beso en la cabeza.

– De acuerdo -dijo el-. Hora de ducharse.

– ?Que?

Le agarro la mano y la guio hasta la ducha antes de cerrar la cortina. La metio bajo el chorro del agua y alcanzo el jabon.

Tras enjabonarse las manos, comenzo a frotarlas por su cuerpo. El jabon hacia que su piel se volviera resbaladiza.

Le enjabono la espalda, las caderas, la parte de atras de las piernas, antes de aclararla. Entonces, en vez de darle la vuelta, simplemente se acerco y, presionando su espalda contra su torso, comenzo a deslizar las manos por la parte delantera de su cuerpo.

Le acaricio el cuello y luego se entretuvo en masajearle los pechos. La combinacion de dedos jabonosos sobre sus pezones y el agua caliente la volvieron loca de deseo. Julie le cubrio las manos con las suyas para mantenerlas ahi mientras echaba la cabeza hacia atras para apoyarla sobre su hombro.

– Hay mas -susurro el-. Mucho mas.

Sin previo aviso, Todd dio un paso atras y la giro. La beso suavemente en la boca antes de arrodillarse y darle otro beso en el estomago.

Sus musculos se tensaron en anticipacion. El agua le corria por el cuerpo. Todd le coloco un pie al borde de la banera y se inclino, separandole los muslos y lamiendola con suavidad. Ella emitio un gemido al sentir su lengua torturandola entre las piernas. Sentia sus labios, su aliento, y la presion mientras la complacia.

Tuvo que equilibrarse colocando una mano contra la pared. Las piernas comenzaron a temblarle mientras sus musculos se encogian. Todd se movia despacio, luego deprisa, lamiendo, absorbiendo.

Julie queria rogar. Si hubiera sabido algun secreto de estado, lo habria revelado, cualquier cosa con tal de que siguiese haciendole lo mismo. Sentia que cada vez estaba mas excitada, pero su climax seguia mostrandose esquivo.

Mas. Necesitaba mas. ?Pero como?

Todd debio de leerle el pensamiento, porque introdujo dos dedos dentro de ella sin dejar de lamerla. La combinacion fue demasiado.

Julie perdio el control alli mismo, en la ducha, con el agua resbalando por su cuerpo y un hombre increible entre sus piernas. Abrio la boca para tomar aire y grito mientras se estremecia, sabiendo que nunca nada volveria a ser tan espectacular.

El orgasmo la invadio, dejandola exhausta. Todd se puso en pie y sonrio, acercandola a el. Ella apenas tenia fuerza para devolverle el abrazo.

La idea de hacerle lo que el acababa de hacerle a ella la alento un poco. Dio un paso atras, pero, antes de que pudiera hacer nada mas, Todd cerro el grifo de la ducha.

– Nos enfriaremos -dijo ella.

– No lo creo.

Abrio las cortinas y la saco de la ducha. Tras extender una toalla sobre la repisa, la subio encima, le separo las piernas y la penetro con una embestida fuerte y firme.

Julie habria apostado mucho dinero a que estaba tan saciada, que no podria pensar en tener otro orgasmo en seis o siete meses. Pero, en cuanto lo sintio dentro de ella, noto como sus musculos cansados reaccionaban. Entonces la beso, y Julie quedo perdida en aquel baile sensual de lenguas humedas.

Estaban los dos mojados, con el bano lleno de vapor, y Todd no se habia dado una ducha propiamente dicha, pero nada de eso importaba. No importaba mientras deslizaba la mano entre los dos y encontraba su clitoris de nuevo, masajeandolo suavemente para que se acercara mas a el.

Julie paso de estar exhausta a deseosa en quince segundos. Le rodeo las caderas con las piernas y se monto sobre el hasta volver a sentir el climax; pero, en esa ocasion, aguanto los gritos hasta que el gimio su nombre y los dos se perdieron en un placer mutuo.

Julie estaba tumbada en su cama, con los ojos cerrados y su melena rubia extendida sobre la almohada. Ryan Bennett tomo un mechon de su pelo con el dedo indice, disfrutando de su suavidad. La respiracion de Julie era lenta y constante, como si estuviera a punto de quedarse dormida. Pero la leve sonrisa que asomaba a sus labios indicaba que tenia otra cosa en mente.Algo que el encontraria increiblemente estimulante.

