– Mas agria que dulce.

– ?Has pensado alguna vez en tirartela?

– Si, durante un nanosegundo, o quizas un femtosegundo. ?No es la unidad mas pequena de tiempo que existe?

– Podria ser un buen movimiento para tu carrera.

– Se me ocurre otro mejor.

– ?Como por ejemplo?

– Como, por ejemplo, no intentar tirarme a la subdirectora.

– ?Has visto a Susan Sarandon en El compromiso?

– No me acuerdo.

– Pues me recuerda a Susan Sarandon en esa peli. Me gusto, es buena. ?Quieres venir conmigo al deposito municipal, a la hora de comer, y seguimos hablando por el camino? Te invito a una pinta y a un sandwich.

– ?Comida en el deposito? Guau, eso demuestra lo primero que he pensado al ver esa corbata. Tienes estilo.

Capitulo 26

El agua seguia subiendo, dos centimetros y medio cada tres horas, segun calculo Michael. Ahora le llegaba justo por debajo de las orejas. Temblaba de frio y tenia fiebre.

Habia trabajado freneticamente toda la noche, rascando con el cristal, y ahora le quedaba un ultimo fragmento de la botella de whisky; le dolian los brazos del cansancio. Habia escarbado un agujero profundo en la tapa, pero aun no habia llegado a la parte exterior.

Ahora controlaba el tiempo: rascaba dos horas, descansaba media; imaginaba que estaba navegando; pero iba perdiendo. El agua subia mas deprisa de lo que se ensanchaba el agujero. Tendria la cabeza debajo del agua antes de que el agujero fuera lo suficientemente ancho para salir.

Cada quince minutos pulsaba el boton de «Hablar» del walkie-talkie, pero lo unico que le llegaba eran interferencias.

Eran las 11.03 de la manana del viernes.

Siguio rascando, le llovia constantemente polvo de cristal y tierra humeda, el ultimo fragmento de cristal se reducia a cada minuto que pasaba. Pensaba, pensaba todo el tiempo. Cuando el cristal se acabara aun le quedaria la hebilla del cinturon. Y cuando se acabara esta, ?que otros instrumentos tendria para rascar la madera? ?La lente de la linterna? ?Las pilas?

Oyo un silbido agudo cuando el walkie-talkie cobro vida, luego otra vez un acento americano fingido.

– Hola, colega, ?como te va? -Esta vez lo reconocio.

Michael pulso el boton de «Hablar».

– ?Davey? -dijo-. ?Eres tu?

– Estaba viendo las noticias de la tele -le informo Davey-. ?Sale un accidente de coche que fui a ver con mi padre el martes! ?Tio, que accidente! Se murieron todos, ?y hay un desaparecido!

De repente, Michael agarro el walkie-talkie muy fuerte.

– ?Que era, Davey? ?Que coche era?

– Una Ford Transit. ?Tio, quedo destrozada!

– Cuentame mas, Davey.

– Habia un tipo atravesado en el parabrisas, perdio media cabeza. Buff, vi el cerebro desparramado. Supe al momento que estaba muerto. Solo hubo un superviviente, pero tambien ha muerto.

Michael comenzo a temblar descontroladamente.

– El tipo ese que esta desaparecido, ?sabes quien es?

– Si.

– Dime quien es.

– Tengo que irme ya, a ayudar a mi padre.

– Davey, escuchame. Puede que yo sea ese tio.

– ?Estas de cona?

– ?Como se llama, Davey?

– Eh… no se. Solo dicen que tenia que casarse manana.

Michael cerro los ojos. «No, Dios mio, no.»

– Davey, ese accidente…, ?ese accidente de coche fue sobre las nueve de la noche del martes?

– Asi es.

Con una urgencia renovada, Michael se acerco el walkie-talkie a la boca.

– Davey, ?soy yo! ?Soy el tipo que se casa manana!

– ?Estas de cona?

– No, Davey. Escuchame bien.

– Tengo que irme. Podemos hablar despues.

– ??Davey, no te vayas, por favor, no te vayas!! -le grito Michael-. ??Eres la unica persona que puede salvarme!!

El silencio fue la respuesta. Solo el crujido de las interferencias le decia que Davey seguia al otro lado.

– ?Davey?

– Tengo que irme, ?entiendes lo que te digo?

– Davey, necesito tu ayuda. Eres la unica persona del mundo que puede ayudarme. ?Quieres ayudarme?

Otro largo silencio. Y luego:

– ?Como has dicho que te llamabas? -Michael Harrison.

– ?Acaban de decir tu nombre en television!

– ?Tienes coche, Davey? ?Conduces?

– Mi padre tiene una furgoneta.

– ?Puedo hablar con tu padre?

– Bueno, no se. Esta muy ocupado, ?sabes? Tenemos que salir a remolcar un coche accidentado.

Concentrandose desesperadamente, Michael penso en como conseguir conectar con aquel personaje.

– Davey, ?te gustaria ser un heroe? ?Te gustaria salir en television?

La voz se rio tontamente.

– ?Yo en television? ?Como si fuera una estrella de cine, quieres decir?

– Si, ?podrias ser una estrella de cine! Tu solo dejame hablar con tu padre y yo le dire como puedes convertirte en una estrella de cine. ?Por que no vas a buscarle y le pasas el walkie-talkie? ?Que te parece?

– No se.

– Davey, por favor, ve a buscar a tu padre.

– Mira, hay un problema. Mi padre no sabe que tengo el walkie-talkie, ?sabes? Se enfadaria bastante conmigo si lo supiera.

– Creo que estaria orgulloso de ti si supiera que eres un heroe -le dijo Michael para seguirle la corriente.

– ?Tu crees?

– Lo creo.

– Tengo que irme. ?Hasta luego! ?Cambio y corto!

El walkie-talkie volvio a quedar en silencio.

– Davey, por favor, no me dejes, Davey. Ve a buscar a tu padre, por favor, Davey, por favor -decia Michael suplicando con todas sus fuerzas.

Pero Davey se habia marchado.

Capitulo 27

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