—No —dijo Bel firmemente—. Ni con sus animalitos de compania, tampoco. Que vision mas tipica de Barrayar tienes de las motivaciones humanas, Miles.

Miles sonrio.

—Lo siento. ?Que hay de los… viejos asuntos?

Bel suspiro.

—Creo haber dejado atras y superado todos los viejos asuntos —el herm miro de reojo a Miles—. Casi. —Y anadio, tras reflexionar un momento—: Desde luego vas por delante de mi en ese tema, tambien.

—Posiblemente.

Miles fruncio el ceno. Y estaba tambien Dubauer. Aquel herm era sin duda lo bastante alto para ser un blanco. Aunque, ?como demonios podia un tratante betano de animales de diseno, que habia pasado casi todo el tiempo en la Estacion Graf encerrado en la habitacion de un hotel, haber molestado lo suficiente a un cuadri para que deseara volarle aquella timida cabeza suya? Demasiadas malditas posibilidades. Era hora de inyectar algunos datos fehacientes.

9

El piloto cuadrumano seleccionado por Bel llego y se llevo a Ekaterin, junto con un par de guardias de la Milicia de la Union de aspecto severo. Miles la vio partir con un poco de angustia. Mientras ella se volvia a mirar por encima del hombro, al salir por la puerta del hotel, Miles dio un significativo golpecito a su comunicador de muneca; en respuesta, ella alzo en silencio el brazo izquierdo, donde destellaba el brazalete comunicador.

Como todos iban a ir a la Idris de todas formas, Bel aprovecho el retraso para llamar a Dubauer al vestibulo. Dubauer, la lampina mejilla ahora limpiamente sellada con un discreto toque de pegamento quirurgico, llego al momento, y contemplo alarmado su nueva escolta militar cuadrumana. Pero el timido y agraciado hermafrodita parecia haber recuperado la mayor parte de su compostura, y murmuro su sincera gratitud a Bel por acordarse de las necesidades de sus criaturas a pesar de todo el tumulto.

El pequeno grupo camino o floto, segun cada cual, siguiendo al practico Thorne por un camino secundario evidentemente cerrado al publico, hasta dejar atras las zonas de aduanas y seguridad y llegar al conjunto de bodegas de carga dedicadas a las naves galacticas. La bodega que atendia a la Idris, abarloada en la parte exterior, estaba tranquila y oscura, despoblada a excepcion de dos patrulleros de seguridad de la Estacion Graf que protegian las compuertas.

Bel presento su autorizacion y ambos patrulleros flotaron a un lado para permitirle acceder a los controles de la compuerta. La puerta que conducia al gran carguero se descorrio hacia arriba y Miles, Roic, y Dubauer subieron a bordo, dejando atras a su escolta de la Milicia de la Union para ayudar a proteger la entrada.

La Idris, como su hermana gemela la Rudra, tenia un diseno utilitario sin lugar para la elegancia. Era esencialmente un amasijo formado por siete enormes cilindros paralelos: el central dedicado al personal cuatro de los otros seis destinados a la carga. Los otros dos, uno enfrente del otro en el anillo exterior, albergaban las varas de Necklin de la nave que generaban el campo necesario para plegarse a traves de los puntos de salto. Motores para el espacio normal detras, generadores de masa de escudo delante. La nave rotaba alrededor de su eje central para que cada cilindro externo se alineara con el muelle de la estacion para la carga o descarga automatica de los contenedores, o la carga manual de articulos mas delicados. El diseno no carecia de elementos anadidos de seguridad, pues si se producia una despresurizacion y se perdian uno o mas cilindros, cualquiera de los otros podia servir como refugio mientras se realizaban reparaciones o se procedia a la evacuacion.

Mientras recorrian una de las zonas de carga, Miles contemplo arriba y abajo el pasillo central de acceso, que se perdia en la oscuridad. Atravesaron otra compuerta para llegar a un pequeno vestibulo en la seccion delantera de la nave. En una direccion se encontraban los camarotes de pasajeros; en la otra, los de personal y las oficinas. Tubos de ascenso y un par de escaleras conducian al nivel dedicado al comedor de la nave, la enfermeria y las instalaciones recreativas, arriba y, abajo, a las zonas de soporte vital, motores y otras instalaciones.

Roic miro sus notas y senalo pasillo abajo.

—Por aqui se va a la oficina de seguridad de Solian, milord.

