—Habla Colt.
—Un momento, coronel. Un llamado urgente de Washington.
—Fantastico. Justo lo que necesitaba.
Al volver ligeramente la cabeza, Kinsman pudo ver la pantalla mural. La pista de baile estaba llena de gente alegre, personas mayores casi todos. La escena cambio. La Amsterdam Mall estaba tambien llena de gente que bailaba. Pero ahi eran jovenes, negros, portorriquenos y otros latinos. Sin embargo, sus danzas no eran elegantes y mesuradas. Su musica provenia de la minuciosa reproduccion de una orquesta desaparecida hacia mucho tiempo. Kinsman pudo ver tambores de acero, guitarras y tal cantidad de altoparlantes que hizo que se preguntara, somnoliento:
Se esforzo por permanecer despierto.
—Basta de meterme agujas, maldicion…
Landau puso una pesada mano sobre su hombro.
—Quedese tranquilo. No hable.
—Coronel Colt…
Kinsman no podia ver el escritorio, pero la voz llegaba claramente hasta el. Era un murmullo furioso y ardiente.
—Aqui estoy. —La voz de Colt estaba tranquila.
—Felicitaciones, coronel. Se ha ganado el peloton de fusilamiento.
—Se equivoca, querido. Estoy en territorio de las Naciones Unidas, y he pedido asilo a Selene.
—Usted es un traidor —continuo el aspero murmullo—. Un transfuga, aun pero que el mismo Kinsman. Usted sabia lo que estabamos haciendo…, incluso lo planeo para nosotros. Y luego nos traiciona. No habra merced para usted, maldito negro. No habra lugar para esconderse. Considerese ya muerto.
—Todo el mundo muere —dijo Colt, en su mas rudo acento de los bajos fondos.
—Correcto. Y usted morira mas pronto que otros. Nuestras tropas no seran detenidas. Se apoderaran de la Estacion Alfa , o la destruiran.
—Sera mejor que cambie las ordenes. Los van a cocinar si no regresan ya mismo.
—No regresaran. Y si sus nuevos amigos matan tropas americanas, ni siquiera el edificio de las Naciones Unidas sera seguro para usted.
—En su lugar —oyo que Colt decia con toda claridad—, ya estaria corriendo hacia algun refugio atomico en lugar de estar haciendo amenazas por telefono. —Luego oyo el ligero golpe de la llave del telefono.
—Alex —pidio Kinsman—, no me ponga ninguna droga. Tengo que estar despierto… Tengo…
—Su electrocardiograma es aterrador —respondio Landau—. Hara reposo y dormira.
—No —dijo Colt, con firmeza.
Kinsman busco los controles en el apoyabrazos de su silla y la enderezo hasta una posicion en la que podia ver a Colt.
—Mantengalo despierto y alerta —dijo Colt, enfrentando a Landau—. Solo a el lo escucharan… los de alla y los de aqui. Si el no puede hablar, nadie nos escuchara a nosotros.
—Esta Harriman —dijo Landau, con los labios apenas separados.
—Mantengalo despierto —repitio Colt.
—Lo matara usted…
Colt no dijo nada. Kinsman le sonrio, y dijo:
—Todo el mundo muere. —Ambos se volvieron hacia el—. Frank, trata de reestablecer el contacto con Alfa. Perry no es ningun tonto; probablemente esta tratando de hacer contacto directo con los receptores de onda corta de este edificio en este mismo momento.
—Si… Muy bien. —Colt volvio al telefono.
Kinsman respiraba con mucho cuidado para no molestar a la bestia que estaba adormecida dentro de el.
—Haga lo que tenga que hacer, Alex, pero… no me haga dormir. Frank tiene razon. Tengo que estar despierto hasta que termine todo. Solo me escucharan a mi. Quiza cuando Hugh regrese…
—Si es que regresa. Si ha tenido que salir del edificio, tal vez lo hayan detenido —dijo Colt.
—Podria intentar un bloqueo electrico para el dolor… —murmuro Landau, y fue hasta su equipo medico.
Colt estaba grunendo y diciendo palabrotas en el telefono.
—?Ninguno de esos cretinos habla ingles? Maldita mierda.
Kinsman sonrio.
La pantalla mural mostraba un enorme reloj instalado en la fachada de una de las torres de Times Square. Indicaba las nueve cuarenta y ocho. La multitud era como una masa uniforme de gente ahora, balanceandose, cantando, hipnotizada.
—Aja… ?Quien habla? ?Perry! Colt aqui.
Kinsman giro la cabeza demasiado rapido. El dolor lo atraveso como una lanza.
?Dios mio, ni siquiera me puedo mover!
Colt se precipito sobre el.
—Perry en el telefono. Sin imagen, solo la voz.
Empujo la silla de Kinsman hasta el escritorio.
—Chris, habla Kinsman…
?Podra oirme?, penso. Mi voz se oye tan debil…
—Si, senor, hemos estado tratando de comunicarnos con usted.
—?Que… ocurrio?
—La nave se nego a regresar. Hasta nos dispararon un proyectil.
?Proyectil!
—?Donde? ?Hizo mucho dano?
—Ningun dano. Lo interceptamos con un laser y luego le disparamos a la misma nave.
—?A la nave?
Una larga pausa.
—Si, senor. El radar confirmo el blanco. Estallo en pedazos; solo quedan restos ahora.
Cien hombres. Solo restos, en orbita… flotando igual que
—?Senor?
—Si. —Su voz era un grunido. Un quejido.
—No podiamos hacer otra cosa. Se negaron a volver.
—Comprendo. Hizo lo que debia. Es mi responsabilidad, yo di las ordenes.
—Si, senor.
El telefono enmudecio.
—Ahora debe dormir —dijo Landau.
—No hay…
Pero Colt interrumpio.
—Miren eso…
Aumento el volumen de la pantalla mural. Un comentarista de aspecto grave y sorprendido llenaba la pantalla. Estaba diciendo:
—…destruido por los rebeldes. El gobierno no ha hecho ninguna aclaracion de por que habia tropas a bordo del avion cohete, ni se ha dicho nada acerca del grupo de emigrantes internacionales que debia haber llegado a la estacion espacial a las 22 horas, hora del este. Repito: la Casa Blanca anuncio hace pocos minutos que un avion cohete que llevaba cien hombres de la Policia Aeroespacial Americana, fue destruido por un rayo laser mientras se acercaba a la Estacion Espacial Alfa esta noche. Cien americanos, ademas de la tripulacion del avion cohete, tambien americana, han muerto. El avion cohete fue deliberadamente destruido por los rebeldes que se han apoderado temporariamente de la estacion espacial. Fuentes de la Casa Blanca aseguran que habra mas informacion en pocos momentos.