y al magistrado, que lo observaba todo con semblante judicial:

—Prueba de penta-alergia en grado de seguridad. Si el sujeto tiene alguno de los seis tipos de anafilaxis inducidos artificialmente o incluso una leve alergia natural, le salen ronchas en la piel.

Para tranquilizar a los oficiales cuadris, abrio uno de los parches y se lo coloco en el dorso de la mano, e hizo la demostracion agitando los dedos. Eso fue suficiente para que nadie, excepto el prisionero, protestara cuando se inclino hacia delante y coloco otra tira sobre el brazo de Gupta, quien dejo escapar un aullido de horror que solo consiguio que lo miraran con mala cara; entonces redujo el aullido a un gemido quejumbroso ante los rostros divertidos de todos.

Miles se quito el parche y descubrio una clara irritacion rojiza.

—Como ven, tengo una leve sensibilidad endogena.

Espero unos instantes mas, para dar enfasis al momento, y luego extendio la mano y le quito el parche a Gupta. El tono de piel enfermizamente natural (los champinones eran naturales, ?no?) no habia sido afectado.

Venn, captando el ritmo de la situacion como si fuera un experto de SegImp, se inclino hacia Gupta y dijo:

—Ya son dos mentiras hasta ahora. Puede dejar de mentir ya. O puede dejar de mentir dentro de poco. Como prefiera. —Alzo los ojos entornados hacia el oficial cuadrumano—. Magistrado Leutwyn, ?considera que tenemos causa suficiente para un interrogatorio involuntario quimicamente asistido de este transeunte?

El magistrado no parecia demasiado entusiasmado, pero asintio.

—A la luz de su admitida conexion con la preocupante desaparicion de un valioso empleado de la Estacion, si, no cabe duda. Le recuerdo que someter a los detenidos a su cargo a innecesarias incomodidades fisicas va contra las reglas.

Venn miro a Gupta, colgando miserablemente en el aire.

—?Como puede sentirse incomodo? Esta en caida libre.

El magistrado arrugo los labios.

—Transeunte Gupta, aparte de sus ligaduras, ?siente algun tipo de incomodidad en este momento? ?Necesita comida, bebida o instalaciones sanitarias planetarias?

Gupta agito las munecas contra sus suaves ataduras y se encogio de hombros.

—No. Bueno, si. Mis branquias se estan secando. Si no van a soltarme, necesito que alguien las rocie. Tengo el liquido en mi bolsa.

—?Esto? —La patrullera cuadri mostro lo que parecia ser un rociador de plastico perfectamente normal, de los que Miles habia visto emplear a Ekaterin para rociar algunas plantas. Lo agito y borboteo.

—?Que hay dentro? —pregunto Venn, receloso.

—Agua, principalmente. Y un poco de glicerina —dijo Gupta.

—Vaya a comprobarlo —le dijo Venn a la patrullera. Ella asintio y se fue flotando. Gupta la observo marchar con un poco de desconfianza, pero ninguna alarma.

—Transeunte Gupta, parece que va a ser nuestro invitado durante un tiempo —dijo Venn—. Si le quitamos las ataduras, ?va a darnos problemas o se comportara?

Gupta guardo silencio un instante, y luego dejo escapar un suspiro de agotamiento.

—Me comportare. Para lo que me va a servir de todas formas…

Un patrullero se adelanto flotando y desato las munecas y los tobillos del prisionero. Solo Roic parecio menos que satisfecho con esta innecesaria cortesia. Tenso una mano en un asidero de la pared y planto un pie en un muro que no estaba ocupado por ningun equipo, dispuesto a abalanzarse hacia delante. Pero Gupta solo se froto las munecas y se agacho para hacer lo mismo con sus tobillos, y parecia agradecido a su pesar.

La patrullera regreso con el frasquito y se lo entrego a su jefe.

—El detector quimico del laboratorio dice que es inocuo. Deberia ser seguro —informo.

—Muy bien.

Venn le lanzo la botella a Gupta, quien a pesar de sus manos extranamente largas la asio rapidamente, sin torpeza de planetario, un hecho que Miles estaba seguro que el cuadrumano habia advertido.

—Hum.