No queria irse. Eso era lo mas sorprendente de todo. Normalmente era de los que se marchaban apresuradamente a la manana siguiente. Normalmente evitaba el problema no quedandose desde el principio. Pero habia deseado despertarse en la cama de Julie y volver a hacer el amor con ella. Deseaba muchas cosas.

– Julie -murmuro.

Ella abrio los ojos. Sus iris eran azules con reflejos verdes. Tenia pecas y una sonrisa perversa, y olia a vainilla, a sexo y a tentacion.

?Como podia ser asi y, al mismo tiempo, una mentirosa manipuladora? ?Acaso era un juego para ella?

El habia fingido no saber nada de la oferta de Ruth para ver si ella lo mencionaba. Lo habia hecho y, de tal modo, que queria creer que para ella no tenia importancia. Pero, si no le importaba el dinero, ?por que querria tener una cita?

– Eres demasiado guapo -dijo ella, acariciandole la cara.

– Eso no es malo.

– Podria serlo. Los hombres guapos no tienen que esforzarse tanto.

– ?Asi que preferirias que fuera un trol?

– Me gustaria pensar que tienes que esforzarte un poco para conseguir llevarte a una mujer a su cama. Sin embargo, tengo la sensacion de que soy una de tantas.

– Yo no te he llevado a mi cama -dijo el-. Te he llevado a tu cama.

– Esa es una sutileza que no me quita razon alguna.

– ?Por que tu puedes decir cosas malas sobre los hombres, pero si yo hiciera un comentario sobre las mujeres guapas, me tacharias de misogino?-pregunto el, apoyando al cabeza sobre su mano.

– Porque seria verdad. Tenemos siglos de desigualdad entre sexos que vencer. Creo que un poco de ventaja para las mujeres no tiene nada de malo.

– Dijo la mujer.

– Ya hemos tenido la conversacion de «quieres que sea un hombre». Sin embargo, aqui estamos, teniendola de nuevo. ?Hay algo que quieras decirme?

– Me estas volviendo loco -dijo el, tumbandose sobre su espalda.

– Es una de mis mejores cualidades. Lo he convertido en una forma de arte.

Se rio y se inclino sobre el para besarlo. Su pelo rozo su torso, y Ryan tuvo que hacer todo lo posible por no tocarla y volver a hacer el amor con ella.

?Quien era ella realmente? El habia ido a la cita porque Todd era su primo, y el, Ryan, estaba deseando vengarse de las mujeres sedientas de dinero, fueran quienes fueran. No le habia importado Julie: de hecho, habia estado preparado para despreciarla al instante.

Pero se lo habia ganado y, por alguna razon, tenia ganas de creerla.

– Hablame de tu familia -dijo el.

– Interesante cambio de tema -dijo ella, levantando la cabeza.

– Siento curiosidad por tu abuela. ?Como es que no la habias conocido en todos estos anos?

– El primer marido de Ruth murio inesperadamente mientras ella estaba embarazada de mi madre. Ruth volvio a casarse pocos meses despues de dar a luz con Fraser Jamison, tu tio abuelo. Naomi, mi madre, lo acepto como su padre. Cuando tenia diecisiete anos, conocio a Jack Nelson, mi padre, y se enamoro perdidamente de el. El no tenia dinero; de hecho, era un perdedor, pero un hombre encantador, de modo que no pudo resistirse. Se escapo con el para casarse, y Ruth y Fraser le dieron la espalda.

La historia concordaba con lo que le habian contado a Ryan, aunque su tio Fraser no habia sido tan generoso en los detalles. Habia descrito a Naomi como una zorra desagradecida que lo desafiaba constantemente, y a su marido como a un bastardo codicioso que deseaba conseguir dinero a toda costa.

– Mi madre estaba embarazada, claro. Yo naci seis meses despues de la boda. Mis dos hermanas vinieron poco despues. Mi madre consiguio un trabajo. Mi padre lo intento, pero no era de los que disfrutaban trabajando. Aunque siempre andaba tramando algo. A veces incluso ganaba algun dinero. Se marcho por primera vez cuando

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