Puntos debiles de los Cuerpos de Voluntarios

22.23 El principal punto debil de estos cuerpos es que son dificiles de formar pero proclives a desintegrarse…

Charles Arnold-Baker La administracion local, 7.? edicion

I

Colin Wall habia imaginado muchas veces, muchisimas, que la policia aparecia ante su puerta. Ocurrio, finalmente, el domingo al anochecer: dos agentes, un hombre y una mujer, pero no venian a arrestarlo a el, sino en busca de su hijo.

Habia ocurrido un accidente mortal, y «Stuart, ?no?» era un testigo.

—?Esta en casa?

—No —contesto Tessa—. Dios mio… Robbie Weedon… Pero si vive en los Prados, ?que hacia aqui?

La agente les explico amablemente lo que creian que habia ocurrido. La frase que utilizo fue: «Los adolescentes lo perdieron de vista.»

Tessa penso que iba a desmayarse.

—?No saben donde esta Stuart? —pregunto el agente.

—No —contesto Colin; se lo veia demacrado y con grandes ojeras—. ?Cuando lo han visto por ultima vez?

—Cuando nuestros companeros han llegado alli, parece que Stuart ha… bueno, que ha salido corriendo.

—Dios mio —volvio a decir Tessa.

—No contesta —dijo Colin con tono tranquilo; acababa de llamarlo a su movil—. Tenemos que ir en su busca.

Colin llevaba toda la vida esperando una calamidad: estaba preparado. Cogio el abrigo.

—Voy a llamar a Arf —dijo Tessa, y corrio hasta el telefono.

Las noticias del desastre no habian llegado aun a Hilltop House, aislada como estaba en lo alto del pueblo. El movil de Andrew sono en la cocina.

—Si —dijo con la boca llena de tostada.

—Andy, soy Tessa Wall. ?Esta Stu contigo?

—No. Lo siento. —Pero no sentia en absoluto que Fats no estuviese con el.

—Ha ocurrido algo, Andy. Stu estaba en el rio con Krystal Weedon y ella tenia consigo a su hermanito, y el nino se ha ahogado. Stu ha salido corriendo… ha huido a algun sitio. ?Se te ocurre adonde puede haber ido?

—No —contesto Andrew automaticamente, porque ese era el codigo que tenian Fats y el: no decirles nunca nada a los padres.

Pero el espanto de lo que Tessa acababa de contarle recorrio la linea telefonica como una niebla fria y humeda. De pronto todo se volvio menos claro, menos seguro. Tessa estaba a punto de colgar.

—Espere, senora Wall. A lo mejor si que se… Hay un sitio en la orilla del rio…

—No creo que se haya quedado cerca del rio —lo interrumpio Tessa.

Transcurrieron unos segundos y Andrew se convencio cada vez mas de que Fats estaba en el Cubiculo.

—Es el unico sitio que se me ocurre —dijo.

—Dime donde…

—Tendre que ensenarle como llegar.

—?Estare ahi en diez minutos! —exclamo Tessa.

Colin ya estaba recorriendo a pie las calles de Pagford. Tessa cogio el Nissan y subio por la tortuosa carretera de la colina. Andrew estaba en la esquina en la que solia coger el autobus. El le indico que descendiera y cruzara el pueblo. A la luz del crepusculo, las farolas arrojaban un tenue resplandor.

Aparcaron junto a los arboles, donde Andrew solia dejar tirada la bicicleta de Simon. Tessa bajo del coche y lo siguio hasta la orilla del agua, perpleja y asustada.

—Aqui no esta —dijo.

—Es por ahi —indico Andrew, senalando la pared de roca de la colina de Pargetter, que descendia a pico hasta el rio, dejando solo una estrechisima senda entre ella y las raudas aguas.

—?Que quieres decir? —pregunto Tessa, horrorizada.

Andrew habia sabido desde el principio que ella no podria cruzar con el, baja y rechoncha como era.

—Ire a echar un vistazo. Puede esperarme aqui.

—Pero ?es demasiado peligroso! —exclamo Tessa por encima del fragor del rio.

Ignorandola, el chico emprendio el camino, buscando los familiares asideros con manos y pies. Mientras avanzaba palmo a palmo por la estrecha cornisa, a ambos se les ocurrio lo mismo: que Fats podia haber caido, o saltado, al rio que fluia atronador tan cerca de los pies de Andrew.

Tessa se quedo en la orilla hasta que dejo de ver a Andrew. Entonces se alejo, intentando contener las lagrimas por si Stuart estaba alli; necesitaba hablar con el con calma. Por primera vez, se pregunto donde estaria Krystal. La policia no lo habia dicho y la angustiosa preocupacion por Fats habia borrado todo lo demas…

«Por favor, Dios mio, haz que encuentre a Stuart —rogo—. Por favor, haz que lo encuentre.»

Luego saco el movil del bolsillo de la rebeca y llamo a Kay Bawden.

—?No se si te has ha enterado! —exclamo por encima del ruido continuo, y se lo conto.

—Pero yo ya no soy su asistente social —repuso Kay.

A unos siete metros de distancia, Andrew habia llegado al Cubiculo. Estaba oscuro como boca de lobo; nunca habia estado alli tan tarde. Se balanceo y salto al interior.

—?Fats?

Oyo moverse algo al fondo de la cueva.

—?Fats? ?Estas ahi?

—?Tienes fuego, Arf? —pregunto una voz irreconocible—. Se me han caido las malditas cerillas.

Andrew penso en avisar a Tessa, pero ella no sabia cuanto rato se tardaba en llegar al Cubiculo. Podia esperar un poco mas.

Andrew le tendio el mechero. A la luz vacilante de la llama, vio que no era solo la voz de su amigo lo que habia cambiado. Fats tenia los ojos hinchados y toda su cara parecia abotargada.

La llama se extinguio. El ascua del cigarrillo de Fats brillo en la oscuridad.

—?Esta muerto? ?Su hermano?

Andrew no habia caido en la cuenta de que Fats no lo sabia.

—Si —contesto, y anadio—: Me parece que si, es lo que he oido.

Se hizo el silencio y, entonces, desde la oscuridad, le llego un chillido apagado, como el de un cochinillo.

—?Senora Wall! —exclamo Andrew, asomando la cabeza todo lo que pudo, tanto que el fragor del rio ahogaba los sollozos de Fats—. ?Senora Wall, esta aqui!

II

En la abarrotada casita junto al rio, donde las mantas, las coquetas sillas y las viejas alfombras estaban ahora empapadas, la agente de policia se habia mostrado delicada y amable con Sukhvinder. La anciana duena le habia traido una bolsa de agua caliente y una taza de te, que la chica fue incapaz de levantar, porque temblaba como un taladro. Habia ido soltando retazos de informacion: su propio nombre, el de Krystal y el del ninito

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