—Cierto. Yo naci siendo un clon, Bel.
Thorne solo parecio ligeramente compasivo.
—Algunos de mis mejores amigos son clones.
—Tal vez deberia decir que fui creado como clon. En el laboratorio militar de una potencia galactica de cuyo nombre no quiero acordarme. Fui creado para sustituir en un plan secreto al hijo de cierto hombre importante, clave de otra potencia galactica… ya puedes imaginar a quien con un poco de investigacion, estoy seguro… pero hace unos siete anos decline el honor. Escape, hui y me estableci por mi cuenta, creando a los mercenarios dendarii a partir de, er, lo que encontre a mano.
Thorne sonrio.
—Un acontecimiento memorable.
—Aqui es donde entra Galen. La potencia galactica abandono su plan y me crei libre de mi desgraciado pasado. Pero varios clones habian sido eliminados, como si dijeramos, en el intento de generar un duplicado fisico exacto, con ciertos refinamientos mentales, antes de que el laboratorio diera finalmente conmigo. Pense que habian muerto hacia tiempo, vilmente asesinados, aniquilados. Pero al parecer uno de los primeros prototipos fue puesto en criosuspension. Y, de algun modo, ha caido en manos de Ser Galen. Mi unico hermano-clon superviviente. —Miles cerro el puno—. Esclavizado por un fanatico. Quiero rescatarlo —abrio la mano, suplicante —. ?Comprendes por que?
Thorne parpadeo.
—Conociendolo… supongo que si. ?Es muy importante para usted, senor?
—Mucho.
Thorne se enderezo un poco.
—Entonces se hara.
—Gracias —Miles vacilo—. Mejor que se suministre a todos los lideres de patrulla que estan abajo un pequeno escaner medico. Que lo lleven en todo momento. Como sabes, me reemplazaron los huesos de las piernas por otros sinteticos hace un ano. Los suyos son normales. Es la forma mas facil de detectar la diferencia entre nosotros.
—?Tan similar es su apariencia? —dijo Thorne.
—Nuestras apariencias son identicas.
—Lo son —confirmo Quinn—. Yo lo he visto.
—Ya… veo. Interesantes posibilidades de confusion por esa parte, senor. —Thorne miro a Quinn, que asintio triste.
—Cierto. Confio en que la distribucion de escaneres medicos ayude a resolver las cosas. Adelante… llamame de inmediato si consigues algun avance en el caso.
—Bien, senor.
En el pasillo, Quinn observo:
—Buen movimiento, senor.
Miles suspiro.
—Tenia que encontrar algun modo de advertir a los dendarii sobre Mark. No puedo dejar que vaya otra vez por ahi tan campante haciendo de almirante Naismith.
—?Mark? —dijo Elli—. ?Quien es Mark, o me atrevo a imaginarlo? ?Miles Mark Dos?
—Lord Mark Pierre Vorkosigan —dijo Miles tranquilamente. Al menos, eso esperaba parecer—. Mi hermano.
Elli, consciente de los significados de los juramentos de los clanes de Barrayar, fruncio el ceno.
—?Entonces Ivan tiene razon? ?Te ha hipnotizado el pequeno cabroncete?
—No lo se —dijo Miles despacio—. Si soy el unico que lo ve asi, entonces tal vez, tal vez…
Elli hizo un ruido tranquilizador.
Una ligera sonrisa asomo a la boca de Miles.
—Puede que todo el mundo este equivocado menos yo.
Elli hizo una mueca.
Miles volvio a ponerse serio.
—La verdad es que no lo se. En siete anos, nunca he abusado de los poderes del almirante Naismith por motivos personales. No es un record que tenga muchas ganas de malograr. Bueno, quiza no consigamos encontrarlos, y la cuestion dejara de tener importancia.
—Mala cosa —le reprocho Elli—. Si no quieres encontrarlos, tal vez sera mejor que no los busques.
—Logica aplastante.
—?Entonces por que no la sigues? ?Y que planeas hacer con ellos si los capturas?
—No es demasiado complicado. Quiero encontrar a Galen y a mi clon antes que Destang, y separarlos. Y luego asegurarme de que Destang no los encuentra hasta que yo pueda enviar a casa un informe privado. Al final, si intercedo por el, creo que llegara una contraorden que impida el asesinato de mi clon sin que yo aparezca directamente conectado con ella.
—?Y que hay de Galen? —pregunto Elli, esceptica—. De ningun modo lograras una contraorden para el.
—Probablemente no. Galen es… un problema que no he resuelto.
Miles regreso a su camarote, donde la contable de la flota se reunio con el.
La teniente Bone cayo sobre la orden de credito de dieciocho millones de marcos con apasionamiento y alegria muy poco comerciales.
—?Salvados!
—Inviertalos como haga falta —dijo Miles—. Y saque a la
Los ojos de ella se iluminaron.
—Un desafio interesante, senor. ?Tiene algo que ver con nuestro inminente contrato?
—Seguridad, teniente —respondio Miles suavemente—. No puedo discutirlo ni siquiera con usted.
—Seguridad —ella hizo una mueca— no oculta tanto a Contabilidad como cree.
—Quiza deberia unir ambos departamentos. ?No? —sonrio ante su aterrorizada mirada—. Bueno, tal vez no.
—?A nombre de quien debe ir la orden?
—Al portador.
Ella alzo las cejas.
—Muy bien, senor. ?Cuanto?
Miles vacilo.
—Medio millon de marcos. Sea cuanto fuere eso en creditos locales.
—Medio millon de marcos —advirtio ella cortante— no es poca cosa.
—Siempre que sea en efectivo.
—Hare lo que pueda, senor.
Permanecio a solas en su camarote cuando ella se marcho, con el ceno profundamente fruncido. La situacion estaba clara. No cabia esperar que Galen iniciara el contacto a menos que tuviera alguna forma, por no mencionar algun motivo, para controlar la situacion o darles una sorpresa. Dejar que Galen planificara sus movimientos parecia fatal, y a Miles no le molestaba la idea de esperar hasta que escogiera el momento de sorprenderlo. Con todo, lanzar una finta para crear una figura quiza fuese mejor que no hacer ningun movimiento en absoluto, a la vista del poco tiempo disponible. Librate de la maldita desventaja defensiva, actua en lugar de reaccionar… Una gran decision, pero con el pequeno defecto de que, hasta que localizaran a Galen, Miles no tenia ningun objeto sobre el que actuar. Gruno lleno de frustracion y se fue agotado a la cama.
Desperto por su cuenta en la oscuridad del camarote unas doce horas mas tarde, segun comprobo por los brillantes digitos del reloj de pared, y permanecio acostado un rato regocijandose en la notable sensacion de haber conseguido dormir por fin lo suficiente. El cuerpo le sugeria, con la pesada lentitud de sus miembros, que dormir mas no habria estado mal, cuando sono la comuconsola de la cabina. Salvado del pecado de la pereza, se levanto de la cama y la atendio.