parecio que hubiera tiempo para mas.
Una mano enguantada alzo los parpados de Bel, toco al herm aqui y alla, presiono y sondeo.
—Comprendo.
—Es realmente importante —Miles tomo otra bocanada de aire para serenar su voz—, es realmente importante que este paciente sobreviva. Thorne no es un estacionario cualquiera. Bel fue… —Advirtio que no sabia el grado de seguridad del cirujano—. Si el practico muere en nuestra custodia sera un desastre diplomatico. Otro mas, quiero decir. Y… y el herm me salvo la vida ayer. Le debo… Barrayar le debe…
—Milord, haremos todo lo posible. Tengo a mi mejor equipo aqui: nos haremos cargo de el ahora. Por favor, milord Auditor, ?quiere apartarse y dejar que sus hombres lo descontaminen?
Otra figura con traje de aislamiento, doctor o tecnomed, aparecio en la puerta del cuarto de bano y le tendio al cirujano una bandeja de instrumental. Miles se vio obligado a apartarse mientras la primera aguja se clavaba en la carne inerte de Bel. Tuvo que admitir que alli dentro no quedaba espacio ni para su pequena estatura. Se retiro.
La otra cama del pabellon habia sido reconvertida en mesa de laboratorio. Una tercera figura ataviada con un traje bioprotector revisaba rapidamente lo que parecia ser una prometedora muestra de equipo que iba sacando de cajas y bolsas apiladas en una plataforma flotante sobre aquella superficie improvisada. El segundo tecnico regreso del cuarto de bano y empezo a alimentar con trocitos de Bel los diversos analizadores quimicos y moleculares situados en un extremo de la cama, mientras el tercer hombre colocaba mas aparatos en el otro.
La alta figura de Roic esperaba junto a las barreras moleculares emplazadas en la puerta del pabellon. En las manos tenia un descontaminador lasersonico de alta potencia, un articulo militar familiar para los barrayareses. Alzo una mano, invitando a Miles, quien devolvio el saludo.
No iba a ganar nada quedandose alli y molestando al equipo medico. Solo los distraeria y entorpeceria su trabajo. Reprimio el deseo desbocado de explicarles el derecho superior de Bel a sobrevivir, por su antiguo valor y su amor. Inutil. Bien podria dirigirse a los propios microbios. Ni siquiera los cetagandeses habian disenado un arma que evaluara la virtud antes de masacrar a sus victimas.
«Prometi llamar a Nicol. Dios, ?por que prometi eso?» Saber el estado actual de Bel sin duda seria mas aterrador para ella que no saber nada. Miles decidio esperar un poco mas, al menos hasta recibir el primer informe del cirujano. Si habia esperanza para entonces, la compartiria. Si no habia ninguna…
Atraveso despacio la zumbante barrera molecular, alzando los brazos para girarse ante el aun mas fuerte rayo lasersonido del descontaminador de Roic. Hizo que Roic lo frotara y secara por todas partes, incluyendo palmas, dedos, las plantas de los pies y, nerviosamente, el interior de los muslos. El traje lo protegio de lo que de otro modo habria sido una desagradable quemazon que dejaba la piel rosada y el pelo chamuscado. No dejo que Roic parara hasta haberle repasado cada centimetro cuadrado. Dos veces.
Roic senalo el mando de control del brazo de Miles y grito a traves de su visor:
—Tengo el enlace comunicador de la nave en marcha, milord. Deberia poder oirme a traves del canal doce, si lo sintoniza. Los medicos estan en el trece.
Rapidamente, Miles conecto el comunicador del traje.
—?Puedes oirme?
La voz de Roic resono junto a su oido.
—Si, milord. Mucho mejor.
—?Hemos volado los tubos de sellado y nos hemos apartado ya de las abrazaderas de atraque?
Roic parecio levemente frustrado.
—No, milord. —Cuando Miles alzo la barbilla en gesto interrogativo, anadio—: Hum… Vera, aqui solo estoy yo. Nunca he pilotado una nave de salto.
