– Relacionados con la paz. Es activista.

– Mejor no te cuento lo que he llegado a imaginar.

– Ha recorrido todo el mundo, la han arrestado mas veces de las que puedo contar, incluidas las dos veces que estuvo ingresada en una prision de maxima seguridad por violar la entrada en zonas de misiles nucleares.

– Caramba.

– Y eso no es mas que la punta del iceberg. Casi se muere en los anos ochenta al declararse en huelga de hambre en protesta por la politica estadounidense en Nicaragua. Mas tarde, ignoro las sanciones de las Naciones Unidas para llevar medicamentos a Irak. -Castora se froto el azucar de los dedos con expresion distante-. Cuando los soldados americanos entraron en Bagdad en 2003, ella estaba alli con su grupo internacional de paz. En una mano sostenia un cartel de protesta. Con la otra, distribuia cantimploras para los soldados. Desde que puedo recordar, ha mantenido sus ingresos lo suficientemente bajos para no pagar el impuesto sobre la renta.

– Eso es como tirar piedras contra su propio tejado, ?no?

– No puede soportar que su dinero se invierta en bombas. Puede que no este de acuerdo con ella en un monton de cosas, pero creo que el gobierno deberia permitir que cada uno eligiera en que quiere invertir el dinero de sus impuestos. ?No te gustaria que todos esos millones que le pagas al tio Sam se dedicaran a escuelas y hospitales en vez de a cabezas nucleares?

Pues si. Campos de entrenamiento para jovenes, un buen programa deportivo para los ninos y operaciones LASIK de cirugia ocular para los arbitros de la NFL. Dean dejo su cafe en la mesa.

– Parece que es un todo un caracter.

– Diras mas bien que es una chiflada.

Era demasiado educado para mostrarse de acuerdo.

– Sin embargo, no lo es. Mi madre es como es, para bien o para mal. Ha sido nominada dos veces al premio Nobel de la Paz.

– Bueno, ahora si que estoy impresionado. -Se reclino en la silla-. ?Y tu padre?

Ella mojo la punta de una servilleta de papel en un vaso de agua y se limpio el azucar del donut de los dedos.

– Se murio un mes antes de que yo naciera. Se le derrumbo un pozo que estaba cavando en El Salvador. No estaban casados.

Algo mas que Castora y el tenian en comun.

Hasta ahora, ella le habia contado un monton de cosas, pero no le habia revelado nada personal. El estiro las piernas.

– ?Quien se encargo de ti mientras tu madre estaba salvando al mundo?

– Un punado de personas bienintencionadas.

– No debe de haber sido agradable.

– No fue tan terrible. Eran hippies, profesores de universidad, trabajadores sociales. Nadie abuso de mi ni me maltrato. Cuando tenia trece anos, estuve viviendo con una traficante de drogas en Houston, pero en defensa de mi madre debo decir que no tenia ni idea de que Luisa se dedicaba a eso, y salvo por aquel tiroteo en coche, me gusto vivir con ella.

Esperaba que Blue estuviera bromeando.

– Vivi en Minnesota durante seis meses con un ministro luterano, pero, como mi madre es muy catolica, la mayor parte del tiempo lo pase con un grupo de monjas activistas.

Ella habia tenido una infancia todavia mas inestable que la suya. Ver para creer.

– Por suerte, los amigos de mi madre son muy buena gente. Aprendi un monton de cosas que la mayoria de los ninos no suelen aprender.

– ?Como cuales?

– Bueno…, se latin y algo de griego. Se hacer una pared, plantar un huerto organico, soy una excelente manitas y una cocinera fuera de serie. Apuesto lo que sea a que no puedes superar eso.

El hablaba condenadamente bien en espanol y tambien era un buen manitas, pero no queria echarle a perder la diversion.

– Hice cuatro pases de touchdown con los Ohio State en la final de la copa universitaria, Rose Bowl.

– Supongo que harias revolotear el corazon de las princesitas de la universidad.

A Castora le gustaba burlarse de el, pero lo hacia tan abiertamente que no resultaba maliciosa. Algo extrano. Se termino el cafe de golpe.

– Con tanto movimiento, seguir las clases en el colegio debio de ser todo un reto.

– Cuando eres siempre la recien llegada, acabas desarrollando ciertas habilidades.

– No lo dudo. -Empezaba a darse cuenta donde se habia originado esa actitud antagonica-. ?Fuiste a la universidad?

– A una pequena universidad de arte. Tenia una beca, pero lo deje al segundo ano. Bueno, es el lugar donde mas tiempo he estado.

– ?Por que te marchaste?

– Me gusta viajar. Naci para vagar, nene.

Lo dudaba. Castora no era asi por naturaleza. De haber sido criada de manera diferente, estaria casada y dando clase en la guarderia a sus propios hijos.

Dejo un billete de veinte dolares sobre la mesa y cuando no espero la vuelta, ella reacciono de manera previsible.

– ?Por dos tazas de cafe, un donut y un bollo que no has terminado!

– Pues comelo tu.

Ella cogio el bollo con rapidez. Mientras cruzaban el aparcamiento, el estudio los dibujos que le habia hecho y se dio cuenta de que habia salido ganando con el trato. Por un par de comidas y el alojamiento de una noche, habia recibido material para la reflexion, ?cuantas veces ocurria eso en su vida?

A medida que transcurria el dia, Dean observo que Castora se sentia mas inquieta. Cuando se detuvo para echar gasolina, ella salio disparada al bano, dejando en el coche el bolso negro de lona. Mientras llenaban el deposito, Dean no se lo penso dos veces: se puso a registrarlo. Ignoro el movil y un par de blocs, y fue directo a por la cartera. Contenia un carnet de conducir de Arizona -era cierto que tenia treinta anos-, carnets de bibliotecas de Seattle y San Francisco, una tarjeta ATM, dieciocho dolares en efectivo y la foto de una mujer de mediana edad con apariencia delicada delante de un edificio en ruinas. Aunque era rubia, tenia los mismos rasgos delicados y menudos que Castora. Debia de ser Virginia Bailey. Registro mas a fondo el bolso y saco un talonario de cheques y dos car tillas de cuentas bancarias de un banco de Dallas. Cuatrocientos dolares en la primera y mucho mas en la segunda. Castora tenia buenos ahorros, ?por que actuaba como si estuviera en la ruina?

Ella regreso al coche. El metio todo de nuevo en el bolso, lo cerro y se lo entrego.

– Estaba buscando caramelos.

– ?En mi cartera?

– ?Como ibas a tener caramelos en la cartera?

– ?Estabas registrandome el bolso! -Por la expresion de su cara dedujo que fisgonear no era algo que la molestara mientras no fuera ella el objetivo. Un dato a tener en cuenta para no

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