—?Eh? No es preciso que lo haga, ya sabe.

—Pero seria correcto, ?no le parece? Y en realidad no hay ningun peligro en ello —me volvi hacia Bonforte —. ?Que le parece?

—Se lo agradezco mucho.

Bajamos por el ascensor particular y atravesamos las silenciosas habitaciones particulares, luego mi propio despacho y el de Penny. Detras de su puesta parecia un manicomio. Un receptor de estereo, colocado en medio de la oficina, gritaba a todo volumen, el suelo estaba sembrado de papeles y todo el mundo bebia o fumaba o las dos cosas a la vez. Hasta el propio Jimmy Washington tenia un vaso en la mano mientras escuchaba los resultados. No habia bebido nada; era un hombre que no bebia ni fumaba. Sin duda alguien le habia dado aquel vaso y lo seguia manteniendo en la mano. Jimmy tenia un exacto sentido de la etiqueta en cada caso.

Me acerque a todos los grupos, con Roger a mi lado y di las gracias a Jimmy con toda sinceridad y me excuse debido a sentirme cansado.

—Me voy arriba para tender los huesos en la cama, Jimmy. ?Querra despedirme de todos?

—Si, senor. Necesita cuidarse, senor Ministro.

Yo regrese al ascensor mientras Roger salia a los tuneles publicos.

Penny se llevo un dedo a los labios cuando entre en el salon superior. Bonforte parecia haberse quedado dormido y el receptor murmuraba en voz baja algo incomprensible. Dak seguia sentado delante del aparato, llenando la hoja de numeros mientras esperaba el regreso de Roger. Capek no se habia movido de su asiento. Me hizo un saludo con la cabeza y alzo su vaso.

Deje que Penny me preparase un whisky con agua y luego sali al balcon, protegido por la burbuja de plastico. Era de noche, tanto segun el reloj como por las estrellas, y la Tierra lucia llena, deslumbrante, en medio de un manto de terciopelo cuajado de brillantes puntos de luz. Busque a Norteamerica con la mirada y trate de localizar el pequeno punto que habia abandonado hacia unas cuantas semanas y me senti lleno de una extrana emocion.

Despues de unos minutos, volvi a entrar; la noche en la Luna es algo impresionante. Roger regreso al cabo de un rato y se sento delante de sus numeros sin pronunciar palabra. Me fije en que Bonforte se habia despertado.

Ahora llegaban los resultados de los puntos criticos y todo el mundo se callo, dejando que Roger con su lapiz y Dak con su regla de calculo pudiesen trabajar con calma. Por fin, despues de una espera interminable Roger echo su silla para atras y dijo:

—Ya esta, Jefe —dijo sin mirar a nadie—. Hemos ganado. Tenemos una mayoria de no menos de siete puestos, probables diecinueve, posibles mas de treinta.

Despues de una pausa Bonforte dijo en voz baja:

—?Estas seguro?

—Positivo. Penny, ponga otra estacion y veamos lo que dicen.

Me acerque a Bonforte y me sente a su lado; no podia hablar. El estiro el brazo y me golpeo la mano de un modo paternal y los dos miramos hacia la pantalla. La primera estacion que conecto Penny decia:

“… duda sobre ello, amigos. Ocho de los cerebros roboticos dicen que si, Curiac anuncia que quiza. El Partido Expansionista ha ganado una decisiva…”

Penny cambio de estacion.

“… confirma su puesto temporal por otros cinco anos. No ha sido posible conseguir una declaracion del senor Quiroga, pero su director de la campana electoral en New Chicago admite que la situacion actual no puede ser…”

Roger se levanto y se acerco al telefono; Penny corto el sonido hasta que no se oyo nada. El locutor siguio moviendo los labios en silencio; no hacia mas que repetir con palabras distintas lo que ya conociamos.

Roger regreso; Penny volvio a elevar el volumen. El locutor continuo por un instante, luego se detuvo, leyo algo que le dieron y se volvio a la pantalla con una amplia sonrisa.

—?Amigos y conciudadanos, ahora escucharan las manifestaciones del Ministro Supremo!

La pantalla cambio a mi discurso de victoria.