Gupta dirigio al grupo que lo observaba una mirada levemente avergonzada, y se subio el poncho. Se estiro e inhalo, y las costillas de su gran torso desnudo se separaron: partes de piel se levantaron para revelar tajos rojos. El tejido de debajo parecia esponjoso, y ondulaba con el rociado como plumas densamente colocadas.

«Dios todopoderoso. Tiene de verdad agallas ahi debajo.» Presumiblemente, el movimiento como de fuelle del pecho ayudaba a bombear el agua cuando el anfibio estaba sumergido. Sistemas duales. ?Contenia entonces la respiracion, o se cerraban sus pulmones involuntariamente? ?Con que mecanismo cambiaba su circulacion sanguinea de una forma de oxigenarse a la otra? Gupta apreto el frasco y rocio los rojos tajos, de atras hacia delante y de derecha a izquierda, y parecio sentirse algo mas comodo. Suspiro, las rendijas se cerraron y el pecho parecio simplemente irregular y magullado. Volvio a colocarse el ancho poncho en su sitio.

—?De donde es usted? —no pudo dejar de preguntar Miles.

Gupta volvio a mostrarse hosco.

—Adivine.

—Bueno, de Jackson's Whole por el peso de las pruebas, pero ?que Casa lo creo? ?Ryoval, Bharaputra, otra? ?Y fue usted un ejemplar unico, o parte de un grupo? ?Geningenieria de primera generacion, o parte de una linea autorreproductora de… de gente acuatica?

Gupta abrio mucho los ojos, sorprendido.

—?Conoce usted Jackson's Whole?

—Digamos que he hecho varias visitas dolorosamente educativas al lugar.

La sorpresa se tino de ligero respeto, y un poco de solitaria ansiedad.

—Me creo la Casa Dyan. Fui parte de un grupo, una vez… Eramos una compania de ballet subacuatico.

Garnet Cinco mostro claramente su sorpresa.

—?Era bailarin?

El prisionero se encogio de hombros.

—No. Me crearon para ser uno de los tramoyistas sumergibles. Pero la Casa Dyan sufrio una opa hostil por parte de la Casa Ryoval… justo unos anos antes de que el baron Ryoval fuera asesinado, lastima que eso no sucediera antes. Ryoval disolvio la compania para dedicarla a, hum, otras tareas, y decidio que no tenia ningun uso alternativo para mi, asi que me quede sin trabajo y sin proteccion. Podria haber sido peor. Podria haberme conservado. Vagabundee y acepte los trabajos de tecnico que pude conseguir. Una cosa llevo a la otra.

En otras palabras, Gupta habia nacido dentro de la gleba tecnologica de Jackson's Whole, y se habia quedado en la calle cuando sus creadores-propietarios originales fueron absorbidos por su implacable rival comercial. Con lo que Miles sabia del difunto y desagradable baron Ryoval, el destino de Gupta fue tal vez mas feliz que el de su mer-cohorte. Segun se sabia por la fecha de la muerte de Ryoval, aquella ultima vaga observacion sobre una cosa que llevaba a la otra cubria al menos cinco anos, tal vez incluso diez.

—No disparo usted ayer contra mi, ?verdad? —dijo Miles pensativo—. Ni contra el practico Thorne.

Lo cual dejaba…

Gupta lo miro, parpadeando.

—?Oh! ?Ahi es donde lo vi antes! Lo siento, no. —Su ceno se arrugo—. ?Que estaba haciendo alli? No era usted uno de los pasajeros. ?Es otro ocupa estacionario como ese pesado betano?

—No. Mi nombre es Miles. —Tomo la instantanea y casi subliminal decision de no mencionar todos los cargos—. Me enviaron a encargarme de las preocupaciones barrayaresas cuando los cuadris inmovilizaron la flota komarresa.

—Oh. —Gupta dejo de interesarse.

?Que demonios retrasaba la llegada de la pentarrapida? Miles bajo la voz.

—?Que le paso a sus amigos, Guppy?

Eso volvio a captar la atencion del anfibio.

—Nos la jugaron. Sometidos, inyectados, infectados…, rechazados. Nos la jugaron a todos. Maldito bastardo cetagandes. Ese no era el Trato.

Algo dentro de Miles se puso a toda maquina. «Aqui esta la conexion, por fin.» Su sonrisa se volvio encantadora, y su voz se suavizo aun mas.

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