estaban ahi hacia doce anos, cuando ella le habia vertido de forma supuestamente accidental una copa de vino en el regazo.

Desde el momento en que lo vio habia empezado a imaginar como desnudarlo, pero el no se lo puso facil. Como el le explico mas tarde, los hombres como el no estaban acostumbrados a que las mujeres hermosas les acosasen. Pero ella sabia lo que queria, y queria a Harry Briggs. Su serena inteligencia y su apariencia tranquila iban a ser el antidoto perfecto para su vida salvaje y descarriada.

Ahora, Connor estaba tumbado sobre el pecho de Harry, con los dedos de una de sus regordetas manitas bajo el cuello de su padre. Brittany estaba apretada contra el otro lado, con los restos de sus braguitas hechas jirones colgando del brazo de su padre. Steffie se habia acurrucado cerca de las piernas de Harry. Solo Jeremy estaba desaparecido, y sospechaba que solo un supremo acto de voluntad le habria llevado a su habitacion en lugar de quedarse con su padre y las «ninatas».

Durante doce anos, Harry habia sido la calma para su fuego, acarreando con todos los dramas y los excesos emocionales que la caracterizaban. A pesar de su mutuo amor, no habia sido facil. Su tendencia al desorden volvia loco a Harry, y ella odiaba el modo en que el escurria el bulto cuando ella le pedia que expresase sus sentimientos. Ella siempre habia 'temido en secreto que el acabase abandonandola por alguien mas parecido a el.

Connor se movio sobre el pecho de su padre, que de forma instintiva lo apreto contra si. ?Cuantas noches habian pasado juntos en la cama con los ninos? Ella nunca los echaba. No le parecia logico que los elementos mas seguros de la familia, los padres, pudiesen estar juntos durante la noche pero los mas pequenos y vulnerables tuvieran que dormir solos. Despues del nacimiento de Brittany, colocaron su colchon de matrimonio en el suelo para no tener que preocuparse de que los ninos cayesen al suelo durante la noche y se hiciesen dano.

Sus amigos no podian creerlo. «?Como os las arreglais para hacer el amor?» Pero las puertas de su casa tenian llave, y ella y Harry siempre se las habian ingeniado para encontrar una manera de hacerlo. «Siempre» queria decir hasta su ultimo embarazo, cuando el, finalmente, la rechazo.

El se desperezo y abrio los ojos. No fijo la vista hasta que la vio. Por un momento, ella creyo ver un retazo de aquel amor conocido y firme, pero al poco su rostro no mostro expresion alguna y ella dejo de ver nada.

Se dio la vuelta y se fue a buscar una cama vacia.

En una pequena casa en las afueras de Casalleone, Vittorio Chiara atrajo hacia si a su mujer. A Giulia le gustaba dormir con los dedos enredados en el pelo de su marido, y ahi es donde los tenia en ese momento, hundidos en aquellos largos mechones. Pero ella no estaba dormida. Tenia la mejilla apoyada en el pecho de Vittorio, por lo que el supo que habia estado llorando, y sus silenciosas lagrimas le partian el corazon.

– Isabel se ira en noviembre -susurro el-. Haremos todo lo que podamos hasta entonces.

– ? Y que pasa si no se va? Por lo que sabemos, podria venderle la casa a ella.

– No le des mas vueltas, cara.

– Se que tienes razon, pero…

El la abrazo con fuerza para tranquilizarla. Unos pocos anos antes le habria hecho el amor, pero ahora ya no resultaba divertido.

– Hemos esperado mucho tiempo -susurro el-. Noviembre no queda lejos.

– Son buena gente.

Su voz sono tan triste que el casi no pudo resistirlo, y le dijo lo unico que creia que podia animarla.

– Estare en Cortona el miercoles por la noche con esos americanos que me han contratado. Podrias reunirte conmigo.

Ella no contesto, pero al cabo asintio contra su pecho.

– Alli estare -dijo, y su voz sono tan triste como el imaginaba.

