– ?Un numero 12?

Grace alzo la vista y vio a una camarera que llevaba una bandeja con su comida. Pastel de carne para el, filete de pez espada y ensalada para Glenn Branson.

Grace clavo el cuchillo en el sebo blando y, al instante, emergieron de el vapor y salsa.

– Eso es un infarto instantaneo en bandeja -le reprendio Branson-. ?Sabes lo que es el sebo? Grasa de ternera. ?Bah!

– No es lo que comes, sino preocuparte por lo que comes. Preocuparte es lo que te mata -dijo Grace mientras rociaba el plato con mostaza.

Branson se llevo un trozo de pescado a la boca. Mientras masticaba, Grace continuo.

– He leido que los niveles de mercurio en los peces del mar, debido a la contaminacion, son altamente peligrosos. No deberias comer pescado mas de una vez a la semana.

Branson empezo a masticar mas despacio, parecia incomodo.

– ?Donde leiste eso?

– Era un informe del Nature, creo. Es la revista cientifica mas respetada del mundo. -Grace sonrio, disfrutando de la expresion del rostro de su amigo.

– Mierda, comemos pescado… casi todas las noches. ?Mercurio, dices?

– Acabaras como un termometro.

– No tiene gracia, quiero decir… -Dos pitidos agudos seguidos le hicieron callar.

Grace saco el movil del bolsillo y miro la pantalla: «?Por que no respondes a mi mensaje, Campeon? Besos, Claudine».

– Dios mio, lo que me faltaba -dijo-. Una psicopata que hierve conejos.

Branson levanto las cejas.

– Buena carne, la de conejo. De granja.

– Esta no es saludable y no come carne. Me refiero a una psicopata que hierve conejos como Glenn Close en aquella pelicula.

– ?Te refieres a Atraccion fatal? Michael Douglas y Anne Archer, 1987. Una pelicula genial. La pusieron en Sky el domingo.

Grace le enseno el mensaje.

Branson sonrio burlonamente.

– Asi que Campeon, ?eh?

– Nunca llego tan lejos y nunca llegara.

Luego sono el movil de Branson. Lo saco del bolsillo de su chaqueta y contesto.

– Glenn Branson. ?Si? De acuerdo, genial. Estare ahi dentro de una hora. -Termino la llamada y dejo el telefono sobre la mesa. Mirando a Grace, dijo-: Acaba de llegar el informe del movil Vodafone de Michael Harrison. ?Quieres venir al despacho y ayudarme con el?

Grace lo penso un momento, luego consulto su agenda en el Blackberry. Se habia dejado la tarde libre con la intencion de ordenar el papeleo relacionado con el juicio contra Suresh Hossain que Alison Vosper le habia solicitado en la reunion de las 12.30 y luego leer el informe sobre el caso de Tommy Lytle; pero este ultimo llevaba esperando veintisiete anos y, de todas formas, un dia mas no iba a cambiar mucho las cosas, mientras que la desaparicion de Michael Harrison era urgente. En especial para la novia; sabia lo desgarrador que era que un ser querido desapareciera. En estos momentos, si podia ayudar en algo, iba a hacerlo.

– De acuerdo -dijo-. Si.

Branson se comio la ensalada y no toco el resto del pescado, mientras Grace atacaba el pastel de carne con entusiasmo.

– Hace un tiempo lei -le dijo a Branson- que los franceses beben mas vino tinto que los ingleses, pero viven mas. Los japoneses comen mas pescado que los ingleses, pero beben menos vino y viven mas. Los alemanes comen mas carne roja que los ingleses, y beben mas cerveza, y tambien viven mas. ?Sabes cual es la moraleja de la historia?

– No.

– No es lo que comes o bebes lo que te mata, sino hablar ingles.

Branson sonrio burlonamente.

– No se por que me caes bien. Siempre te las arreglas para hacer que me sienta culpable por algo.

– Pues encontremos a Michael Harrison. Luego podras disfrutar del fin de semana.

