo rodeo con los brazos, acercandolo a su cuerpo, disfrutando del peso casi tanto como de lo que le estaba haciendo.

Porque habia comenzado de nuevo. La sensacion de necesidad y deseo. El calor aumentando en su interior mientras los musculos se tensaban. Cada vez mas rapido. Sus respiraciones comenzaron a sonar entrecortadas. Ella sintio como sus brazos empezaban a temblar mientras buscaba ese momento de no retorno.

Se habia sentido vacia durante tanto tiempo, que habia olvidado la gloria de ser poseida por un hombre decidido a complacerlos a los dos.

Todd se inclino para besarla mientras ella sentia las primeras sacudidas, y entonces gimio y la penetro con mas fuerza. Julie sintio como se quedaba rigido antes de estremecerse.

Tras meterse bajo las sabanas, Julie reposo la cabeza sobre su hombro. El tenia los brazos a su alrededor y ella el muslo apoyado contra el suyo. Ese era uno de los momentos perfectos de la vida. Esos momentos que mas tarde recordaria como una noche fantastica.

– Gracias -dijo el mientras jugueteaba con su pelo- Ha sido…

– ?Espectacular? -pregunto ella.

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