—Hableme del bastardo cetagandes, Guppy.
Los oyentes cuadris habian dejado de agitarse, incluso respiraban mas despacio. Roic se habia retirado a un lugar discreto, al otro lado de Miles. Gupta miro a los estacionarios, y a Miles y a si mismo, las unicas personas con piernas situadas en el centro del circulo.
—?Para que? —El tono de su voz no era un quejido de desesperacion, sino una pregunta amarga.
—Yo soy de Barrayar. Tengo cierta inquina especial contra los bastardos cetagandeses. Los ghem-lores de Cetaganda dejaron a cinco millones de muertos de la generacion de mi abuelo tras de si, cuando finalmente se rindieron y fueron expulsados de Barrayar. Todavia tengo una bolsa con cabelleras ghem. Para ciertos tipos de cetagandeses, podria usar un par de cosas que le parecerian interesantes.
La mirada del prisionero se centro en su rostro. Por primera vez, Miles se habia ganado la completa atencion de Gupta. Por primera vez, habia dado a entender que podria tener algo que Guppy realmente quisiera. ?Quisiera? Se moria de ganas, lo ansiaba, lo deseaba con loca obsesion. Sus vidriosos ojos estaban hambrientos de… tal vez de venganza, tal vez de justicia…, de sangre, en cualquier caso. Pero el Principe Rana carecia, evidentemente, de experiencia en temas de venganza. Los cuadris no trataban con sangre. Los barrayareses… tenian una reputacion mas sanguinaria. Lo cual, por primera vez en aquella mision, tal vez sirviera para algo.
Gupta tomo aire.
—No se de que clase era este. Es. No se parecia a nadie que yo conozca. Bastardo cetagandes. Nos fundio.
—Digamelo todo —susurro Miles—. ?Por que ustedes?
—Vino a nosotros… a traves de nuestros habituales agentes consignatarios. Pensamos que no habria problema. Teniamos una nave. Gras-Grace y Firka y Hewlet y yo teniamos esa nave. Hewlet era nuestro piloto, pero Gras-Grace era el cerebro. Yo tenia habilidad para arreglar cosas. Firka llevaba los libros y se encargaba de las reglas y de los pasaportes, y de los oficiales molestos. Gras-Grace y sus tres maridos, nos llamabamos. Eramos un grupo de rechazados, pero tal vez entre los tres eramos un verdadero esposo para ella, no lo se. Una para todos y todos para una, porque estaba claro que una tripulacion de jacksonianos refugiados, sin una Casa ni un baron, no iba a conseguir nada en el Nexo.
Gupta empezaba a sumergirse en su historia. Miles, escuchando con total atencion, rezo para que Venn tuviera el buen sentido de no interrumpir. Diez personas flotaban a su alrededor en la camara, aunque Gupta y el, mutuamente hipnotizados por la intensidad cada vez mayor de su confesion, bien podrian haber estado flotando en una burbuja de espacio y tiempo completamente apartada del universo.
—?Donde recogieron a ese cetagandes y su cargamento, por cierto?
Gupta alzo la cabeza, sobresaltado.
—?Sabe usted lo del cargamento?
—Si es el mismo que ahora esta a bordo de la
—?Que es lo que hay dentro en realidad? Solo vi el exterior.
—Preferiria no decirlo ahora mismo. ?Que les dijo el que era? —Miles prefirio no confundir de momento las cosas con el genero del ba.
—Mamiferos alterados geneticamente. No hicimos preguntas. Nos pagaron un extra por no hacer preguntas. Ese era el Trato, pensamos.
Y si habia algo que los eticamente elasticos habitantes de Jackson's Whole consideraban casi sagrado era el Trato.
—Un buen negocio, ?no?
—Eso parecia. Dos o tres encargos mas como ese y habriamos podido terminar de pagar la nave y ser libres.
Miles lo dudo, si la tripulacion debia la nave a la tipica Casa financiera de Jackson's Whole. Pero tal vez Guppy y sus amigos eran optimistas acabados. O desesperados acabados.