Branson aparto el pescado a un lado del plato y apuro la coca-cola.

– Esa cosa esta llena de aspartamo -dijo Grace mirando el vaso de Glenn con desaprobacion-. Lei una teoria en Internet que decia que podia causar lupus.

– ?Que es el lupus?

– Es mucho peor que el mercurio.

– Gracias, Campeon.

– Vaya, estas celoso.

Al entrar en el edificio de seis plantas de aspecto gastado que albergaba la comisaria de policia de Brighton por el aparcamiento de la parte trasera, Grace sintio una punzada de nostalgia. Aquel edificio tenia fama de ser la comisaria con mas ajetreo de Gran Bretana. Era un hervidero y le habia encantado trabajar alli durante casi quince anos. Era el bullicio lo que mas echaba de menos en su puesto actual en tranquilidad relativa de las dependencias del Departamento de Investigacion Criminal, situado a las afueras de la ciudad.

Mientras subian las escaleras de cemento, con paredes azules a ambos lados, donde estaban clavados los tablones de anuncios con actos y procedimientos tan familiares para el, olio que seguia estando en una comisaria ajetreada. No era el olor de los hospitales, ni de los colegios, ni de un edificio de la Administracion; era el olor de la energia.

Pasaron de largo por el tercer piso, donde habia tenido su despacho, y recorrieron un pasillo de la cuarta planta; pasaron por delante de un gran cartel que dominaba la totalidad de un tablon de anuncios con la leyenda: «indice global de detencion criminal. Abril. 27,8 %». Luego siguio a Branson hasta el despacho largo y estrecho que su companero estaba organizando como centro de investigaciones para el caso de Michael Harrison. Seis mesas, cada una con un ordenador. Dos estaban ocupadas, ambas por agentes que conocia y que le caian bien: el detective Nick Nicholl y la sargento Bella Moy. Habia un rotafolio sobre un caballete y una pizarra blanca en la pared, junto a un mapa a gran escala de Sussex, en el que habia repartidos alfileres de colores.

– ?Un cafe? -le ofrecio Branson.

– Por ahora no.

Se detuvieron en la mesa de Bella, que estaba cubierta de fajos de papeles ordenados, en medio de los cuales habia una caja abierta de Maltesers.

– Tengo el informe del Vodafone de Michael Harrison desde el martes por la manana hasta las nueve de esta manana -dijo la sargento senalando los papeles-. Tambien he pensado que seria buena idea conseguir los de los cuatro chicos que iban con el.

– Bien pensado -dijo Branson, impresionado por su iniciativa.

La sargento senalo la pantalla del ordenador, en la que habia un mapa.

– He marcado aqui todas las antenas de las redes de moviles que utilizaban los cinco chicos: Orange, Vodafone y T-Mobile. La frecuencia con la que operan Orange y T-Mobile es mayor que la de Vodafone, que es la compania de Michael Harrison. La ultima senal emitida por su movil proviene de la estacion base de la antena de Pippingford Park en la A 22; pero he descubierto que no podemos confiar en que sea la mas cercana, porque si la red esta saturada envia las senales a la siguiente antena disponible.

«Esta jovencita va a llegar lejos», penso Grace.

– ?Que distancia hay entre las antenas? -dijo tras examinar el mapa unos momentos.

– En ciudad, unos quinientos metros; no obstante, en el campo puede haber varios kilometros.

Por experiencia, Grace sabia que las companias de telefonia movil utilizaban una red de antenas de radio que funcionaban como balizas. Los moviles, estuvieran operativos o comunicando, enviaban senales constantemente a la baliza mas cercana. Era sencillo trazar los movimientos de cualquier usuario de movil a partir de esa informacion; aun asi, era obvio que se trataba de una tarea mucho mas facil en la ciudad que en el campo.

Bella se levanto y se dirigio al mapa de Sussex colgado en la pared. Senalo un alfiler azul en el centro de

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