—Escoltare al ciudadano Dubauer hasta su rebano y luego os alcanzare —dijo Bel. Dubauer hizo un amago de reverencia y los dos herms avanzaron hacia la compuerta que llevaba a una de las secciones de carga externas.

Roic conto las puertas hasta llegar a un segundo vestibulo de conexion y tecleo un codigo en una cerradura, cerca de la popa. La puerta se deslizo y la luz se encendio para revelar una diminuta camara vacia apenas ocupada por un interfaz informatico, dos sillas y algunas taquillas. Miles conecto el interfaz mientras Roic hacia un rapido inventario del contenido de las taquillas. Todas las armas de seguridad y sus cartuchos estaban en su sitio, todo el equipo de seguridad perfectamente colocado. En la oficina no habia objetos personales, ninguna imagen vid de la chica que esperaba en casa, ningun chiste soez (ni politico) ni esloganes pegados dentro de las puertas de las taquillas. Pero los investigadores de Brun ya habian pasado por alli, despues de que Solian desapareciera pero antes de que la nave hubiera sido evacuada por los cuadris tras el enfrentamiento con los barrayareses; Miles anoto que tendria que preguntarle a Brun (o a Venn, tal vez) si se habian llevado algo.

Los codigos de anulacion de Roic pronto recuperaron todos los archivos y diarios de Solian. Miles empezo por el ultimo turno del teniente. Los informes diarios de Solian eran laconicos, repetitivos, y decepcionantemente carentes de comentarios sobre asesinos potenciales. Miles se pregunto si estaba escuchando la voz de un muerto. En toda regla, deberia haber alguna conexion psiquica. El extrano silencio de la nave estimulaba la imaginacion.

Mientras la nave estaba en puerto, su sistema de seguridad hacia continuas grabaciones vid de todo el mundo y todo lo que entraba o salia a traves de las compuertas de la Estacion o de cualquier otra compuerta que hubiera activada, como precaucion rutinaria contra robos y sabotajes. Repasar los diez dias de idas y venidas antes de que la nave fuera inmovilizada, incluso en version resumida, iba a ser una tarea agotadora. Y tambien habria que explorar la posibilidad de que los registros hubieran sido alterados o borrados, como Brun sospechaba que Solian habia hecho para cubrir su desercion.

Miles hizo copias de todo lo que parecia incluso vagamente pertinente, para examinarlo con mas detalle, y luego Roic y el hicieron una visita al camarote de Solian, situado apenas unos metros mas abajo en el mismo pasillo. Era demasiado pequeno, estaba vacio y resultaba poco revelador. No se podia saber que articulos personales podria haberse llevado Solian en la maleta que faltaba, pero desde luego no quedaban muchos. La nave habia partido de Komarr, ?cuando?, ?hacia seis semanas? Recalaron en media docena de puertos intermedios. Cuando la nave estaba en puerto, era el momento mas delicado para su seguridad; tal vez Solian no habia tenido mucho tiempo para comprar articulos de recuerdo.

Miles trato de encontrar sentido a lo que quedaba. Media docena de uniformes, unas cuantas prendas de paisano, una chaqueta abultada, algunos zapatos y botas… El traje de presion personalizado de Solian. Aquel era un articulo caro que uno querria conservar para una estancia prolongada en el Cuadrispacio. Pero no era muy anonimo, con sus emblemas militares de Barrayar.

Como no encontraron nada en el camarote que los librara de la tarea de examinar las grabaciones vid, Miles y Roic regresaron a la oficina de Solian y se pusieron manos a la obra. Al menos, se consolo Miles, revisar los vids de seguridad le proporcionaria una imagen mental de las dramatis person? potenciales… enterradas en alguna parte de la multitud que no tenia nada que ver con nada, seguro. Examinarlo todo era un claro signo de que no sabia que demonios estaba haciendo todavia, pero era la unica manera de detectar esa huidiza pista que todos los demas habian pasado por alto…

Levanto la cabeza, un rato despues, al atisbar movimiento en la puerta. Bel habia regresado y estaba apoyado contra el marco.

—?Has encontrado algo ya? —pregunto el herm.

—Hasta ahora no. —Miles detuvo la imagen vid—. ?Resolvio sus problemas tu amigo betano?

—Todavia esta trabajando en ello. Da de comer a los bichitos y acarrea estiercol, o al menos anade un concentrado de nutrientes a las reservas del replicador, y esta quitando las bolsas de residuos de las unidades de

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