tambien. Es absurdo.
—?Que sugiere usted?
—Propongo que todos dejemos las armas en el centro del circulo. Luego podremos hablar sin distracciones.
«Tiene otra arma oculta —penso Miles—. Igual que yo.»
—Una proposicion interesante. ?Quien suelta su arma el ultimo?
La cara de Galen era un retrato de tristes calculos. Abrio la boca, la volvio a cerrar y sacudio levemente la cabeza.
—Yo tambien preferiria hablar sin distracciones —dijo Miles con cuidado—. Propongo lo siguiente. Yo soltare el arma primero. Luego mi… el clon. Luego usted. El capitan Galeni el ultimo.
—?Que garantia…? —Galen miro bruscamente a su hijo. La tension entre ellos era casi enfermiza, un extrano y silencioso compendio de ira, desesperacion y angustia.
—El le dara su palabra —dijo Miles. Miro a Galeni en busca de confirmacion, y el capitan asintio despacio.
Se hizo el silencio durante tres segundos.
—Muy bien —convino Galen por fin.
Miles avanzo, se arrodillo, dejo el aturdidor en el centro de la cubierta, retrocedio. Mark repitio su actuacion, mirandolo mientras tanto. Galen vacilo un largo, agonico momento, los ojos aun llenos de recelo; luego deposito su arma junto a las otras. Galeni lo siguio sin vacilacion, con una sonrisa como el tajo de una espada y la mirada insondable excepto por el transfondo de dolor que acechaba en ella desde que su padre habia decidido resucitar.
—Su propuesta primero —le dijo Galen a Miles—. Si tiene una.
—Vida —dijo Miles—. He ocultado… en un lugar que solo yo conozco, y que si me hubiera aturdido nunca habria descubierto a tiempo, una orden de credito de cien mil dolares betanos… eso son medio millon de marcos imperiales, amigos… pagaderos al portador. Puedo darselos, mas una ventaja: informacion util sobre como eludir la Seguridad barrayaresa… que por cierto anda muy cerca de usted…
El clon parecia enormemente interesado; sus ojos se habian ensanchado al mencionar Miles la suma y todavia mas ante la mencion de la Seguridad barrayaresa.
—A cambio de mi primo —Miles tomo aliento—, mi hermano y su promesa de… retirarse y abstenerse de forjar nuevos planes contra el Imperio de Barrayar. Tales planes solo provocarian inutiles derramamientos de sangre y un dolor innecesario a sus pocos parientes vivos. La guerra ha terminado, Ser Galen. Es hora de que otros intenten otra cosa. Un camino distinto, tal vez un camino mejor… Despues de todo, dificilmente seria peor.
—La revolucion no puede acabar —susurro Galen, casi para si.
—?Aunque todo el mundo muera? ?«No funciono, sigamos un poco mas»? En mi trabajo a eso lo llaman estupidez militar. No se como lo llaman en la vida civil.
—Mi hermana mayor se rindio porque acepto la palabra de un barrayares —observo Galen. Su rostro era muy frio—. Tambien el almirante Vorkosigan estaba lleno de suave y logica persuasion, y de promesas de paz.
—La palabra de mi padre fue traicionada por un subordinado que no supo reconocer cuando se acabo la guerra —dijo Miles—. Pago el error con su vida; fue ejecutado por su crimen. Mi padre le dio su venganza entonces. Fue todo lo que pudo darle: no pudo devolver aquellos muertos a la vida. Ni yo tampoco. Solo puedo intentar impedir mas muertes.
Galen sonrio con amargura.
—Y tu, David. ?Que soborno me ofrecerias por traicionar a Komarr, por aceptar el dinero de tu amo barrayares?
Galeni se estaba mirando las unas. Una sonrisa peculiar asomo a sus labios mientras escuchaba. Se froto levemente los dedos en la costura de los pantalones, se cruzo de brazos, parpadeo.
—?Nietos?
Galen tuvo un instante de sorpresa.
—?Ni siquiera estas prometido!
—Quiza lo este algun dia. Si vivo, claro.
