—Si es usted el unico contacto —Galeni fruncio el ceno—, ?quien demonios es esta mujer?

Sus palabras dejaban claro que la consideraba una no-persona, o al menos una no-soldado.

—Si, senor. Bueno, para casos de emergencia, hay tres dendarii que conocen mi verdadera identidad. La comandante Quinn, que estuvo en el ajo desde el principio, es una de ellas. Tengo ordenes estrictas de Illyan de llevar guardaespaldas en todo momento, asi que la comandante Quinn ocupa mi puesto cada vez que tengo que cambiar de identidades. Confio en ella de manera tacita.

«Respetaras a los mios, malditos sean tus ojos burlones, pienses lo que pienses de mi…»

—?Cuanto tiempo lleva esto en marcha, teniente?

—Ah —Miles miro a Elli—, siete anos, ?no es asi?

Los brillantes ojos de Elli chispearon.

—Parece que fue ayer —dijo, en tono neutro. Al parecer tambien a ella le costaba trabajo ignorar el retintin. Miles confiaba en que lograra mantener bajo control su agudo sentido del humor.

El capitan se estudio las unas y, bruscamente, miro a Miles.

—Bueno, voy a tener que recurrir a Seguridad del Sector Dos, teniente. Y si descubro que esto es otra idea de los lores Vor de una broma pesada, hare todo lo que este en mi mano para llevarlo a juicio. No me importa quien sea su padre.

—Todo es cierto, senor. Tiene mi palabra de Vorkosigan.

—Por eso mismo —dijo el capitan Galeni entre dientes.

Miles, furioso, tomo aliento… y entonces situo por fin el acento regional de Galeni.

Alzo la barbilla.

—?Es usted… komarres, senor?

Galeni asintio, en guardia. Miles le devolvio la mirada gravemente, inmovil. Elli le dio un codazo y susurro:

—?Que demonios…?

—Mas tarde —replico Miles, tambien en un susurro—. Politica interna de Barrayar.

—?Tendre que tomar notas?

—Probablemente —alzo la voz—. Debo ponerme en contacto con mis autenticos superiores, capitan Galeni. Ni siquiera se cuales son mis ordenes.

Galeni arrugo los labios.

—Yo soy su superior, teniente Vorkosigan —observo con suavidad.

Y debia de estar bastante molesto, juzgo Miles, por haber sido apartado de su propia cadena de mando. ?Quien podia echarselo en cara? Le respondio con amabilidad.

—Por supuesto, senor. ?Cuales son mis ordenes?

Las manos de Galeni se crisparon brevemente en un gesto de frustracion, su boca se curvo en una mueca ironica.

—Tendre que asignarlo a mi personal, supongo, mientras todos esperamos una aclaracion. Tercer agregado militar.

—Ideal, senor, gracias —dijo Miles—. El almirante Naismith necesita imperiosamente desaparecer, ahora mismo. Los cetagandanos pusieron precio a su… mi cabeza despues de Dagoola. He sido afortunado dos veces.

Ahora le toco a Galeni el turno de quedarse inmovil.

—?Esta bromeando?

—Obtuve un saldo de cuatro dendarii muertos y catorce heridos por ello —dijo Miles, envarado—. No lo encuentro nada divertido.

—En ese caso —repuso Galeni, sombrio—, considerese confinado en el complejo de la embajada.

«?Y perderme la Tierra?» Miles suspiro, reacio.

—Si, senor —accedio sombrio—. Siempre que la comandante Quinn, aqui presente, pueda hacer de intermediaria con los dendarii.

—?Por que necesita continuar sus contactos con los dendarii?

—Son mi gente, senor.

—Me ha parecido entender que el comodoro Tung dirigia el espectaculo.

—Ahora mismo esta de permiso. Cuanto necesito, antes de que el almirante Naismith desaparezca por el foro, es pagar algunas facturas. Si me adelantara algo para los gastos inmediatos, podria poner fin a esta mision.

Galeni suspiro; sus dedos bailotearon sobre la comuconsola, y se detuvo.

—Ayuda a toda velocidad. Bien. ?Cuanto necesitan?

—Unos dieciocho millones de marcos, senor.

Los dedos de Galeni quedaron paralizados en el aire.

—Teniente —dijo despacio—, eso es mas de diez veces el presupuesto de toda esta embajada para un ano. ?Varios cientos de veces el presupuesto de este departamento!

Miles extendio las manos.

—Gastos de explotacion para cinco mil soldados y tecnicos, y once naves durante mas de seis meses, mas perdidas de equipo (perdimos un monton de cosas en Dagoola), nominas, comida, ropa, combustible, gastos medicos, municion, reparaciones… tengo las facturas, senor.

Galeni se sento.

—Sin duda. Pero el cuartel general de Seguridad del Sector tendra que encargarse de esto. Aqui ni siquiera existen fondos para cubrir esas cantidades.

Miles se mordio el lado del dedo indice.

—Oh.

Ciertamente, oh. No tenia que dejarse llevar por el panico…

—En ese caso, senor, ?puedo pedirle que se ponga en contacto con el cuartel general del Sector cuanto antes?

—Creame, teniente, considero que transferirle a usted a la responsabilidad de otro es un asunto de la maxima prioridad. —Se levanto—. Disculpeme. Espere aqui.

Salio del despacho sacudiendo la cabeza.

—?Que demonios? —pregunto Elli—. Creia que estabas a punto de destrozar a ese tipo, capitan o no… y luego te paraste. ?Cual es la magia de ser komarres, y donde puedo encontrar un poco?

—No es magia. Decididamente no es magia —dijo Miles—. Pero es muy importante.

—?Mas importante que ser un lord Vor?

—En cierto sentido, si, en estos momentos. Mira, sabes que el planeta Komarr fue la primera conquista imperial interestelar de Barrayar, ?no?

—Creia que lo considerabais una anexion.

—Otra forma de llamar las cosas. Lo ocupamos por sus agujeros de gusano, porque se encuentra ante nuestra unica conexion con el nexo, porque estaba estrangulando nuestro comercio y, sobre todo, porque acepto un soborno para dejar pasar a la flota cetagandana cuando los cetagandanos trataron de anexionarnos a nosotros. Tal vez recuerdes tambien quien fue el principal conquistador.

—Tu padre. Cuando solo era el almirante lord Vorkosigan, antes de que se convirtiera en regente. Eso le valio su reputacion.

—Si, bueno, se labro mas de una. Si alguna vez quieres que le salga humo de las orejas susurrale al oido: «Carnicero de Komarr.» Lo llamaban asi.

—Han pasado treinta anos. Miles. —Ella hizo una pausa—. ?Hay algo de verdad en eso?

Miles suspiro.

—Algo hubo. Nunca he podido sonsacarle toda la historia, pero estoy seguro de que no es lo que dicen los libros. De todas maneras, la conquista de Komarr fue un poco oscura. Como resultado, durante los cuatro anos de su regencia tuvo lugar la revuelta komarresa, y eso si que fue un jaleo. Los terroristas komarreses han sido la pesadilla de Seguridad desde ese momento. Supongo que hubo mucha represion entonces.

»De todas formas, ha pasado el tiempo, las cosas se han calmado un poco, cualquiera de cualquier planeta con energia que gastar se marcha al recien colonizado Sergyar. Ha habido movimientos entre los liberales (acicateados por mi padre) para integrar plenamente Komarr en el Imperio. No es una idea muy popular entre la

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