Blue dio un paso hacia delante, pero Dean la detuvo pasandole un brazo por la cintura y atrayendola hacia si.
– No lo hagas. No merece la pena.
Blue no iba a pelear con ella, solo queria dejar bien claras las cosas.
– Sueltame, Dean.
– ?Escondiendote detras de tu gran novio malo? -se mofo la mujer mientras Dean arrastraba a Blue hacia la puerta.
– Yo no me escondo detras de nadie. -Blue planto los pies en el suelo e intento apartar el brazo de Dean. No lo consiguio.
El oso pardo que acompanaba a la mujer irrumpio en la puerta. Tenia el pecho ancho, la mandibula cuadrada y se habia tatuado en los biceps unos barriles de cerveza. La mujer estaba demasiado centrada en Blue para percatarse de su presencia.
– Tu novio, el senor Pez Gordo, quiere asegurarse de que no te doy una buena zurra para poder follarte a base de bien esta noche.
Dean la miro con el ceno fruncido a traves del espejo.
– Senora, tiene una lengua tan sucia que deja mucho que desear como persona.
Alguien se rio detras de Oso Pardo que no se habia molestado en cerrar la puerta, por lo que una multitud de curiosos se habia congregado para observar la escena. Oso Pardo se inclino hacia delante.
– ?Que haces, Karen Ann?
– Yo te dire lo que esta haciendo -replico Blue-. Esta buscando pelea conmigo porque esta hasta el mono de su vida y quiere pagarlo con alguien.
La mujer se agarro al borde del lavabo.
– Trabajo para vivir, perra. No acepto limosnas de nadie. ? Cuantas veces se la tuviste que chupar al Pez Gordo para que te pagara la cena?
Dean la solto.
– A por ella, Blue.
«?A por ella?»
Karen Ann avanzo dando tumbos. Le llevaba una cabeza y por lo menos quince kilos a Blue, pero al menos estaba borracha.
– Ven aqui, munequita -se mofo-, veamos si tu manera de pelear esta a la altura de tus mamadas.
– ?Hasta aqui hemos llegamos! -Blue no sabia por que le acababa de declarar la guerra Karen Ann, pero no le importaba. Atraveso a toda velocidad el suelo de baldosa-. Le recomiendo que se disculpe, senora.
– Que te jodan. -Curvando los dedos como si fueran garras, Karen Ann fue a por el pelo de Blue. Blue la esquivo y le clavo el hombro en el torax.
Con un gemido de dolor, la mujer perdio el equilibrio y cayo al suelo.
– ?Maldita sea, Karen Ann! ?Levanta ese culo! -Oso Pardo intento acercarse pero fue bloqueado por Dean.
– No se meta en esto.
– ?Quien lo dice?
Dean curvo la boca en una perfecta imitacion de sonrisa letal.
– ?No estara pensando seriamente en cabrearme, verdad? ?No le basta con que mi munequita Pee Wee le patee el culo a su novia?
Eso no era del todo cierto. «Pee Wee» solo le habia dado un empujon a una mujer ebria, pero, eso si, con total acierto: le habia dado a Karen Ann en pleno plexo solar. Ahora Karen Ann estaba acurrucada en el suelo y respiraba con dificultad.
– Tu te lo has buscado, gilipollas. -Oso Pardo le lanzo un punetazo.
Dean bloqueo el golpe sin ni siquiera mover los pies. Los clientes del bar comenzaron a jalearlos a gritos, y por lo que pudo observar Blue entre ellos se encontraba el hombre que Dean habia dicho que era juez del condado. Oso Pardo trastabillo y choco contra el marco de la puerta. Entrecerro los ojos y volvio a la carga. Dean se aparto de su camino y Oso Pardo choco contra el dispensador de toallitas. De inmediato se giro y se abalanzo sobre Dean otra vez. Esta vez tuvo suerte y le golpeo en el hombro malo, lo que no gusto a Dean en absoluto. Blue se aparto de un salto de su camino cuando su falso prometido comenzo a tomarse el juego en serio.
Una increible euforia la atraveso mientras observaba el magnifico contraataque. En la vida pocas cosas eran de color blanco o negro y ver como se administraba justicia con tanta rapidez la lleno de alegria. Si Dean pudiera con su gran fuerza, esos rapidos reflejos y su extrana caballerosidad acabar con todos los males del mundo, las Virginia Bailey no tendrian su razon de ser.
Cuando Oso Pardo cayo al suelo, el hombre que Dean habia senalado anteriormente como el director del instituto se abrio paso entre la multitud.
– Ronnie Archer, sigues teniendo el cerebro de un mosquito. Levantate y vete de aqui.
Oso Pardo intento rodar sobre su espalda, pero no lo consiguio. Karen Ann, mientras tanto, habia gateado hasta uno de los inodoros para vomitar.
El peluquero y el camarero ayudaron a Oso Pardo a ponerse en pie. A juzgar por la expresion de sus caras, no era el tio mas popular del pueblo. Uno de los hombres le paso una toalla de papel para que se limpiara la sangre mientras el otro lo conducia hacia fuera. Blue logro colocarse al lado de Dean, pero aparte de una rozadura en el codo y algo de suciedad en sus vaqueros de diseno, parecia estar ileso.
– Ha sido muy divertido -Recorrio con la mirada a Blue-. ?Estas bien?
La pelea de Blue habia terminado antes de empezar, pero ella aprecio su preocupacion.
– Estoy bien.
El sonido de la vomitera de Karen se detuvo, y el director del instituto se acerco al inodoro. Ayudo a salir a una tambaleante Karen Ann con la cara palida.
– A los habitantes de este pueblo no nos gusta que nos hagais parecer unos paletos borrachos delante de los desconocidos. -La condujo a traves de la gente-. ?Tienes intencion de buscar pelea con cada mujer que te recuerde a tu hermana durante el resto de tu vida?
Blue y Dean intercambiaron una mirada.
Despues de deshacerse de los dos borrachos, el juez del condado, Gary, el peluquero, el director del instituto y una mujer, que todo el mundo llamaba Syl y que era duena de una tienda de articulos de segunda mano, insistieron en invitar a Dean y Blue a una copa. Les informaron con rapidez de que Ronnie era estupido, pero no era mala persona. Karen Ann era tan mala como parecia solo habia que echarle una mirada a sus puntas abiertas y a pelo tenido- lo era incluso antes de que su bonita hermana menor, Lyla, se hubiera fugado con su marido y, todavia peor, con el Trans Am. rojo de Karen Ann.
– Podeis estar seguros de que adoraba a ese coche -dijo el juez Pete Haskins.
Al parecer, Lyla, la hermana de Karen Ann, tenia la misma constitucion de Blue y el pelo oscuro, aunque el de ella tenia algo mas de forma que el de Blue, segun senalo con tacto Gary, el peluquero.
– Dimelo a mi -murmuro Dean.
– Karen Ann se metio con Margo Gilbert hace un par de semanas -senalo Syl-, y ella no se parece tanto a Lyla como Blue.
Poco antes de que Blue y Dean se marchasen, el camarero que se parecia a Chris Rock, cuyo nombre real era Jason, convino en no servir mas que una bebida por noche a Ronnie o Karen Ann, incluso durante el buffet italiano «Come todo lo que puedas» de los miercoles, que era el evento favorito de Ronnie.
