– Esta noche no tenemos mas sabores. Manana te comprare helado de chocolate y de fresa. ?Que te parece?
No obtuvo ninguna reaccion de su hija.
– Dale un abrazo a papa, cielo. Necesito un abrazo.
– ?Cuando volvera mama a casa?
Tom se quedo dudando un momento, preguntandose que debia contestar. ?La verdad, que lo desconocia? ?O una mentira piadosa? Mentir era lo mas sencillo.
– Pronto. -Aupo a su hija-. ?Vamos a banarnos?
– Quiero que me bane mama.
– Puede que vuelva bastante tarde, asi que hoy te banara papa. ?Vale?
La nina aparto la mirada, enfurrunada. En el salon, oyo que subia el volumen de la television: una musica con un tintineo, el chirrido de unos neumaticos frenando, una voz americana aguda que protestaba por algo. Max estaba viendo Los Simpson. Bien. Al menos se mantendria ocupado hasta la hora de la cena, ?o tambien debia banarle a el?
De repente, se dio cuenta de lo poco que sabia sobre la rutina de sus hijos, sobre cualquier cosa que tuviera que ver con la casa. Una bruma de oscuridad y frio, y un miedo terrible lo envolvieron desde dentro. Manana por la manana tenia una presentacion muy importante para Land Rover. Su director de marquetin le habia hablado de un contrato suculento. Si Kellie no regresaba a casa esta noche, no sabia como iba a arreglarselas.
«Dios santo, Kellie, mi dulce y querida Kellie, por favor, que no te haya pasado nada, por favor, vuelve. Te quiero muchisimo.»
Tras subir las escaleras, llevo a Jessica a su cuarto, cerro la puerta y la sento en la cama. El se sento a su lado.
– Jessica, ?puede papa preguntarte por algo que has dicho esta manana sobre mama? Yo he dicho que le preguntariamos a mama que le gustaria hacer hoy si volvia a tiempo y tu has dicho: «Seguramente solo querra beber vodka». ?Te acuerdas?
Jessica se quedo mirando al frente sin decir nada.
– ?Recuerdas lo que has dicho, cielo?
– Tu tambien bebes vodka -gruno la nina haciendo un mohin.
– Si, tambien bebo vodka. Pero ?por que dijiste eso?
Abajo, Lady se puso a ladrar de repente. Luego sono el timbre.
– ?Mama! ?Mama! ?Mamaaaaa! ?Ha llegado mama!-oyo que gritaba Max.
Tom, con el corazon acelerado por la alegria, bajo corriendo las escaleras. Max ya estaba abriendo la puerta.
Era el sargento Jon Rye, con el maletin de piel de su portatil.
Capitulo 56
Roy Grace, sentado en el area de trabajo del MIR Uno junto a la mayoria de los miembros de su equipo, repasaba los informes de los ultimos incidentes registrados en el ordenador. Eran las ocho menos cuarto del domingo por la noche y, aunque seguia sin tener hambre, se notaba tembloroso por la falta de azucar o por haber tomado demasiada cafeina, o por ambas cosas; cada vez le costaba mas trabajo concentrarse en sus tareas.
Cleo Morey tampoco le ayudaba. Cada pocos minutos, pensaba en el mensaje que le habia enviado aquella manana.
Estaba consultando las ultimas actualizaciones sobre Reggie D'Eath cuando noto un golpe en la espalda.
– ?Eh, viejo!
Alzo la vista. Era Branson, que habia salido de la sala hacia un rato y regresaba con una enorme caja de donuts del supermercado que habia al otro lado de la carretera. Repartio uno a cada miembro del equipo.
Grace cogio el suyo, se alejo de la mesa y decidio que necesitaba estirar las piernas. Branson se unio a el mientras caminaba por la sala y salia al pasillo.
– ?Estas bien, viejo? Tienes una pinta horrible.
Grace dio un mordisco al donut y se lamio el azucar de los labios.
– Gracias.
– Bueno, un pajarito me ha dicho que tu y Cleo Morey estuvisteis muy acurrucaditos en el Latin en los Lanes anoche.
Grace lo miro sorprendido.
– ?Ah, si?
– ?Es ella la que te esta volviendo loquito?
– ?Dios mio, que pequena es esta ciudad!
– ?Es un planeta pequeno, tio!
– ?Como has sabido quien era?
El sargento se dio un golpecito en la cara con el dedo.
– Algo que me ensenaste tu, he seguido una de las primeras normas para ser un buen detective: crear una red de informadores.
Grace meneo la cabeza, medio risueno, medio molesto.
– Eso era antes de que cambiaran las reglas. De los pasillos esteriles. Toda esa mierda.
– ?Has visto la pelicula
– No la he visto.
– Es muy buena. Me recordo a ti. Aunque el tiene la nariz mas grande.
– ?Me parezco a Gerard Depardieu?
Branson le dio una palmadita.
– Que va, te pareces mas a Bruce Willis.
– Eso esta mejor.
– Pareces el hermano menos agraciado de Bruce Willis. O quiza su padre.
– Tu si que sabes como hacer que un hombre se sienta mejor consigo mismo. Tu te pareces…
– ?A quien? ?A Will Smith?
– Mas quisieras.
– Bueno, cuentame mas acerca de lo tuyo con la senorita Morey.
– No hay nada que contar. Fuimos a cenar.
– Una cena de negocios, claro.
– Por supuesto.
– ?Incluso en el asiento trasero del taxi? -le presiono Branson.
– ?Santo cielo! ?Es que todos los putos taxistas de Brighton y Hove son informadores tuyos?
– Que va, solo un par. Tuve suerte. En cualquier caso, no son informadores. Solo tienen los ojos abiertos por mi.
Grace no sabia si estar orgulloso de su protegido por haberse convertido en un detective tan competente o si enfadarse con el.
– Bueno, dime, ?Le gusto tu ropa nueva? -le pregunto Branson, que interrumpio sus pensamientos.
– Me dijo que necesitaba un estilista nuevo y que tu eras un desastre.
Branson parecio tan dolido que a Grace le dio pena.
– Tranquilo, en realidad, no dijo nada.
– ?Mierda, eso es aun peor!
– Tenemos dos homicidios y una mujer desaparecida. ?Podemos cambiar de tema?
– ?No cambies de tema! ?Cleo Morey! Es guapisima. Si no estuviera felizmente casado…, ya me entiendes. Pero ?como puedes no pensar en lo que hace, tio?
– No se trajo a ninguno de sus cadaveres al restaurante, asi que fue facil.
Branson sacudio la cabeza y dejo de sonreir.