—Si —suspiro Bel—. Hay una cierta cordura en dejar atras el pasado y seguir adelante. —El herm alzo la cabeza—. Si el pasado te deja, claro. Asi que no compliquemos esto con tu gente, ?quieres?

—Muy bien —accedio Miles, reacio—. Por ahora, mencionaremos el pasado, pero no el presente. No te preocupes: ellos seran, ah, discretos.

Desactivo el cono de seguridad situado sobre la pequena mesa de conferencias y abrio las puertas. Tras llevarse la muneca a los labios, murmuro:

—Ekaterin, Roic, podeis entrar en la sala de oficiales, por favor.

Cuando los dos llegaron, Ekaterin sonriendo expectante, Miles dijo:

—Hemos tenido buena suerte. Aunque el practico Thorne trabaja ahora para los cuadrumanos, es un viejo amigo mio de una organizacion en la que trabaje en mis dias de SegImp. Podeis confiar en lo que Bel tenga que decir.

Ekaterin le tendio la mano.

—Me alegro de conocerlo por fin, capitan Thorne. Mi marido y sus viejos amigos me han hablado muy bien de usted. Creo que le echaron mucho de menos.

Con aspecto decididamente desconcertado, pero aceptando el saludo, Bel le estrecho la mano.

—Gracias, lady Vorkosigan. Pero no uso ese viejo rango de capitan aqui. Practico Thorne, o llameme solo Bel.

Ekaterin asintio.

—Y, por favor, llamame Ekaterin. Oh… en privado, supongo —miro a Miles, interrogandolo en silencio.

—Muy bien —dijo Miles. Su gesto incluyo a Roic, que observaba atentamente—. Bel me conocio bajo otra identidad. Por lo que se refiere a la Estacion Graf, acabamos de conocernos. Pero nos caemos estupendamente, y el talento de Bel para tratar con planetarios dificiles tiene su compensacion.

Roic asintio.

—Comprendido, milord.

Miles los condujo hasta la bodega de atraque, donde el jefe de maquinas de la Kestrel esperaba para llevarlos de vuelta a la Estacion Graf. Advirtio que otro motivo mas para que el nivel de acceso de seguridad de Ekaterin fuera tan alto como el suyo era que, segun los informes historicos de varias personas y su propio testimonio, el hablaba en suenos. Hasta que Bel se tranquilizara con respecto a la situacion, decidio que probablemente lo mejor era no mencionar este detalle.

Dos cuadris de seguridad de la Estacion les esperaban en la bodega de carga. Como aquella era la seccion de la Estacion Graf que contaba con campos gravitatorios generados artificialmente para la comodidad y la salud de sus visitantes y de los residentes planetarios, la pareja ocupaba asientos personales flotantes con el escudo de Seguridad de la Estacion en los costados. Los flotadores eran gruesos cilindros, de diametro apenas mayor que la anchura de los hombros de un hombre, lo que causaba el efecto de que las personas cabalgaran en baneras levitatorias o, tal vez, en el mortero volador magico de la Baba Yaga del folklore barrayares.

Bel hizo un gesto al sargento cuadrumano y murmuro un saludo mientras desembocaban en la resonante caverna de la bodega de atraque. El sargento devolvio el saludo, evidentemente tranquilizado, y dedico toda su atencion a los peligrosos barrayareses. Como los peligrosos barrayareses miraban tan boquiabiertos como cualquier otro turista Miles espero que el tipo se mostrara pronto menos receloso.

—Esta compuerta de personal de aqui —Bel senalo el lugar por el que acababan de entrar— fue la que abrio la persona no autorizada. El reguero de sangre acababa aqui, en un charco. Empezaba —Bel cruzo la bodega hacia la pared de la derecha— a unos metros de distancia, no lejos de la puerta de la siguiente bodega. Ahi es donde se encontro el charco de sangre mas grande.

Miles camino detras de Bel, estudiando la cubierta. La habian limpiado, puesto que habian pasado varios dias desde el accidente.

—?Lo vio usted mismo, practico Thorne?

—Si, aproximadamente una hora despues de que la encontraran. La multitud se habia congregado ya, pero Seguridad se porto muy bien y consiguio mantener la zona sin contaminar.

Miles hizo que Bel le mostrara toda la bodega, detallando todas las salidas. Era un lugar estandar, utilitario, sin decoracion, practico: unos cuantos aparatos de carga permanecian silenciosos en el extremo opuesto, cerca de una cabina de control hermetica y oscura. Miles pidio a Bel que la abriera y le permitiera echar un vistazo a su interior. Ekaterin tambien deambulo por la bodega, visiblemente satisfecha de poder estirar las piernas despues de varios dias encogida en la Kestrel. Su expresion, mientras observaba el espacio frio y resonante, era pensativamente nostalgica, y Miles sonrio orgulloso.