—Y todos serian buenos subditos imperiales —Galen escupio su desprecio, recuperando con esfuerzo el equilibrio inicial.
Galeni se encogio de hombros.
—Parece encajar con la oferta de vida de Vorkosigan. No puedo darte nada mas que quieras de mi.
—Creo que son ustedes dos mas parecidos de lo que piensan —murmuro Miles—. ?Entonces cual es su propuesta, Ser Galen? ?Por que nos ha hecho venir aqui?
Galen dirigio la mano derecha a su chaqueta. Luego se detuvo, sonrio, ladeo la cabeza como si pidiera permiso. «Aqui viene el segundo aturdidor —penso Miles—. Timidamente, pretendiendo hasta el ultimo minuto que no es un arma.» Miles no parpadeo, pero por su mente paso un calculo involuntario de como saltar la balaustrada y hasta donde nadar bajo el agua conteniendo la respiracion con la fuerte marea. Y con las botas puestas. Galeni, frio como siempre, no se movio tampoco.
Ni siquiera cuando el arma que Ser Galen revelo bruscamente resulto ser un letal disruptor neural.
—Algunos empates son mas igualados que otros —dijo Galen. Su sonrisa se convirtio en una parodia—. Recoge esos aturdidores —le ordeno al clon, que se inclino, los recogio y se los guardo en el cinto.
—?Que va a hacer con eso? —pregunto Miles, tratando de no dejar que sus ojos y su mente se paralizaran hipnotizados por la boca plateada del arma.
—Matarlos —explico Galeni. Sus ojos volaron hacia su hijo, se desviaron. Se concentro en Miles como si tratara de afianzar su resolucion.
«Entonces ?por que hablas en vez de disparar?» Miles no expreso ese pensamiento en voz alta, no fuera a ser que Galen se dejara llevar por el buen sentido.
«Haz que siga hablando, quiere decir mas, esta deseando decir mas.»
—?Por que? No veo como servira eso a Komarr a estas alturas, excepto tal vez para aliviar sus sentimientos. ?Simple venganza?
—Nada de simple. Completa. Mi Miles saldra de aqui siendo el unico.
—?Oh, venga ya! —Miles no tuvo que recurrir a su habilidad como actor para prestar ira a su tono; le salio de forma bastante natural—. ?No seguira todavia con el dichoso plan de sustitucion! Toda la Seguridad barrayaresa esta advertida, lo identificaran de inmediato ahora. No es factible —miro al clon—. ?Vas a dejar que te meta de cabeza en un eliminador? Seras carne muerta en el momento en que asomes la cabeza. Es inutil. Y no es necesario.
El clon parecia claramente incomodo, pero alzo la barbilla y consiguio mantener una postura orgullosa.
—No voy a ser lord Vorkosigan. Voy a ser el almirante Naismith. Ya lo hice una vez, asi que sabes que puedo. Tus dendarii nos ofreceran la salida de aqui… y una nueva base de operaciones.
—?Bah! —Miles hizo ademan de tirarse de los pelos—. ?Crees que habria venido hasta aqui si eso fuera remotamente posible? Los dendarii estan tambien advertidos. Todos los lideres de las patrullas de ahi fuera (y sera mejor que creas que tengo patrullas por ahi) llevan un escaner medico. A la primera orden que des, te escanearan. Si encuentran hueso en las piernas donde deberia haber protesis sinteticas, te volaran la cabeza. Fin del plan.
—Pero si los huesos de mis piernas son sinteticos —dijo el clon, sorprendido.
Miles se quedo inmovil.
—?Que? Me dijiste que los huesos no se te rompian…
Galen volvio la cabeza hacia el clon.
—?Cuando le dijiste que…?
—No se rompen —le respondio el clon a Miles—. Pero despues de que reemplazaran los tuyos, tambien reemplazaron los mios. De lo contrario, el primer escaner medico lo habria descubierto todo.
—?Pero sigues sin tener las viejas fracturas en los otros huesos…?
—No, eso requeriria un analisis mucho mas detallado. Y cuando los tres sean eliminados, podre evitarlo. Estudiare tus archivos…