fotografia tendria unos diecisiete o dieciocho anos, era guapa y con mucha clase. Vestia un traje de fiesta negro de terciopelo, tenia el pelo rubio y largo sujeto con dos pasadores de estras y lucia una gargantilla en el cuello de plata elaborada. Guardaba un parecido asombroso con una joven Gwyneth Paltrow. Sonreia a la camara, pero no habia nada de timidez en aquella sonrisa. Para Grace decia: «Si, soy guapisima y lo se».
Habia otra foto al lado, tambien de Janie, un par de anos mas joven, en una pista de esqui, con un anorak lila, gafas de sol de diseno y expresion seria y soberbia.
Grace miro la hora. Eran las once y media de la manana. Se habia escabullido de la rueda de prensa, dejando que Dennis Ponds informara a los periodistas de que ya conocian el nombre de la victima y que lo harian publico en cuanto se hubiera comunicado la noticia a sus familiares, lo que ocurriria dentro de una hora y media mas o menos. Luego, queria que Ponds en concreto distribuyera la fotografia de la chica por tantos lugares como fuera posible, para averiguar a traves de los ciudadanos en que lugares habia sido vista en sus ultimas horas y sacar el caso en television en el siguiente programa de Alerta criminal, el proximo miercoles, si para entonces no habian hecho ningun progreso.
Branson se acerco a la chimenea. En la repisa habia varias tarjetas de cumpleanos. Grace lo siguio. Se quedo mirando una con un dibujo de un hombre de aspecto orgulloso con traje y corbata y las palabras: «Para un padre muy especial».
La abrio y vio el mensaje: «Para mi querido papa. Con todo mi amor, montanas y montanas de amor. J. Besos».
Grace dejo la tarjeta en su sitio y se acerco a un mirador alto. Ofrecia una vista esplendida del rio Hamble; Branson se unio a el y miraron un bosque de mastiles y jarcias de un puerto deportivo que parecia estar justo tras los limites de la propiedad.
– Nunca me han gustado los barcos -dijo Branson-. Nunca me he sentido muy seguro en el agua.
– ?A pesar de vivir junto al mar?
– No vivo exactamente junto al mar. -Le sono el movil y lo saco-. ?Detective Branson? Ah, hola, si. Estoy con Roy, cerca de Southampton. Tenemos previsto volver a Brighton sobre las dos de la tarde. Roy quiere celebrar una reunion a las seis y media, asi que todo el mundo alli, ?vale? Si. ?Hemos conseguido los refuerzos que pidio?… ?Solo uno? ?Quien es?… Oh, mierda, ?sera una broma! No me puedo creer que nos lo hayan colocado a nosotros. Roy se va a cabrear. Cuando salgamos de aqui iremos directamente al piso de la chica; Roy quiere que alguien vaya al bufete, a hablar con su jefe y los que trabajan alli… Vale… Si. Seis y media… Eso es.
Branson se guardo el telefono en el bolsillo.
– Era Bella. Adivina, tu peticion para sumar dos agentes mas al equipo. ?Sabes a quien nos han dado?
– Dispara.
– A Norman Potting.
Grace refunfuno.
– Ya va siendo hora de que se jubile. Es mas viejo que Matusalen.
– Las chicas no estan muy emocionadas, precisamente. Bella no esta contenta.
El sargento Norman Potting tenia casi sesenta anos, una incorporacion tardia al cuerpo. Era un policia de la vieja escuela, politicamente incorrecto, sin pelos en la lengua y sin ningun interes en ascender -nunca habia querido responsabilidades-, pero tampoco habia querido jubilarse cuando cumplio los cincuenta y cinco, la edad normal de jubilacion en la policia para un sargento, razon por la cual habia prolongado su servicio. Le gustaba hacer aquello que mejor se le daba, lo que el llamaba perseverar y perforar. El trabajo policial perseverante y metodico, y perforar la superficie de cualquier crimen, perforar el tiempo y a la profundidad que hiciera falta hasta dar con algun filon que le condujera a algun lugar.