—A menos que vayas a saltar, es igual que una lanzadera —le aseguro Miles—. Solo que mas grande.
—Nunca he pilotado una lanzadera tampoco.
—Ah. Bueno, vamos pues. Te ensenare como.
Se marcharon al puente; Roic fue abriendo camino pulsando los cierres en codigo. Bien, tuvo que admitir Miles, mirando los diversos puestos de mando y sus controles, era una nave realmente muy grande. Solo iba a ser un vuelo de diez metros. Estaba un poco desentrenado pilotando capsulas y lanzaderas, pero la verdad, tal como eran algunos de los pilotos que habia conocido, no podia ser tan dificil.
Roic lo observo lleno de admiracion mientras Miles disimulaba su busqueda de los controles del tubo de sellado… Ah, alli. Hicieron falta tres intentos para ponerse en contacto con el control de trafico de la Estacion, y luego con Muelles y Atraques. Si Bel hubiera estado alli, habria delegado inmediatamente su tarea en… Se mordio los labios, comprobando los permisos de salida de la zona de carga: seria el remate de las meteduras de pata de aquella mision apartarse de la Estacion cargandose las abrazaderas de atraque, descomprimiendo la zona de carga y matando a un numero indeterminado de patrulleros cuadri de guardia. Paso del puesto de comunicacion al asiento del piloto, aparto el casco de salto y cerro un instante los punos antes de activar los controles manuales.
Una pequena presion de los calibradores laterales, un poco de paciencia, y un empujon contrario del lado opuesto dejo la enorme masa de la
«Ninguna bioepidemia puede cruzar este abismo», penso con satisfaccion, y luego penso inmediatamente en lo que los cetagandeses podian hacer con esporas. «Espero.»
Demasiado tarde se le ocurrio que, si el cirujano de la
—?Es tambien piloto? —dijo una sorprendida y apagada voz femenina.
Miles se volvio en el asiento del piloto y encontro a los tres cuadris con sus flotadores en la puerta de la sala de control. Todos iban vestidos con trajes bioprotectores para cuadris, de un color verde palido medico. Los identifico rapidamente. Venn era mas grueso, la Selladora Greenlaw un poco mas baja. El magistrado Leutwyn venia el ultimo.
—Solo en una emergencia —admitio—. ?Donde han conseguido los trajes?
—Mi gente los envio desde la Estacion en una sonda robot —dijo Venn. Tambien el llevaba el aturdidor en la parte exterior del traje.
Miles habria preferido que los civiles se hubieran quedado a salvo en la cabina de carga, pero ahora ya no se podia hacer nada al respecto.
—Que esta todavia atracada a la compuerta, si —dijo Venn, dejando a Miles con la palabra en la boca.
—Gracias —dijo Miles mansamente.
Queria desesperadamente frotarse la cara y los ojos, que le picaban, pero no pudo. ?Y ahora que? ?Habia hecho todo lo posible para contener aquella cosa? Vio el descontaminador que colgaba del hombro de Roic. Probablemente seria buena idea volver a ingenieria y esterilizar sus huellas.
—?Milord? —pregunto Roic, solicito.
—?Si, soldado?
—He estado pensando. El guardia nocturno vio al practico y al ba entrar en la nave, pero nadie informo de que hubieran salido. Encontramos a Thorne. Me estaba preguntando como abandono la nave el ba.
—Gracias, Roic, si. Y hace cuanto tiempo. Buena pregunta que responder a continuacion.
—Cada vez que una de las escotillas de la
—Deberiamos, si.
Miles abandono el asiento del piloto y paso al puesto del ingeniero de vuelo. Tras hurgar un poco entre los controles, y un breve retraso mientras uno de los codigos de anulacion de Roic devolvia la calma tras la apertura de los cierres, Miles pudo sacar una copia del archivo de unos registros de seguridad similares a los que habian encontrado en la oficina de Solian y ante los que habian pasado tantas horas de estudio. Configuro la busqueda para que presentara los datos en orden cronologico inverso.