Regresaron al lugar donde la sangre indicaba que le habian cortado la garganta al teniente Solian, y discutieron los detalles de las manchas y charcos de sangre. Roic observo con vivo interes profesional. Miles hizo que uno de sus guardias cuadris le prestara su banera flotante; desprovisto de su concha, el cuadri se sento en la cubierta sobre sus cuartos traseros y sus brazos inferiores, como un sapo grande y enfadado. Contemplar la locomocion cuadrumana en un campo de gravedad, sin flotador, era algo perturbador. Los cuadris, o bien avanzaban a cuatro manos, solo algo mas agiles que una persona a cuatro patas, o conseguian un avance irregular, con los codos hacia fuera y caminando erguidos como un pollo sobre sus manos inferiores. Ambas formas parecian extranas y forzadas, comparadas con la gracia y agilidad que tenian en cero-ge.

Como Miles calculo a ojo que Bel tenia la complexion de un komarres, le hizo cooperar haciendo de cadaver, y trataron de resolver el problema de una persona en una silla flotante trasladando hasta la compuerta los setenta kilos o mas de carne inerte. Bel no estaba tan delgado y atletico como antes, ademas; las, ah, masas anadidas hicieron que a Miles le resultara mas dificil volver a su antiguo habito inconsciente de pensar en Bel por defecto como varon. Probablemente daba lo mismo. A Miles le resulto extremadamente dificil, con las piernas torpemente dobladas en un asiento que no estaba disenado para ellas, intentar mantener una mano en los controles de la silla flotadora mas o menos a la altura de la entrepierna y agarrar al mismo tiempo la ropa de Bel. El hermafrodita trato de dejar colgando un brazo o una pierna artisticamente por el lado; Miles dejo de verter agua en la manga de Bel para tratar de reproducir las manchas.

Ekaterin lo hizo un poco mejor que el, y Roic, sorprendentemente, peor. Su mayor fuerza quedo contrarrestada por la incomodidad de tener que introducir su tamano superior en aquel espacio parecido a una tacita, con las rodillas hacia arriba, y tratar de manejar los controles con tantas restricciones. El sargento cuadri lo consiguio sin dificultad, pero luego le lanzo una mirada fulminante a Miles.

Bel explico que no era dificil encontrar flotadores, pues eran considerados de propiedad publica, aunque los cuadris que pasaban mucho tiempo en la parte con gravedad a veces eran duenos de sus propios modelos personalizados. Los cuadrumanos tenian filas de flotadores en las puertas de acceso entre las secciones con gravedad y las de caida libre de la estacion, para que cualquiera pudiera tomarlos y usarlos, y dejarlos de nuevo al regresar. Estaban numerados para su mantenimiento pero, por lo demas, no se les seguia la pista. Al parecer, cualquiera podia conseguir un flotador simplemente acercandose y tomandolo, incluso los soldados barrayareses borrachos de permiso.

—Cuando llegamos a la primera abrazadera de atraque del otro lado, adverti la presencia de un monton de naves pequenas en el exterior de la Estacion: impulsores, vainas personales, voladores para el interior del sistema… —le dijo Miles a Bel—. Se me ocurre que alguien podria haber recogido el cadaver de Solian poco despues de que fuera expulsado por la compuerta, para eliminarlo sin dejar huella. Ahora podria estar en cualquier parte: una compuerta estanca, o en montoncitos de un kilo, o archivado para que se momifique en el hueco de cualquier asteroide. Lo cual ofrece una explicacion alternativa de por que no lo han encontrado flotando por ninguna parte. Pero para ese supuesto harian falta al menos dos personas con un plan previo, o un asesino espontaneo que actuara muy rapidamente. ?De cuanto tiempo dispondria una sola persona entre el momento de rebanar el cuello y la recogida?

Bel, alisandose el uniforme y el pelo despues del ultimo arrastre por la bodega, fruncio los labios.

—Puede que transcurrieran cinco o diez minutos entre el momento en que la compuerta cumplio su ciclo y el momento en que el guardia de seguridad llego para comprobarlo. Tal vez veinte minutos maximo antes de que todo tipo de gente se pusiera a mirar al exterior. En treinta minutos… si, una persona podria haber arrojado el cuerpo, corrido a otra bodega, saltado a una nave pequena y dado la vuelta para recogerlo otra vez.

—Bien. Consigame una lista de todo lo que salio por cualquier compuerta durante ese periodo de tiempo. —Por los guardias cuadrumanos que escuchaban, se acordo de anadir un formal—: Si es posible, practico Thorne.

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