—Ustedes tendran que decidirlo. Tengo que meter ese cacharro en el garaje… y no tengo a nadie excepto al joven Epstein.

Atraveso la puerta corriendo.

Corpsman le llamo:

—?Eh, Cappy! Tengo que decirte …

Salio por la puerta siguiendo a Dak, sin despedirse.

Roger Clifton cerro la puerta que Corpsman habia dejado abierta y dijo lentamente:

—?Esta dispuesto a arriesgarse a esa conferencia de prensa?

—Eso tienen que decidirlo ustedes. Yo quiero hacer mi trabajo hasta donde sea necesario.

—Mmmm… Entonces me inclino a aceptar el riesgo, si usamos el sistema de respuestas escritas. Pero comprobare las respuestas de Bill yo mismo antes de que usted las presente a los periodistas.

—De acuerdo —y anadi—: Si puede encontrar el medio de darme esas notas unos diez minutos antes de la reunion, no creo que haya ninguna dificultad. Tengo buena memoria.

Clifton me miro con fijeza.

—Lo creo… Jefe. De acuerdo, hare que Penny le entregue las contestaciones tan pronto se terminen las ceremonias. Luego puede excusarse para ir al lavabo y se queda alli hasta que las haya aprendido.

—Me parece bien.

—Creo que funcionara. ?Uh!, debo decir que me siento mucho mas tranquilo desde que le he visto. ?Hay algo que pueda hacer por usted?

—Creo que no, Roger. ?Ah, si! Hay algo que queria preguntarle. ?Se sabe algo de… el?

—?Eh? Bien, si y no. Sigue en Goddard City; de eso estamos completamente seguros. No le han sacado de Marte, ni siquiera de esta region. Les hemos bloqueado todas las salidas, si es que tenian esa intencion.

—?Es posible? Goddard City no es muy grande, ?no es cierto? Creo que no tiene mas que unos cien mil habitantes. ?Por que no lo han encontrado?

—La dificultad consiste en que no nos atrevemos a admitir que usted… quiero decir, que el ha sido secuestrado. Una vez hayamos terminado con este asunto de la adopcion, podremos hacerle desaparecer a usted y luego anunciar el secuestro como si acabase de tener lugar… y haremos que desmonten la ciudad hasta el ultimo remache. Las autoridades de la ciudad son todos miembros del Partido de la Humanidad, pero se veran obligados a cooperar… despues de la ceremonia. Sera la cooperacion mas esforzada que se haya visto, porque sentiran una angustia mortal de encontrarlo antes que todo el nido de Kkkahgral descienda sobre ellos como un hormiguero y arrase la ciudad hasta los cimientos.

—Comprendo. Todavia estoy estudiando las costumbres y psicologia de los marcianos.

—Todos nosotros lo hacemos.

—Roger, ?que le hace pensar que todavia sigue vivo? ?No cumplirian mejor su objetivo, y probablemente con menos riesgo… si le matasen?

Recorde con inquietud lo simple que era deshacerse del cuerpo de un hombre si uno era lo bastante brutal para descuartizarlo en pequenos pedazos.

—Comprendo lo que quiere decir. Pero eso tambien va ligado a las ideas marcianas sobre el “protocolo” — Clifton uso la palabra nativa—. La muerte es la unica excusa aceptable para no cumplir con una obligacion. Si Bonforte fuese muerto, lo adoptarian en el nido marciano despues de su fallecimiento… y entonces todo el nido adoptivo y probablemente todos los demas nidos de Marte se levantarian para vengarle. No les importaria lo mas minimo que toda la especie humana tuviera que perecer o muriese de repente… Pero matar a un humano para impedirle que fuese adoptado, eso es harina de otro costal. Una cuestion de correccion y de obligacion marciana. Algunas veces la reaccion de un marciano ante una situacion dada es tan automatica que parece instintiva. Desde luego no lo es, ya que se trata de seres muy inteligentes. Pero sus costumbres son muy extranas —arrugo el ceno y anadio—: A veces pienso que nunca deberia haber abandonado mi pueblo de Sussex.

