– Es lo bastante grande como para cruzar el canal, ?verdad?
– El tipo al que se lo compraron cruzo el Atlantico.
– Bien. Tu y yo sabemos navegar.
– Si.
Ashley recordaba varias vacaciones en barco en Australia y en Canada. Habian alquilado un yate y se habian hecho a la mar ellos solos. Eran algunos de los pocos momentos felices y tranquilos de su vida.
– Pues ahora ya sabes adonde vamos. A menos que tengas una idea mejor.
– ?Vamos a coger su barco?
– Zarparemos cuando anochezca.
Ahora se encontraban en una carretera principal concurrida, con casas pareadas a cada lado, bastante apartadas de la calzada. Aminoro la marcha al acercarse a un semaforo y vio una calle comercial delante a ambos lados de la carretera. Luego, mientras frenaba, se le cayo el alma a los pies. Unas luces blancas brillantes llenaron el retrovisor. Oyo el pitido agudo de una sirena de dos tonos. Vio parpadear una luz azul, oyo el ruido de un motor acelerando al maximo; luego un policia en motocicleta se coloco a la altura de su ventanilla y le indico que se bajara.
Vic piso el acelerador y se dirigio hacia las luces, cruzandose en el camino de un camion pesado.
– Mierda -dijo Ashley.
Al cabo de unos momentos, con la sirena puesta, la moto volvio a colocarse a su lado, y el poli le indico con firmeza que se detuviera, pero Vic dio un volantazo hacia la derecha, golpeo a proposito la moto y la tiro al suelo. Por el retrovisor, vislumbro fugazmente al policia, rodando por el asfalto.
Presa del panico, Vic vio un buzon delante de el y una calle lateral que parecia tranquila. Entro bruscamente, se oyo el sonido de las bolsas deslizandose en el asiento de atras, luego acelero por la avenida flanqueada de arboles. Comenzo a llover de nuevo y toqueteo los mandos hasta que encontro los limpiaparabrisas y los activo. Llegaron a un cruce, con una iglesia enfrente.
– ?Sabes donde estamos?
– El puerto no puede quedar lejos -dijo.
Siguio conduciendo por un laberinto de calles residenciales tranquilas. Luego, de repente, salieron a una calle mayor estrecha y animada, con coches que avanzaban despacio por ella.
– ?Alli! -Vic senalo hacia delante-. ?Alli esta el puerto!
Al final de la calle, llegaron a un cruce con la principal calle costera que recorria todo el paseo maritimo de Brighton y Hove, pasando por el puerto de Shoreham y luego por las margenes del rio Adur.
– ?Donde esta el barco?
– En el Club Nautico de Sussex -dijo-. Tienes que girar a la izquierda.
Se acercaba un autobus, deprisa. Iba a esperar para dejarlo pasar cuando un destello de luz blanca en el retrovisor le llamo la atencion. Casi con incredulidad, vio una moto de la policia serpenteando por entre el trafico denso detras de el. ?Era el mismo maldito policia al que habia tirado al suelo?
Arranco antes de que pasara el autobus; los neumaticos chirriaron. Luego, unos momentos despues, salio de la nada un BMW negro con una luz azul parpadeando en el salpicadero y mas luces azules por dentro de la luna trasera. Paso a toda velocidad entre el autobus y el Toyota y se detuvo delante de el, lo cual le obligo a frenar bruscamente. Encima del parachoques trasero llevaba las palabras «Policia-Parar» escritas con luces rojas que parpadeaban.
Totalmente presa del panico, Vic dio un giro de 180 grados, acelero hacia el otro lado y serpenteo por entre el trafico que reducia la velocidad al acercarse a una rotonda. Tenia la moto justo detras, con la sirena ululando. Con dos ruedas sobre la acera y tocando reiteradamente la bocina, lo que provoco que los peatones se apartaran de su camino asustados, Vic paso rozando la hilera de coches y una furgoneta y llego a la rotonda. Tenian tres opciones: a la derecha, parecia que volvian al laberinto de casas; recto, habia atasco; a la izquierda estaba un puente de vigas metalicas que cruzaba el rio.
Giro a la izquierda, con la moto pegada detras de el mientras aceleraba tanto como le permitia el Toyota, la correa del ventilador chirriando, chillando. A cada segundo, el ruido era peor. Abajo, la marea estaba bajando y el rio era tan solo un manso hilo marron entre los bancos de lodo, donde habia barcas volcadas amarradas. Muchas no parecia que fueran a ser capaces de flotar cuando la marea volviera a subir.
