dijo:

– De acuerdo, reduce. Ahora llegaremos a una pequena rotonda. Es al otro lado.

Mientras seguian avanzando, de repente vio la Ford Transit blanca a unos doscientos metros, los pilotos rojos encendidos. Y ahora si noto que se le aceleraba el corazon. Al cabo de unos segundos, pudo leer la matricula.

GU03 OAG.

Pulso el boton de la radio.

– Unidad Delta-Zulu-Bravo. Hay una Ford Transit blanca delante del numero 138. Por favor, interceptadla.

Luego, se volvio hacia Nick Nicholl.

– ?Adelante! ?Para delante! ?Bloqueale el paso! -Se desabrocho el cinturon.

Al cabo de unos segundos, estaban frenando, en direccion a la furgoneta. Antes de que hubieran parado del todo, Emma-Jane tenia su puerta abierta. Se bajo de un salto y agarro la puerta de la Transit.

Estaba cerrada.

Oyo una sirena. Vio luces azules deslizandose por el asfalto negro. Oyo que el motor de la Transit arrancaba y aceleraba. De repente, la furgoneta dio marcha atras y casi se le desencajo el brazo. Oyo el crujido del metal sobre metal y cristal. Luego, su brazo se movio hacia delante con una sacudida cuando la furgoneta acelero y embistio al Vauxhall. El aire se lleno con el estruendo del motor acelerando, con el hedor acre de las gomas quemadas y, luego, con un chillido metalico cuando el Vauxhall dio un bandazo.

– ?Alto! ?Policia! -oyo que gritaba Nick.

Luego, hubo otro ruido de metal torciendose. Emma-Jane siguio agarrada a la puerta con todas sus fuerzas.

De repente, perdio pie. La furgoneta estaba acelerando, giro bruscamente a la izquierda, y sus piernas se elevaron en el aire, luego el vehiculo giro a la derecha. Hacia una fila de coches aparcados.

Emma-Jane sintio un momento de terror ciego.

Luego, todo el aire abandono su cuerpo. Noto una presion horrible, luego oyo un crujido sordo como de cristales y metales rompiendose. En los segundos de agonia que precedieron a la perdida de conocimiento, sus manos soltaron la puerta, su cuerpo rodo por el suelo y se dio cuenta de que no eran ni cristales ni metales los que hacian ese ruido. Eran sus huesos.

Nick la vio tirada en la carretera y dudo un momento. Mirando por el retrovisor, vio el coche de policia a bastante distancia. Delante, los pilotos de la Transit desaparecian cuesta abajo. En una milesima de segundo, tomo una decision, acelero para perseguir al vehiculo y grito por radio:

– ?Policia herido! ?Necesitamos una ambulancia!

Al cabo de unos segundos, acorto la distancia respecto a la furgoneta. El coche salto al pasar por un resalto. Al final de la cuesta, habia un semaforo en rojo, el cruce con Eastern Road. La Transit tendria que parar, o al menos aminorar la marcha.

No hizo ninguna de las dos cosas.

Mientras la furgoneta cruzaba la calle, Nick vio el resplandor de unos faros y, al cabo de un momento, un taxi marca Skoda se empotro contra la puerta del conductor de la furgoneta. Oyo un golpe metalico fuerte y sordo, como dos cubos de basura gigantes que chocaban.

La Transit dio un giro y se detuvo, soltaba vapor, aceite y agua, la bocina sonaba atronadora, habia fragmentos de cristal y metal por todas partes, una rueda estaba torcida y desviada, casi en paralelo al suelo, el neumatico desinflado.

El Skoda siguio avanzando unos metros y dio la vuelta, emitiendo un chirrido metalico agudo, del capo salio vapor, luego se subio a la acera, choco contra la pared de una casa y reboto unos metros hacia atras.

Nicholl detuvo el coche mientras llamaba por radio a los servicios de emergencia, luego se bajo de un salto y corrio hacia la furgoneta. Pero al llegar se dio cuenta de que no tenia por que darse prisa. El parabrisas estaba agrietado y manchado de sangre. El conductor yacia desplomado de lado, con el cuerpo parcialmente tendido sobre el volante, con el cuello torcido. La cara, que tenia varios cortes, estaba contra el parabrisas agrietado; sus ojos, cerrados.

