suficiente…

—Stodt, tiene diez minutos para hacer la conexion. Al decimo primer minuto puede comenzar a escribir un informe explicandome por que un estupido tecnico en comunicaciones ha sido ascendido sin tener ningun talento. Ahora muevase, capitan… ?O prefiere que lo llame teniente?

El mayor temblaba visiblemente.

—Inmediatamente, senor —murmuro.

La pantalla quedo en blanco. Colt se volvio hacia Kinsman.

—No se cuanto tiempo les tomara darse cuenta de lo que estas haciendo y cortar la comunicacion. Es mejor que hables rapido…, si es que tienes la posibilidad de hablar.

El dolor era un torpe e hinchado latido, como una brasa: carbon negro por fuera, pero rojo y brillante en lo mas profundo. Kinsman simplemente dijo:

—Gracias, Frank.

Colt movio la cabeza, pero no dijo nada. Volvio al sofa junto a la silenciosa pantalla mural y se dejo caer. La pantalla estaba mostrando un simulacro de Guy Lombardo, que sonreia y movia su batuta en perfecto ritmo de tres por cuatro frente a una orquesta de robots. Gente de carne y hueso bailaba en la pista del Starlight Roof.

—Tendriamos que partir hacia Kennedy —sugirio Landau.

—Esos bastardos no nos dejaran pasar —dijo Harriman, irritado—. Nos tienen atrapados aqui.

—No —dijo Colt—. Yo les dije que era mejor que ustedes volvieran a Alfa y despues a Selene. Ibamos a tener a Alfa bajo nuestro control cuando llegaran alla. Ese era el plan.

Kinsman oia solo con la mitad de su mente; la otra mitad estaba considerando las posibilidades. No podemos permitirles que atraquen en Alfa…, pero es probable que lo intenten por la fuerza. O tal vez llevan suficientes trajes presurizados como para saltar y atacar las escotillas de emergencia. Dios mio, si la lucha es intensa destruiran la estacion. Ellen…

La pantalla del telefono brillo con una abigarrada chispa. Una voz, que no era la del mayor Stodt, dijo:

—Comunicacion directa con Alfa, senor.

La pantalla se aclaro, y una operadora que se mostraba ligeramente sorprendida dijo:

—Adelante, Kennedy.

—Habla Kinsman —dijo, colocando la silla delante del telefono—. ?Quien esta al mando alli?

La muchacha pestaneo una vez.

—El Senor Perry.

—?Donde esta Leonov?

—Regreso ayer a Selene, senor. Puedo comunicarlo con el si…

—No. Consiga a Perry. Inmediatamente.

—Muy bien.

Pasaron varios minutos. Los otros tres hombres se agruparon tensamente alrededor de la silla de Kinsman. Finalmente la cara joven y fuerte de Perry aparecio en la pantalla.

El tipico aventurero heroe de mandibula cuadrada, penso Kinsman. Espero que este a la altura de sus apariencias.

Perry sonreia ampliamente. Habia otra gente a su alrededor, y un murmullo general en segundo plano.

—Creiamos que estaba ya en viaje de regreso en este momento —dijo alegremente—. Hicimos una estupenda fiesta a medianoche…, segun nuestra hora, por supuesto. Pero todo el mundo sigue despierto para dar la bienvenida a los inmigrantes. Ademas, Ellen Berger quiere…

—?No hay tiempo! —interrumpio Kinsman—. La nave que partio de la Florida esta llena de soldados, no de inmigrantes.

—?Que?

—Es una trampa. Un caballo de Troya. Nosotros estamos todavia en el cuartel general de las Naciones Unidas. Ese avion cohete no debe atracar, ?esta claro? En ninguna circunstancia.

—Si, senor.

Perry estaba completamente sobrio ahora. Las risas y murmullos del segundo plano se habian convertido en un absoluto silencio.

—Comuniquese por radio con ellos. Ordeneles regresar a la Tierra inmediatamente.

—Muy bien, pero… ?si no obedecen? Podrian tratar de entrar por la fuerza. Si llegara a haber una lucha con armas pesadas aqui…

—Lo se. —Kinsman se dio cuenta de que sus manos estaban aferradas a las abrazaderas metalicas de los muslos—. Por eso seria mejor hacerlos volver. Si no obedecen, emplee los laseres ABM contra ellos. Hay suficiente cantidad de satelites cubriendo el area como para alcanzarlos antes de que se acerquen. —Perry no vacilo: asintio con la cabeza. Tenia los labios apretados—. Pero prevengalos. Digales exactamente lo que va a hacer —ordeno Kinsman—. Sin embargo, no deje que se acerquen a la estacion, para que no la danen. Tal vez lleven proyectiles a bordo, y los pueden usar si no les permiten atracar…

—Llevan proyectiles —se oyo la voz de Colt detras de Kinsman.

Perry tenia una expresion de desagrado.

—Si, senor. Mejor me comunico inmediatamente con ellos. —Se aparto de la pantalla por un momento.

—?Lo podra hacer? —murmuro Landau.

Kinsman se volvio hacia el y lo miro. La estructura metalica hizo que eso fuera una dolorosa operacion.

—?Quiere decir si sera capaz de matar americanos? Lo sabremos muy pronto.

—Comenzaste esto como una medida para evitar la guerra, y ahora se esta convirtiendo en una guerra civil…

—Sera mejor que lo haga —dijo Colt.

Perry volvio a la pantalla.

—Debo ir al centro de comunicaciones, senor. Ya tienen al avion cohete en la frecuencia ordinaria, pero no puedo hacerlo todo desde aqui.

—Muy bien. Dejare esta linea abierta —dijo Kinsman. Y agrego en silencio: Mientras me lo permitan.

Subitamente, la pantalla se cubrio de chispas de colores. El unico ruido que venia del altoparlante era un enfurecido y aspero murmullo.

—Se dieron cuenta —dijo Colt—. Cortaron el laser.

Kinsman hizo girar su silla.

—Hugh, busca algun telefono y avisa a nuestro avion cohete que espere. No podemos saber cuando llegaremos… si llegamos. Luego trata de encontrar a alguna autoridad de las Naciones Unidas.

—?Cielos! ?La noche de Ano Nuevo?

—?Ya lo se! Pero tenemos que conseguir a alguien que nos pueda hacer llegar al avion cohete. Es nuestra unica comunicacion con Selene. Ademas… —un subito dolor lo hizo interrumpirse y doblarse en dos.

—?Chet!

Landau se precipito sobre el. Kinsman detuvo al ruso.

—No… estoy bien. Hugh, por el amor de Dios…, necesitamos a De Paolo. Encuentralo. Encuentra a algunos diplomaticos extranjeros. Marrett…, busca periodistas, cualquiera. Tenemos que informar acerca de esto. No… —el dolor volvio nuevamente, como una violenta llamarada—. No hay que permitir que esto quede en secreto…

Harriman se mordio el labio inferior. Sin embargo, asintio con un gesto y corrio hacia la puerta. Landau hizo que la silla tomara posicion horizontal.

El techo parecia dar vueltas. Kinsman oyo que el telefono hacia ruidos extranos, y luego una voz que llamaba metalicamente:

—?Coronel Colt! ?Coronel Franklin Colt!

La cara de Landau estaba sobre la suya. La veia borrosa, pero vio que estaba muy serio. Atento. Tan malditamente sombrio. Me pregunto si sera asi en la cama con Jill. Alguna vez debe sonreir.

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