(Tiempo atras, en Yarvil, Shirley habia tenido que aguantar las burlas de muchos hombres por la reputacion de su madre, aunque ella, Shirley, habia sido todo lo pura que se puede ser.)
—Mi abuelo se encuentra mal —le estaba contando Lexie a Andrew—. ?De que son esos pasteles?
Andrew se agacho detras de la barra, ocultando lo ruborizado que estaba.
«Me morree con tu madre.»
Habia estado a punto de faltar al trabajo. Temia que Howard lo pusiera de patitas en la calle por besar a su nuera y lo aterrorizaba que Miles Mollison irrumpiera en la cafeteria buscandolo. Por otra parte, no era tan ingenuo como para no comprender que Samantha, con sus cuarenta y largos anos segun sus crueles calculos, seria la mala de la pelicula. La defensa de Andrew era simple: «Ella estaba borracha y se me echo encima.»
En la verguenza que sentia habia un apice de orgullo. Tenia ganas de ver a Gaia, contarle que una mujer mayor se habia abalanzado sobre el. Confiaba en que los dos se rieran de la escena como se habian reido de Maureen, pero que en el fondo Gaia se quedara impresionada; y en que, entre risa y risa, el lograra averiguar que habian hecho exactamente ella y Fats, hasta donde le habia dejado llegar. Andrew estaba dispuesto a perdonarla: Gaia tambien estaba bastante borracha. Pero no se habia presentado a trabajar.
Fue en busca de una servilleta para Lexie y casi choco con la mujer del jefe, que estaba detras del mostrador con su EpiPen en la mano.
—Howard queria que comprobase una cosa —le dijo Shirley—. Esta jeringuilla no puede estar aqui. La dejare en la trastienda.
XII
A medio paquete de Rolos, a Robbie le entro mucha sed. Su hermana no le habia comprado nada de beber. Bajo del banco y se agacho en la hierba; desde ahi entreveia a Krystal en los arbustos con aquel desconocido. Al cabo de un rato, descendio por el talud hacia ellos.
—Tengo sed —gimoteo.
—?Robbie, sal de ahi! —chillo Krystal—. ?Vuelve a esperarme en el banco!
—?Quiero beber!
—Joder… vuelve al banco y te llevo algo dentro de un momento. ?Vamos, largate, Robbie!
Sollozando, el crio volvio a subir por el resbaladizo talud hasta el banco. Estaba habituado a que no le dieran lo que pedia y era desobediente por costumbre, porque el enfado y las normas de los adultos eran arbitrarios, y el habia aprendido a obtener lo que queria donde y cuando pudiera.
Enfadado con Krystal, se bajo del banco y se alejo un poco por la calle. Un hombre con gafas de sol caminaba por la acera hacia el.
(Gavin habia olvidado donde tenia aparcado el coche. Habia salido de casa de Mary y echado a andar por Church Row, y al llegar a la altura de donde vivian Miles y Samantha se percato de que iba en la direccion equivocada. Como no queria volver a pasar por la casa de los Fairbrother, habia dado un rodeo para regresar al puente.
Vio al nino, con la cara manchada de chocolate y aspecto desalinado, y paso de largo; su felicidad se habia hecho anicos y casi deseaba ir a casa de Kay para que ella lo consolara en silencio. Siempre se mostraba encantadora cuando lo veia triste, eso era lo primero que lo habia atraido de ella.)
El borboteo del rio aun le daba mas sed a Robbie. Lloro un poco mas y cambio de direccion, alejandose del puente, mas alla del sitio donde se escondia Krystal. Los arbustos habian empezado a moverse. Robbie siguio andando hasta que descubrio una abertura en un largo seto a la izquierda de la calle. Se acerco y vio un campo de deportes al otro lado.
Robbie se colo por el agujero y contemplo la amplia superficie verde, con un enorme castano y porterias en los extremos. Sabia que eran porque su primo Dane le habia ensenado a chutar una pelota de futbol en el parque infantil. Robbie nunca habia visto una extension de verde como aquella.