Seguia saliendo vapor y olia a gasoil. Nick Nicholl intento abrir la puerta hundida, pero no pudo. Tiro con firmeza, tenia miedo de que la furgoneta se incendiara, luego mas fuerte, con todas sus fuerzas. Al final, se abrio unos centimetros.

Era consciente de que los vehiculos estaban deteniendose; por el rabillo del ojo, vio que dos personas se habian acercado al taxi y abrian la puerta del conductor y que otra persona se esforzaba por abrir la puerta de atras. Nick Nicholl tiro aun con mas fuerza de la puerta de la Transit, que cedio un poco mas. Al hacerlo, vislumbro un resplandor en el suelo del asiento del pasajero.

Era un portatil.

Mientras metia la mano por entre la puerta, Nick miro detenidamente la cara del hombre. Respiraba. Una de las principales lecciones que habia aprendido en primeros auxilios era no mover a la victima de un accidente a menos que fuera para ponerla fuera de peligro. Alargo la mano por delante del hombre y apago el motor. No olia a quemado. Decidio esperar, luego se dirigio al otro lado de la furgoneta y saco el portatil, con aplomo, solo tocando el aparato con su panuelo.

Luego, preocupadisimo por Emma-Jane, llamo por radio para preguntar por la situacion de los vehiculos de urgencias. Mientras lo hacia, oyo las sirenas.

Ademas de lo inquieto que estaba por la joven detective, tenia otra preocupacion. Roy Grace no iba a dar saltos de alegria cuando se enterara del accidente.

Capitulo 63

A las once y media, Roy Grace aparco su Alfa Romeo junto a una linea amarilla continua, delante del escaparate sin iluminar de un negocio especializado en muebles retro del siglo xx.

Se bajo, cerro la puerta y se quedo de pie, bajo el resplandor naranja de las farolas, delante de la verja de hierro forjado del almacen reformado donde vivia Cleo. Durante unos momentos, se quedo mirando el portero electronico, sintiendo una confusion de emociones. Una parte de el estaba enfadada, otra tenia miedo por lo que iba a decirle Cleo. Y otra simplemente estaba deprimida.

Por primera vez desde que Sandy habia desaparecido, sentia algo por otra mujer. En realidad, la noche anterior, durante los momentos en que habia estado despierto y no habia pensado en el asesinato de Janie Stretton, se habia permitido la osadia de pensar que tal vez era posible comenzar una nueva vida. Y que, quiza, podia ser con Cleo Morey

Entonces habia llegado el mensaje.

«Prometido.»

?De que diablos iba todo aquello? ?Quien era ese hombre? Un nino de papa baboso de su ambiente pijo que mami y papi aprobaban? ?Un tipo que tenia un Porsche y una casa en el campo?

?Como demonios se le habia pasado mencionar que estaba prometida? ?Y por que queria verle ahora? ?Para disculparse por lo de anoche y decirle que el besuqueo en el taxi habia sido un terrible error de borrachera y que tenian que comportarse como adultos puesto que trabajaban juntos?

?Por que habia ido a su casa? No deberia estar alli. Tendria que estar en su mesa del centro de investigaciones o, a estas horas un domingo por la noche, yendo a casa a dormir, para estar fresco para la reunion de la manana, para estar preparado para todos los seguimientos que tenia que hacer en el caso de Janie Stretton; asi como para controlar el progreso del juicio a Suresh Hossain.

En su mente, reproducia el interrogatorio que acababa de hacerle a Tom Bryce. Como parte de su formacion, Grace habia asistido, en los ultimos anos, a varios cursos de perfiles psicologicos, pero nunca le habian parecido practicos. Tal vez podian proporcionar pistas utiles si habia que escoger entre tres sospechosos distintos, pero nada de lo que habia aprendido le servia de ayuda ahora para evaluar si Tom Bryce fingia su dolor y su preocupacion o si estos eran reales.

Pero no habia duda de que el hombre les habia contado una mentira.

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