era intentar absorber todo aquel liquido con un simple cuadradito de papel. El comenzo a reirse y luego lo hizo ella; la mano de el estaba ligeramente apoyada en el hombro de Josie cuando Matt aparecio y golpeo al chico en la cara.

– ?Que estas haciendo?-habia gritado Josie.

El chico estaba inconsciente en el suelo y la gente estaba intentando quitarse de en medio pero manteniendose en cambio lo suficientemente cerca como para ver la pelea. Matt agarro a Josie de la muneca con tanta fuerza que ella penso que iba a rompersela. La arrastro fuera de la casa y la metio en el coche, donde luego se sento en un silencio glacial.

– El solo intentaba ayudarme-dijo Josie.

Matt metio la marcha atras y acelero el coche.

– ?Te quieres quedar? ?Quieres ser una perra?

Empezo a conducir como un lunatico, saltandose los semaforos en rojo, girando sobre dos ruedas las esquinas, doblando la velocidad permitida. Ella le dijo tres veces que fuera mas despacio y despues solo cerro los ojos y espero que terminara pronto.

Cuando Matt hizo rechinar las ruedas para parar frente a la casa de ella, Josie se volvio hacia el, inusualmente tranquila.

– No quiero salir mas contigo-le dijo, y bajo del coche.

La voz de el la siguio hasta la puerta de entrada.

– De acuerdo. ?Por que querria salir con una maldita perra, de todos modos?

Ella se las habia ingeniado para evitar a su madre, fingiendo un dolor de cabeza. En el cuarto de bano, se miro fijamente en el espejo, intentando hacerse una idea de quien era aquella chica a la que, repentinamente, le habia nacido una gran fuerza interior, y por que tenia tantas ganas de llorar. Estuvo tumbada en la cama durante una hora, con las lagrimas cayendole por la comisura de los ojos, preguntandose por que-si era ella la que lo habia dejado-se sentia tan desgraciada.

Cuando sono el telefono, pasadas las tres de la manana, Josie lo tomo y volvio a colgar, para que cuando su madre lo tomara pensara que habia sido un numero equivocado. Aguanto la respiracion durante unos segundos, y despues levanto el receptor y marco: *69. Sabia, incluso antes de ver la serie de numeros que le era tan familiar, que era Matt.

– Josie-dijo el cuando ella le devolvio la llamada-, ?estabas mintiendo?

– ?Acerca de que?

– De que me querias.

Ella apreto la cara contra la almohada.

– No-susurro.

– No puedo vivir sin ti-le dijo Matt, y entonces oyo algo que sonaba como si alguien sacudiera un frasco de pastillas.

Josie se quedo de piedra.

– ?Que estas haciendo?

– ?Que te importa?

Su mente comenzo a correr a toda velocidad. Tenia permiso de conducir, pero no podia sacar el coche ella sola, y tampoco despues de que oscureciera. Vivia demasiado lejos de Matt como para correr hasta alli.

– No te muevas-dijo ella-. Simplemente…no hagas nada.

Abajo, en el garaje, encontro una bicicleta que no habia montado desde que iba a la escuela, y pedaleo los seis kilometros y medio que habia hasta la casa de Matt. Cuando llego, estaba lloviendo; su cabello y su ropa estaban adheridos a su piel. En el dormitorio de Matt, en el primer piso, la luz todavia estaba encendida. Josie echo unas piedrecitas a su ventana y el abrio para que ella pudiera trepar y entrar.

En el escritorio de el habia un frasco de Tylenol y una botella, abierta, de whisky. Josie le miro a la cara.

– Has…

Pero Matt la rodeo con sus brazos. Olia a alcohol.

– Me has dicho que no…que no quieres seguir viendome.-Luego se alejo de ella-. ?Harias algo por mi?

– Cualquier cosa-prometio ella.

Matt la habia agarrado otra vez entre sus brazos.

– Dime que no lo decias en serio.

Ella sintio que una jaula estaba encerrandola; se habia dado cuenta demasiado tarde de que Matt la tenia atrapada. Como cualquier animal incauto que hubiera caido en una trampa, el unico modo de salir incluia dejar atras una parte de si misma.

– Lo siento-dijo Josie, al menos mil veces esa noche; porque todo habia sido culpa de ella.

– Doctor Wah-dijo Diana-, ?cuanto le pagan a usted por su trabajo en este caso?

– Mis honorarios son de dos mil dolares por dia.

– ?Seria erroneo decir que uno de los componentes mas importantes para diagnosticar al acusado fue el tiempo que usted paso entrevistandole?

– En absoluto.

– A lo largo de esas diez horas, usted confiaba en que el fuese sincero con usted en su recuerdo de los acontecimientos, ?verdad?

– Si.

– No tenia usted forma de saber si el no estaba siendo sincero, ?o si?

– Llevo haciendo esto mucho tiempo, senora Leven-dijo el psiquiatra-. He entrevistado a suficiente gente como para saber si alguien esta intentando enganarme.

– Para determinar si un adolescente esta enganandole o no usted se basa en parte en las circunstancias en las que se encuentra, ?correcto?

– Claro.

– Y las circunstancias en las que usted encontro a Peter eran que estaba encerrado en una carcel por multiples asesinatos de primer grado.

– Es verdad.

– Asi que, basicamente-prosiguio Diana-, se podria decir que Peter tenia un incentivo inmenso para encontrar una forma de salir de alli.

– O, senora Leven-rebatio el doctor Wah-, tambien podria decirse que no tenia nada que perder por decir la verdad.

Diana apreto los labios; una respuesta de si o no hubiera estado mejor.

– Usted ha dicho que parte de su diagnostico de sindrome de estres postraumatico venia del hecho de que el acusado estaba intentando que le ayudaran y no lo conseguia. ?Eso se basa en la informacion que el le dio durante las entrevistas?

– Si, corroborada por sus padres y por algunos profesores que testificaron para usted, senora Leven.

– Usted tambien ha dicho que parte de su diagnostico del sindrome estaba demostrado por la tendencia de Peter a refugiarse en un mundo de fantasia, ?correcto?

– Si.

– ?Y eso se basa en los videojuegos de los que Peter le hablo durante las entrevistas?

– Correcto.

– ?No es cierto que cuando usted envio a Peter al doctor Ghertz, le dijo que iba a hacerle unos estudios cerebrales?

– Si.

– ?No podia Peter haberle dicho al doctor Ghertz que una cara sonriente parecia enojada, si pensaba que eso podria ayudarle a llegar a determinado diagnostico?

– Supongo que seria posible…

– Usted tambien ha dicho, doctor, que leer un correo electronico en la manana del seis de marzo es lo que puso a Peter en un estado disociativo, uno lo suficientemente fuerte como para permanecer durante toda la incursion asesina al Instituto Sterling…

– Protesto…

– Admitida-dijo el juez.

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