El altavoz interrumpio nuestra conversacion, conminandonos a ocupar nuestras literas. Dak habia llegado con el tiempo justo, a proposito; el cohete de enlace con Goddard City nos estaba esperando cuando entramos en caida libre despues de cortar la aceleracion. Nuestro grupo de cinco personas nos trasladamos al cohete para el corto viaje hasta la ciudad y ocupamos todas las literas de pasajeros, otro detalle planeado con el mas exquisito cuidado, ya que el comisionado habia expresado sus deseos de venir en el cohete de enlace para saludarme y solo fue posible disuadirle despues que Dak le envio un mensaje anunciandole que nuestro grupo necesitaba todo el espacio disponible.

Trate de contemplar la perspectiva de la superficie marciana mientras duraba el descenso, ya que solo pude lanzarle una ojeada desde la cabina de control del Tom Payne. Como se suponia que habia visitado aquel planeta muchas veces no me era posible mostrar la curiosidad acostumbrada de un turista novato. No pude ver gran cosa; el piloto del cohete no inclino su aparato para que pudieramos ver nada hasta que lo estabilizo para el aterrizaje y hasta entonces yo me encontraba muy ocupado colocandome la mascara de oxigeno.

Esas incomodas mascaras de tipo marciano casi nos llevaron al fracaso en aquel mismo instante. No habia tenido la oportunidad de practicar su uso. Dak no habia pensado en ello y yo no crei que fuesen un problema; habia usado trajes espaciales y pulmones submarinos en varias ocasiones y pense que esa mascara seria algo parecido. Pero no era asi. El modelo que siempre usaba Bonforte era el tipo llamado de boca libre, un Mitsubushi “Brisa” con presion directa en las fosas nasales, una pinza nasal con dos tapones atravesados por dos tubos sonda hasta las fosas nasales y que desde la nariz pasan por debajo de las orejas hasta el turbocompresor que se lleva a la espalda. Admito que se trata de un aparato ingenioso, ya que una vez que se esta acostumbrado, es posible hablar, comer y beber sin quitarselo. Pero en aquellos momentos habria preferido que un dentista me metiese las dos manos en la boca.

La verdadera dificultad consiste en que debe ejercerse un control consciente de los musculos que cierran la parte de atras de la boca y el paladar, si no, uno deja escapar un silbido como una locomotora, ya que el maldito aparato funciona por diferencia de presion. Por suerte, el piloto igualo la presion de la cabina a la de la superficie de Marte cuando nos hubimos colocado las mascaras, y eso me dio unos veinte minutos para practicar. Pero por unos instantes pense que todo estaba perdido, debido a un estupido instrumento mecanico. Trate de sugestionarme con la idea de que ya habia llevado aquel aparato cientos de veces y me era tan familiar como un cepillo de dientes. Poco despues llegue a creerlo.

Dak pudo evitar que el Comisionado se pasara una hora charlando conmigo durante el descenso, pero no pudo apartarlo por completo de mi camino: salio a recibir al cohete a su llegada al espaciopuerto. La exactitud de nuestro programa me evito el contacto con otros humanos, ya que tenia que partir en el acto para la ciudad marciana. Era logico, pero me parecio extrano que pudiera encontrarme mas seguro entre marcianos que entre los de mi propia especie.

Pero me parecio aun mas extrano estar en Marte.

5

El comisionado Boothroyd habia sido nombrado por el Partido de la Humanidad, naturalmente, al igual que todos los funcionarios a su cargo, excepto los empleados tecnicos del servicio civil. Pero Dak me habia informado de que lo mas razonable era que Boothroyd no hubiera tenido ninguna participacion en la intriga; Dak le creia honrado, aunque estupido. Respecto a esa cuestion, ni Dak ni Roger Clifton pensaban que el Ministro Supremo Quiroga estuviera complicado en el asunto; culpaban del atentado a los miembros del grupo terrorista clandestino del Partido de la Humanidad, que se llamaban a si mismos los “Activistas”… y creian que ese grupo seguia a su vez las indicaciones de algunos financieros altamente respetables, que se beneficiarian en extremo de la situacion.

En cuanto a mi, no era capaz de distinguir un Activista de un accionista.

Pero en el momento en que aterrizamos ocurrio algo que me hizo preguntarme si el amigo Boothroyd era tan honrado y tan estupido como Dak creia. Era un detalle sin importancia, pero era una de esas cosas que pueden hacer fracasar la representacion mejor preparada. Puesto que yo era una visita muy importante, el Comisionado salio a recibirme; como no tenia otro cargo oficial que el de miembro de la Asamblea Interplanetaria

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