Lo mas destacable de Norman Potting era su constancia, ademas era digno de confianza y sabia conseguir resultados; pero era aburrido a morir y tenia el don de ofender a casi todo el mundo.
– Creia que estaba destinado de manera permanente en Gatwick con los de antiterrorismo -dijo Grace.
– Es obvio que se han cansado de el. Tal vez no podian seguir aguantando sus chistes -dijo Branson-. Y Bella dice que apesta a humo de pipa. Ni ella ni Emma-Jane quieren sentarse cerca de el.
– Pobrecillas.
Derek Stretton volvio al salon portando una bandeja con tres tazas de porcelana y una jarrita de leche. La dejo sobre la mesa de plastico, luego les indico que se sentaran en uno de los sofas y el ocupo el de enfrente.
– ?Ha dicho por telefono que tenia noticias sobre Janie, comisario? -pregunto expectante.
De repente, Grace deseo fervientemente haber mandado a las dos agentes de la Unidad de Relaciones Familiares a encargarse del tema.
Capitulo 25
Tom practicamente no habia trabajado nada en toda la manana. Se habia quedado sentado a su mesa en su despacho con un monton de e-mails sin responder amontonandose en la pantalla; habia atendido algunas llamadas que entraron para el, y tambien habia repasado con cuidado una lista de presupuestos para los Rolex Oyster de Ron Spacks, pero el resto del tiempo habia estado pensando. Pensando.
Le daba vueltas a la cabeza, pero no sacaba nada en claro.
Esa llamada de anoche de Chris para decirle que habian entrado a robar en su casa.
«En realidad, parece que solo se han llevado una cosa… Tu CD…»
Perdon, pero habia estado en el despacho que Chris Webb tenia en su casa y era increible la de cosas que tenia alli. No seria dificil perder un CD, tenia docenas tirados por todas partes.
Sin embargo, penso Tom, a alguien no le gustaba que tuviera el CD, y le habian destrozado el ordenador dos veces para decirselo. ?Asi que lo habian recuperado? ?Chris Webb habia intentado reproducirlo y los habia puesto sobre aviso?
Si el propietario del CD, fuera quien fuera -el capullo del tren-, ahora lo habia recuperado, ?se habia acabado el problema?
?Quizas el capullo estaria otra vez en el tren esta noche? Pero Tom lo dudaba; en todos los anos que habia ido al trabajo en tren nunca lo habia visto. Ademas, no estaba muy seguro de que haria, si se acercaria a el y le gritaria o si tendria demasiado miedo para decirle algo.
Todavia no le habia contado nada a Kellie. Era mejor callar, mantenerse al margen. No habian recibido mas llamadas, lo que significaba que habia entendido la advertencia, esperaba.
El tenia muy claro que habia captado el mensaje.
Capitulo 26
– Los de la agencia inmobiliaria del piso que tiene alquilado su hija en Brighton nos dejaron entrar ayer, senor Stretton, y nos permitieron coger un par de articulos suyos para realizar pruebas de ADN. Cogimos muestras de cabellos de un cepillo que habia en el bano y un trozo de chicle que encontramos en un cubo de la basura -explico Grace.
Derek Stretton sostenia su taza sin beber, mirandolo con recelo.
– Las mandamos al laboratorio de la policia en Huntingdon y esta manana hemos recibido los resultados. El ADN del chicle y del cabello pertenece a la misma persona, y la correspondencia con el cuerpo que encontramos el miercoles es total. Me temo que la unica conclusion a la que podemos llegar, senor, es que la joven asesinada es su hija, Janie.
Hubo un largo silencio y, durante unos momentos, Grace penso que Derek Stretton iba a echar la cabeza hacia atras y reirse a carcajadas. Sin embargo, lo unico que sucedio fue que la taza comenzo a repiquetear contra el platito, cada vez mas fuerte, hasta que el hombre se inclino hacia delante y la dejo sobre la mesa.
– Yo… Entiendo -dijo.
Volvio a mirar a Grace, luego a Branson. Entonces, despacio, como una silla plegable compleja, parecio