seccionados y la punzada del aire en la herida, el calor humedo al brotar la sangre. Percibio un cosquilleo alrededor de la boca, una especie de exceso de sensibilidad, como si ya tuviera la cicatriz.

—?Dane todavia lleva una navaja? —pregunto.

—?Y yo que se si lleva una navaja?

—Un dia amenazo con ella a Kevin Cooper.

—Ya. Cooper es un capullo, ?si o no?

—Si, tienes razon —confirmo Fats.

—Esa navaja Dane la lleva por los hermanos Riordon.

A Fats le gustaba la naturalidad de Krystal; que aceptara que un chico llevara una navaja porque habia una rencilla que probablemente acabaria en violencia. Aquello era la vida real, esas eran cosas que de verdad importaban… Ese dia, antes de que Arf llegara a su casa, Cuby habia estado atosigando a Tessa para que le diera su opinion sobre si debia imprimir su folleto electoral en papel amarillo o blanco…

—?Y ahi? —propuso Fats al cabo de un rato.

A su derecha habia un largo muro de piedra; la cancela, abierta, dejaba entrever piedras y vegetacion.

—Si, vale —dijo Krystal.

Ya habia estado una vez en el cementerio, con Nikki y Leanne; se habian sentado encima de una tumba a beber un par de latas de cerveza, un poco cohibidas por lo que estaban haciendo, hasta que una mujer les grito y las insulto. Al marcharse de alli, Leanne le habia lanzado una lata vacia.

Cuando enfilaron el ancho paseo asfaltado entre las tumbas, a Fats le parecio un sitio arriesgado, estarian demasiado expuestos: el terreno era verde y llano, y las lapidas no ofrecian practicamente ningun cobijo. Entonces diviso unos setos de agracejo junto al muro del fondo. Atajo por el camino mas corto y Krystal lo siguio con las manos en los bolsillos. Avanzaron entre lechos de gravilla rectangulares y lapidas resquebrajadas e ilegibles. Era un cementerio grande, extenso y bien cuidado. Poco a poco llegaron a donde estaban las tumbas mas recientes, de marmol negro muy pulido y letras doradas, donde se veian flores frescas para los difuntos.

Lyndsey Kyle 15/9/1960 - 26/3/2008 Que descanses, mama

—Si, ahi detras estaremos bien —dijo Fats observando el oscuro hueco entre los espinosos arbustos de flores amarillas y la tapia del cementerio.

Se internaron a gatas en el humedo y oscuro recoveco de tierra y se sentaron con la espalda contra la fria tapia. Entre las ramas de los arbustos veian las pulcras hileras de lapidas, pero a nadie entre ellas. Confiando en impresionar a Krystal, Fats lio un canuto con dedos expertos.

Pero Krystal tenia la mirada perdida bajo la boveda de hojas brillantes y oscuras y pensaba en Anne-Marie, que el jueves habia ido a visitar a la abuelita Cath (se lo habia contado su tia Cheryl). Si ella se hubiera saltado las clases y tambien hubiera ido ese dia, por fin la habria conocido. Habia imaginado muchas veces ese primer encuentro y como le diria: «Soy tu hermana.» En esas fantasias, Anne-Marie siempre se alegraba muchisimo, y a partir de entonces se veian a todas horas y Anne-Marie acababa proponiendole que se fuera a vivir con ella. La Anne-Marie imaginaria tenia una casa como la de la abuelita Cath, limpia y ordenada, solo que mucho mas moderna. Ultimamente, Krystal anadia un precioso bebe sonrosado en una cuna con volantes.

—Toma —dijo Fats pasandole el porro.

Krystal dio una calada y retuvo el humo en los pulmones unos segundos; su expresion se torno sonadora cuando el hachis empezo a obrar su magia y relajo sus facciones.

—Tu no tienes hermanos, ?no?

—No —respondio Fats palpandose el bolsillo para comprobar que llevaba los condones.

Krystal empezo a notar una agradable sensacion de mareo y le devolvio el canuto. El dio una larga calada y exhalo anillos de humo.

—Soy adoptado —revelo al cabo de un rato.

Krystal lo miro con ojos como platos.

—?Adoptado? ?Lo dices en serio?

Con los sentidos embotados, las confidencias brotaban casi solas; todo se volvia mas facil.