—El trabajo parecia sencillo. Recoger esa carga en los aledanos del Imperio cetagandes. Saltamos a traves del Radio de Hegen, via Vervain, y nos acercamos a Rho Ceta. Todos esos arrogantes y recelosos inspectores que nos abordaron en los puntos de salto no encontraron nada que achacarnos, aunque les habria gustado, porque no habia nada a bordo mas que lo que nuestro archivo manifiesto decia. Eso hizo que el viejo Firka se hartara de reir. Hasta que nos dirigimos al ultimo salto, hacia Rho Ceta a traves de esos sistemas vacios antes de que la ruta se bifurque hacia Komarr. Tuvimos un encuentro en el espacio que no constaba en nuestro plan de vuelo.
—?Con que tipo de nave se encontraron? ?Nave de salto o solo una reptadora de espacio local? ?Puede decirlo con seguridad, o iba disfrazada o camuflada?
—Nave de salto. No se que otra cosa podria haber sido. Parecia una nave del Gobierno de Cetaganda. Habia perdido sus bonitas insignias, de todas formas. No era grande, pero era rapida, nueva, y con clase. El bastardo cetagandes traslado el cargamento el solito, con plataformas flotantes y tractores manuales, pero desde luego que no perdio el tiempo. En el momento en que las compuertas se cerraron, se marcharon.
—?Adonde? ?Podria decirlo?
—Bueno, Hewlet dijo que seguian una trayectoria extrana. Era en ese sistema binario deshabitado a unos pocos saltos de Rho Ceta, no se si sabe…
Miles asintio.
—Iban hacia su interior, mas alla del pozo de gravedad. Tal vez planeaban orbitar los soles y acercarse a uno de los puntos de salto desde una trayectoria camuflada, no lo se. Eso tendria sentido, dado todo lo demas.
—?Solo un pasajero?
—Si.
—Hableme mas de el.
—No hay mucho que decir… No lo habia entonces al menos. Se mantenia apartado, comia sus propias raciones en su camarote. No hablo nunca conmigo. Si que hablo con Firka, porque Firka estaba manipulando sus documentos. Cuando llegamos a la primera inspeccion de punto de salto barrayaresa, procedia de un lugar completamente distinto. Y el era otra persona.
—?Ker Dubauer?
Venn se agito al oir mencionar por primera vez un nombre familiar, abrio la boca e inhalo, pero la volvio a cerrar sin distraer a Guppy. El triste anfibio estaba ahora lanzado desgranando sus tribulaciones.
—Todavia no, no lo era. Debio de convertirse en Dubauer durante su estancia en la estacion de transito komarresa, supongo. No lo localice por su identidad. Era demasiado bueno en eso. Engano a los barrayareses, ?no?
«Desde luego.» Un supuesto agente cetagandes del mas alto calibre habia pasado a traves de la encrucijada comercial del Nexo, la clave de Barrayar, como si fuera humo. A SegImp le daria un ataque cuando le llegara el informe de Miles.
—?Como lo siguio hasta aqui, entonces?
La primera expresion parecida a una sonrisa que Miles veia en el rostro gomoso se dibujo como un fantasma sobre los labios de Gupta.
—Yo era el ingeniero de la nave. Lo localice por la masa de su cargamento. Era bastante delatora, cuando la examine, mas tarde. —La sonrisa espectral se convirtio en un negro ceno—. Cuando lo dejamos junto con sus plataformas en la bodega de carga de la estacion de transito komarresa, parecia feliz. Muy cordial. Hablo con cada uno de nosotros por primera vez, y nos dio personalmente nuestros bonos. Estrecho la mano de Hewlet y de Firka. Pidio ver mi membrana, asi que le mostre los dedos, y se inclino y tomo mi brazo y parecio realmente interesado, y me dio las gracias. Y le dio a Gras-Grace un golpecito en la mejilla, y le sonrio meloso. Sonreia con aire de suficiencia cuando la toco. Me di cuenta. Como ella tenia en la mano la bonificacion, mas o menos le devolvio la sonrisa, y no se dio cuenta, pero yo si. Y luego nos marchamos. Hewlet y yo queriamos tomarnos un descanso y gastarnos algunos bonos en la estacion, pero Gras-Grace dijo que podriamos celebrarlo mas tarde. Y Firka dijo que el Imperio barrayares no era un sitio seguro para gente como nosotros.
Una risa distraida que no tenia nada que ver con el humor asomo a sus labios. Bien. Aquel grito de sobresalto cuando Miles coloco el parche de la prueba en la piel de Guppy no habia sido exactamente una reaccion exagerada. Habia sido un