Una mujer cruzaba el campo deprisa, cabizbaja y con los brazos cruzados.
(Samantha llevaba mucho rato caminando, sin destino concreto siempre y cuando no fuera Church Row. Se habia hecho muchas preguntas y encontrado muy pocas respuestas; y una de esas preguntas era si no habria ido demasiado lejos al soltarle a Miles lo de aquella estupida carta, que habia escrito borracha y mandado por puro rencor, y que ahora le parecia bastante menos ingeniosa…
Alzo la vista y sus ojos se encontraron con los de Robbie. Los ninos solian colarse a traves del seto para jugar en el campo los fines de semana. Sus propias hijas lo habian hecho de pequenas.
Samantha salto la verja y se alejo del rio en direccion a la plaza principal. El asco de si misma la embargaba, por mucho que intentara dejarlo atras.)
Robbie volvio a cruzar el agujero del seto y siguio un rato por la acera a la mujer que caminaba deprisa, pero no tardo en perderla de vista. El paquete mediado de Rolos se le estaba fundiendo en la mano y tenia mucha sed. A lo mejor Krystal ya habia acabado. Volvio sobre sus pasos.
Cuando llego al primer grupo de matorrales en la ribera, vio que ya no se movian, y penso que no pasaba nada si se acercaba.
—Krystal —llamo.
Pero en los arbustos no habia nadie. Su hermana habia desaparecido.
Robbie se echo a llorar y la llamo a gritos. Trepo de nuevo por el talud y miro desesperado a un lado y otro de la calle; no habia rastro de su hermana.
—?Krystal! —grito.
Una mujer de pelo corto y canoso lo miro con el entrecejo fruncido cuando pasaba por la acera de enfrente.
Shirley habia dejado a Lexie en La Tetera de Cobre, donde parecia muy a gusto, pero cuando empezaba a cruzar la plaza habia visto a lo lejos a Samantha, que era la ultima persona que deseaba ver, asi que habia tomado la direccion contraria.
Los lloriqueos y chillidos del nino resonaron a su espalda mientras ella se alejaba. Aferraba con fuerza la EpiPen que llevaba en el bolsillo. No seria el blanco de bromas lascivas. Queria ser pura y digna de lastima, como Mary Fairbrother. Su rabia era tan enorme, tan peligrosa, que le impedia pensar de forma coherente: queria actuar, castigar, acabar de una vez.
Justo antes de llegar al puente de piedra, unos matorrales se agitaron a su izquierda. Miro hacia abajo y vislumbro algo inmundo y repugnante que la hizo seguir caminando.
XIII
Sukhvinder llevaba aun mas rato que Samantha caminando por Pagford. Habia salido de la antigua vicaria poco despues de que su madre le dijera que debia ir a trabajar, y desde entonces vagaba por las calles, respetando invisibles zonas de exclusion en torno a Church Row, Hope Street y la plaza principal.
Tenia casi cincuenta libras en el bolsillo, que constituia lo que habia ganado en la cafeteria y la fiesta, asi como la cuchilla de afeitar. Habria querido llevarse tambien su libreta de la caja de ahorros, que guardaba en un pequeno archivador en el estudio de su padre, pero Vikram estaba sentado a su escritorio. Habia esperado un rato en la parada el autobus de Yarvil, pero al divisar a Shirley y Lexie Mollison calle abajo se habia escabullido.
La traicion de Gaia habia sido brutal e inesperada. Ligarse a Fats Wall… Ahora que tenia a Gaia, dejaria a Krystal. Cualquier chico dejaria a una chica por Gaia, eso seguro. Pero ella no habria soportado ir a trabajar y tener que oir a su unica amiga diciendole que en el fondo Fats Wall era un buen tio.
Le vibro el movil. Gaia ya le habia mandado dos SMS.
Vaya pedo llevaba anoche eh?
Vas a currar?