—A mi hermana tambien la adoptaron —dijo Krystal, maravillada ante la coincidencia y contentisima de hablar de Anne-Marie.

—Si, probablemente vengo de una familia como la tuya.

Pero ella no le hizo caso; tenia ganas de hablar.

—Tengo una hermana mayor y un hermano mayor, Liam, pero se los llevaron antes de que yo naciera.

—?Por que?

De pronto, Fats le prestaba toda su atencion.

—Mi madre estaba entonces con Ritchie Adams —continuo. Dio una buena calada al porro y exhalo el humo en una larga y fina bocanada—. Es un psicopata. Le ha caido la perpetua. Se cargo a un tio. Se ponia muy violento con mama y los ninos, y entonces vinieron John y Sue y se los llevaron. Los sociales se metieron en medio, y al final John y Sue se los quedaron.

Dio otra calada y se puso a pensar en aquella epoca anterior a su nacimiento, plagada de sangre, rabia y oscuridad. Habia oido algunas historias acerca de Ritchie Adams, sobre todo a traves de la tia Cheryl. Ritchie apagaba las colillas en los bracitos de Anne-Marie cuando esta solo tenia un ano, y le daba patadas en las costillas. Le habia partido la cara a Terri, y el pomulo izquierdo le habia quedado mas hundido que el derecho. La adiccion de Terri habia alcanzado cotas catastroficas. La tia Cheryl se refirio con toda normalidad a la decision de quitarles los dos crios a aquellos padres que los desatendian y maltrataban.

—Estaba cantado —habia dicho.

John y Sue eran unos parientes lejanos que no tenian hijos. Krystal nunca habia sabido donde o como encajaban en su complejo arbol genealogico, o como habian llevado a cabo lo que, segun la version de Terri, era un vulgar secuestro. Tras mucho batallar con las autoridades, les habian permitido adoptar a los ninos. Terri, que siguio con Ritchie hasta que lo detuvieron, no volvio a ver a Anne-Marie o Liam, por motivos que Krystal no acababa de comprender; la historia en si estaba repleta de odio, comentarios y amenazas imperdonables, mandatos judiciales y montones de asistentes sociales.

—?Y quien es tu padre? —quiso saber Fats.

—Banger. —Hizo un esfuerzo por recordar su verdadero nombre—. Barry —murmuro, aunque tuvo la sensacion de que no era ese—. Barry Coates. Pero yo llevo el apellido de mi madre, Weedon.

A traves del humo dulce y denso, floto hasta ella el recuerdo de aquel joven muerto por sobredosis en la banera de Terri. Le paso el canuto a Fats y apoyo la cabeza contra la tapia, alzando la vista hacia la franja de cielo moteada de hojas oscuras.

Fats pensaba en Ritchie Adams, que habia matado a un hombre, y se planteo la posibilidad de que su propio padre biologico estuviera tambien en alguna carcel; lleno de tatuajes, como Pikey, flaco y musculoso. Comparo mentalmente a Cuby con aquel hombre fuerte, duro y autentico. Sabia que era un bebe cuando lo habian separado de su madre biologica, porque habia fotografias de Tessa con el en brazos, fragil como un pajarito y con un gorrito de lana blanca en la cabeza. Habia sido prematuro. Tessa le habia contado algunas cosas, aunque el nunca le hacia preguntas. Su madre era muy joven cuando lo tuvo, eso si lo sabia. Quiza fuera como Krystal, la facil de la escuela…

Ya llevaba un buen colocon. Asio a Krystal de la nuca, la atrajo hacia si y la beso, con lengua. Tanteo con la otra mano para tocarle los pechos. Se notaba la cabeza embotada y los miembros pesados; hasta su sentido del tacto parecia afectado. Le costo un poco meterle la mano bajo la camiseta, y luego bajo el sujetador. La boca de Krystal estaba caliente y sabia a tabaco y hachis; tenia los labios secos y agrietados. La droga mitigaba levemente la excitacion de Fats; parecia recibir cualquier informacion sensorial a traves de un manto invisible. Tardo mas rato que la otra vez en quitarle la ropa, y le costo ponerse el condon, porque tenia los dedos torpes y entumecidos; entonces apoyo sin querer el codo, con todo su peso, en la parte blanda del brazo de Krystal, que chillo de dolor.

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