Al otro extremo del puente, la carretera estaba despejada; sin embargo, al cabo de unos momentos, el BMW los seguia a toda velocidad. De repente, la moto los adelanto y, luego, freno para intentar obligarle a reducir.
– Creia que ya te habia dado una leccion -mascullo Vic, acelerando, intentando embestirla, pero el motorista era demasiado rapido para el, y acelero como previendo sus movimientos.
Vic, que intentaba desesperadamente pensar con claridad, miro el paisaje a ambos lados. A la izquierda habia un garaje, una hilera de tiendas y lo que parecia una zona residencial. A su derecha, vio la extension llana del aeropuerto de Shoreham, utilizada principalmente por aviones privados y algunas aerolineas de las islas del canal. La entrada se acercaba.
Sin poner el intermitente, giro a la derecha y entro en la carretera estrecha. A su izquierda habia un muro de hormigon y la extension abierta del aerodromo quedaba a la derecha, puntuada de hangares, con aviones pequenos y helicopteros aparcados enfrente, con la torre de control art deco blanca, necesitada de una mano de pintura. Lo que le pasaba ahora por la cabeza era que si podia quitarse de encima a la poli unos minutos, podrian secuestrar una avioneta, como la Beechcraft bimotor que estaba viendo llegar; solo habia que acercarse directo a ella y coger al piloto.
Como si le leyera el pensamiento, el BMW se coloco a su lado y luego se acerco, lo que le obligo a arrimarse al muro. Ashley grito cuando el coche lo golpeo y salieron chispas al rayarlo.
– Vic, por el amor de Dios, ?haz algo!
Desesperado, agarro el volante, apretandolo muy concentrado, sabiendo que estaban irremediablemente en desventaja frente al BMW y la moto. Se acercaban a un tunel. Podia adivinar exactamente lo que el del BMW tenia en la mente: adelantarle y luego detenerse. Asi que piso el freno. Como lo cogio desprevenido, el BMW paso de largo y, al instante, Vic viro bruscamente, salio de la carretera y entro en el aerodromo.
La moto siguio con el y, al cabo de unos momentos, tambien tenia el BMW detras. Cruzo la hierba llena de baches directo hacia la primera hilera de aeronaves aparcadas y serpenteo freneticamente entre ellas, intentando quitarse de encima a los policias que los perseguian, intentando ver a alguien yendo a un avion o saliendo de uno. Luego, mientras Vic se dirigia a un hueco entre un jet ejecutivo Grumman y un Piper Aztec, el BMW los embistio con fuerza y salieron disparados hacia delante. Ashley, a pesar de llevar abrochado el cinturon, se dio con la cabeza en el parabrisas y solto un grito de dolor.
Oyo que el BMW aceleraba. La pista de aterrizaje estaba justo delante de el y vio que el bimotor descendia, le quedaban unos metros para posarse. Piso el acelerador, cruzo la pista dando bandazos y atraveso la sombra del avion. Y luego, por un instante fugaz, ?no vio la moto ni el BMW por el retrovisor! Siguio conduciendo, a todo gas, el coche daba bandazos, el chirrido del motor era cada vez peor y ahora lo acompanaba un olor acre a quemado. Se dirigian directamente a la valla del perimetro y a la estrecha carretera que se extendia enfrente.
– Tenemos que salir y escondernos, Vic. No vamos a dejarlos atras con este trasto.
– Lo se -dijo el con gravedad.
Al no ver ningun espacio en la valla, el panico volvio a apoderarse del hombre.
– ?Donde esta la puta salida?
– Atraviesa la valla y ya esta.
Siguiendo su consejo, Vic continuo conduciendo a toda velocidad hacia la valla y redujo justo antes de golpearla. La malla hizo un ruido metalico sordo y se rasgo como un trozo de tela. Luego, se encontraron en la carretera del perimetro, con las marismas del rio a la derecha y el aerodromo a la izquierda; con la moto y el coche siguiendoles de cerca. Un Mercedes deportivo se acercaba en direccion contraria. Vic siguio conduciendo.
– ?Aparta, cono!
En el ultimo momento, el Mercedes se movio al arcen.
Estaban llegando a un cruce con una carretera estrecha que era poco mas que un callejon. A la izquierda, frente a una cabana, habia un camion de mudanzas descargando, que bloqueaba totalmente la carretera.
Giro a la derecha, pisando el freno y mirando por el retrovisor. Al menos, este callejon era demasiado estrecho para que el BMW pudiera pasar. La moto estaba colocandose en posicion. En cualquier momento, iba a