– Esta vez funcionara, ya lo veras.

Noto su aliento en el pecho.

– Solo si ella se va.

Algo desperto a Isabel. Se estiro en la cama, y empezo a darse la vuelta cuando volvio a oirlo, un golpecito contra la ventana. Escucho.

No oyo nada, pero de pronto capto algo: sonido de guijarros golpeando el cristal. Se levanto y se asomo a la ventana. Solo el leve brillo de la luna iluminaba el jardin. Entonces lo vio.

Un fantasma.

Se movia por el olivar como una vaporosa aparicion. Penso en despertar a Ren, pero acercarse a su cama no parecia una buena idea. Mejor esperar hasta la manana.

El fantasma se movio entre los arboles y despues se alejo. Isabel le saludo con la mano, cerro la ventana y volvio a la cama.

13

Tracy disfruto del lujo de despertarse sin sentir los empujones de una nina de cinco anos o la humedad procedente del panal de Connor. Si no aprendia pronto a utilizar el orinal iba a enviarlo de vuelta a casa.

Oyo el maullido de Jeremy seguido de un agudo chillido de Steffie. La estaba molestando de nuevo, y Brittany probablemente estaba ya recorriendo la casa desnuda, y Connor tendria diarrea si habia comido demasiada fruta para desayunar, pero en lugar de levantarse hundio la cara en la almohada. Aun era temprano. ?Pero y si Harry queria irse ya? No podia resistir la idea de verle partir.

Cerro los ojos e intento volver a dormirse, pero el bebe empezo a darle patadas dentro del vientre, por lo que se obligo a ir al bano. En cuanto se sento en la taza, la puerta se abrio de golpe y entro Steffie.

– Odio a Jeremy. Dile que deje de molestarme.

Aparecio Brittany, vestida para variar, pero se habia pintado toda la cara con el pintalabios de Tracy.

– ?Mami! ?Mirame!

– ?Cogeme! -la desafio Connor, haciendo tambien acto de presencia. Harry ya estaba alli, en el umbral de la puerta, mirandola. Todavia no se habia duchado, y llevaba puestos los vaqueros y una camiseta de dormir. Solo Harry Briggs podia llevar una camiseta elegida especificamente para dormir: una de esas demasiado viejas para llevarlas cada dia pero no demasiado raidas para tirarlas. Incluso con su camiseta para dormir, tenia mejor aspecto que ella, sentada en la taza con el camison arrebujado en la cintura.

– ?Puedo tener un poco de intimidad, por favor?

– Odio a Jeremy. Me ha llamado…

– Hablare con el. Ahora, salid. Todos.

Harry se aparto de la puerta y dijo:

– Vamos, chicos. Anna ha dicho que el desayuno estara listo en un minuto. Ninas, haceos cargo de vuestro hermano.

Los ninos salieron en tromba, y Tracy se quedo a solas con Harry, la persona con la que menos deseaba quedarse en esos momentos.

– Todos tambien te incluye a ti. ?Por que sigues aqui?

El la miro a traves de sus gafas.

– Porque mi familia esta aqui.

– ?Asi es como cuidas de ella? -Nunca estaba de buen humor por las mananas, pero ese dia se sentia especialmente de morros-. Sal. Tengo que hacer pipi.

– Pues hazlo. -Fue y se sento en el extremo de la banera.

Tarde o temprano, a todas las mujeres embarazadas se les niega toda posibilidad de dignidad, y esa era una de tales ocasiones. Cuando acabo, el le paso un pedazo de papel higienico muy bien doblado. Ella lo arrugo solo para demostrarle que no todo en la vida podia ser tan preciso como el queria. Gimio, se balanceo y acabo poniendose en pie para lavarse las manos, todo sin mirarle.

– Te propongo que hablemos ahora que los ninos estan desayunando. Me gustaria ponerme en camino al mediodia.

Вы читаете Toscana Para Dos
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату
×