Me quede sentado disfrutando de aquel momento, con mis emociones tan confusas como se quiera, pero todas agradables, dolorosamente agradables. Habia hecho un buen trabajo en aquel discurso y yo lo sabia; aparecia cansado, sudoroso y tranquilo, pero triunfante. Parecia algo improvisado.

Acababa de llegar a la frase: “Marchemos ahora juntos hacia adelante, con libertad para todos…”, cuando escuche un ruido a mi lado.

—?Senor Bonforte! —exclame—. ?Doctor! ?Doctor! ?Venga en seguida!

El senor Bonforte hacia gestos confusos con su mano derecha y parecia ansioso por decirme algo. Pero no le fue posible. Su pobre boca no le obedecia y su poderosa e indomable voluntad no pudo hacer que la debil carne le obedeciera.

Le levante en mis brazos… le hicimos la respiracion artificial y luego llego el fin rapidamente.

Se llevaron el cuerpo abajo con el ascensor, Dak y Roger juntos; yo no podia prestarles ninguna ayuda. Roger volvio a subir y me paso el brazo por los hombros; luego se aparto a un lado. Penny habia seguido a los otros abajo. Yo sali al balcon. Necesitaba aire fresco; aunque alli habia el mismo aire acondicionado que en el salon, parecia mas fresco.

Lo habian matado. Sus enemigos lo habian asesinado con tanta certeza como si le hubieran clavado un cuchillo en la espalda. A pesar de todo lo que habiamos hecho, los riesgos que habiamos corrido juntos, al final habian acabado con el. ?Un asesinato!

Me senti morir en mi interior, insensible por la emocion. Me habia visto morir a mi mismo, habia vuelto a presenciar la muerte de mi padre. Comprendia ahora por que casi nunca pueden salvar a uno de un par de gemelos siameses. Me sentia vacio.

No se por cuanto tiempo permaneci alli. Al cabo de una eternidad escuche la voz de Roger a mis espaldas:

—?Jefe?

Me volvi.

—Roger —dije con dolor—, no me llame asi. Se lo ruego.

—Jefe —insistio—, ?sabe lo que tiene que hacer ahora? ?Lo sabe?

Me sentia mareado y su rostro era casi invisible. No sabia de lo que me hablaba… No queria saber de lo que me estaba hablando.

—?Que quiere decir?

—Jefe… un hombre puede morir… pero su trabajo continua. No puede abandonarnos ahora.

Me ardia la cabeza y mi vision estaba fuera de foco. Roger parecia acercarse y alejarse en ondas sucesivas mientras su voz seguia hablando.

—?Le han robado la oportunidad de terminar su obra! Usted tiene que terminarla por el.

Movi la cabeza e hice un gran esfuerzo para recobrar la serenidad antes de contestar:

—Roger, no sabe lo que esta diciendo. ?Es algo imposible… ridiculo! Yo no soy un estadista. ?No soy mas que un pobre actor! Puedo pintarme el rostro y hacer que la gente ria. No sirvo para otra cosa.

Ante mi propio horror oi como decia estas palabras con la voz de Bonforte.

Roger me miro.

—Creo que hasta ahora lo ha hecho muy bien.

Trate de cambiar el tono de mi voz, trate de ganar el dominio de la situacion.

—Roger, esta usted confuso por el dolor. Cuando se haya calmado se dara cuenta de lo ridiculo de su proposicion. Tiene razon; el espectaculo debe continuar. Pero no de esta forma. Lo mas acertado… lo unico que debemos hacer es que usted mismo se haga cargo de todo. Hemos ganado la eleccion… tenemos una mayoria; usted puede asumir el cargo y continuar con los planes de Bonforte.

Me miro un rato y movio la cabeza con tristeza.

—Lo haria si fuese posible. Lo admito. Pero yo no puedo hacerlo. Jefe, ?se acuerda de esas malditas reuniones con las Comisiones Organizadoras? Usted los mantuvo unidos. Toda la coalicion se ha mantenido gracias a la fuerza personal y a la direccion de un solo hombre. Si usted no continua, todo lo que el deseaba, para lo que trabajo… y murio… se caera a pedazos.

No tenia ningun argumento para contestarle; era posible que tuviera razon… Yo habia visto funcionar la

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