Blue siguio intentando tranquilizarla hasta que llegaron al Saab y condujeron por la calle mayor. Riley respondio cuando asi lo requeria, pero Blue sabia que las crueles palabras de la senora Garrison habian dado en el blanco.

Casi habian llegado al letrero de salida del pueblo cuando oyeron la sirena. Miro por el espejo retrovisor y vio un coche de la policia acercandose a ellas. No habia sobrepasado el limite de velocidad, y no se habia saltado ningun semaforo, asi que le llevo un momento darse cuenta de que el policia iba tras ella.

Una hora despues, estaba en la carcel.

10

April y Dean llegaron a la vez para rescatarla. April traia el carnet de conducir de Blue y aclaro que el Saab era suyo. Dean pago la fianza de Blue y cuando salio de la carcel, comenzo a increparla:

– Te dejo sola un par de horas, y ?que haces? ?Acabar en la carcel! Me siento como si estuviera viviendo un episodio de Ilove Lucy.

– ?Me tendieron una trampa! -Blue dio con el hombro contra la puerta del Vanquish cuando Dean tomo un curva demasiado rapido. Estaba tan enfadada que queria golpear algo, empezando con el por no estar tan indignado como ella-. ?Cuando has oido que hayan metido a alguien en la carcel por conducir sin llevar el carnet? En especial cuando se tiene un carnet en regla.

– Que no llevabas encima.

– Pero que podria haber presentado si me hubieran dado la oportunidad.

La policia no habia cuestionado la declaracion de Blue de que Riley era un familiar que visitaba la granja, y mientras Blue se cocia a fuego lento en la celda, Riley se habia tomado una Coca-Cola al tiempo que miraba a Jerry Springer en la tele de la sala de espera. Aun asi, habia sido una experiencia terrible para alguien de once anos, y April la habia llevado de regreso a la granja tan pronto como la policia le devolvio las llaves del Saab.

– Todo este asunto ha sido una farsa. -Desde el asiento del acompanante Blue fulmino con la mirada a Dean, cuyos ojos azules tenia el color exacto de una tormenta en el oceano.

Tomaron otra curva.

– No llevabas carnet, y conducias un coche con matricula de otro estado que no estaba registrado a tu nombre. ?Como puede ser eso una trampa?

– Por Dios, todas esas revistas de moda te han debido de reblandecer el cerebro. Piensa un poco. Diez minutos despues de haber plantado a Nita Garrison, la policia me detiene con la pobre excusa de que iban a comprobar los cinturones de seguridad. ?Como te lo explicas?

El respondio a su colera con condescendencia.

– ?Estas insinuando que esa viejecita con la que te has peleado obligo a la policia a arrestarte?

– Ni siquiera la conoces -apunto ella-. Nita Garrison es una persona muy mezquina, y tiene a todo el pueblo metido en el bolsillo.

– Eres un desastre. Desde que te recogi en aquella…

– Deja de hacerte el santurron. Eres jugador profesional de futbol americano. Seguro que has pisado la carcel alguna vez.

El se revolvio.

– Jamas he estado en prision.

– Lo dudo. La NFL no deja que ningun jugador ponga los pies en el campo a no ser que lo hayan arrestado por lo menos dos veces por asalto y agresion… o le haya dado una buena paliza a su novia o esposa.

– No tiene gracia.

Y probablemente no la tenia, pero ella se sentia mucho mejor.

– Empieza desde el principio -dijo el-, y cuentame exactamente lo que paso con esa ancianita.

Blue le describio el encuentro con todo lujo de detalles. Cuando termino, el guardo silencio unos momentos antes de hablar.

– No niego que Nita Garrison se ha pasado de la raya, pero ?no crees que podias haber sido algo mas comedida?

Blue se enfurecio una vez mas.

– No. A Riley no la defiende nadie. Nadie. Era el momento de cambiar esa situacion.

Esperaba que el le dijera que tenia razon, pero lo unico que hizo fue cambiar de tema y contarle la historia del pueblo.

– Hable con los pintores sobre Garrison y me contaron su historia. -Unas horas antes, ella habria estado ansiosa por oirla, pero no cuando el aun no le habia dado la razon.

Dean adelanto como un rayo a un Dodge Neon que habia tenido la osadia de colocarse delante de el.

– Un politico oportunista llamado Hiram Garrison compro aqui unos dos mil acres despues de la Guerra de Secesion para construir un molino. Su hijo lo amplio (era ese molino abandonado que vimos desde la carretera) y fundo el pueblo sin deshacerse de un solo acre. Si la gente queria construir casas o poner negocios, tenian que arrendarle a el la tierra, incluso para la iglesia. Al final, todo fue a parar a su hijo Marshall. El marido de la senora Garrison.

– Pobre hombre.

– La conocio hace mas de treinta anos en un viaje a Nueva York. El tenia ya cincuenta anos en ese momento, y ella, toda una belleza, lo encandilo.

– Dejame decirte que esos dias han pasado ya. -La leccion de historia la habia puesto en guardia. Tenia la impresion de que el solo estaba intentado ganar tiempo, pero ?para que?

– Marshall compartia al parecer el rechazo de sus antepasados a vender ni un solo acre. Y como no tuvieron hijos, ella lo heredo todo cuando el murio…, la tierra donde se asienta el pueblo y casi todos los negocios.

– Es demasiado poder para una mujer tan horrible. -Se solto la coleta y se la volvio a hacer-. ?Se sabe cuanto pide?

– Veinte millones.

– Eso me sobrepasa. -Lo miro de reojo-. ?Y a ti?

– No si vendo mi coleccion de cromos de beisbol.

Blue no habia esperado que el revelara su fortuna, pero tampoco tenia que ser tan sarcastico al respecto.

Vislumbro una granja lechera cuando la carretera dejo atras las curvas.

– El este de Tennessee es una zona en crecimiento. Muy popular entre los jubilados. Un grupo inversor de Memphis le hizo una oferta por quince millones, pero no la acepto. La gente sospecha que en realidad no quiere vender. -El coche derrapo cuando tomaron el desvio hacia la granja Callaway-. Al no haber permitido que las grandes multinacionales se establezcan aqui, Garrison parece un lugar anacronico anclado en el tiempo, un lugar arcaico y pintoresco, pero algo abandonado. Los dirigentes locales quieren sacar provecho de la parte atractiva del pueblo y convertirlo en un destino turistico, pero Nita se niega a cooperar.

Cuando el se paso la granja a toda velocidad, ella se incorporo en el asiento.

– ?Oye! ?A donde vas?

– A algun lugar privado. -La carretera se convirtio en un camino de tierra.

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