se producen en esos casos son de biologia elemental, doctor Arvardan.
Arvardan permanecia callado.
—A veces nosotros tambien sufrimos los efectos —siguio diciendo Shekt—. Una nueva especie de germen surge de las brumas radiactivas y una epidemia barre el planeta, pero en terminos generales se puede afirmar que los terrestres conservan la inmunidad. El transcurrir de las generaciones hace que vayamos adquiriendo defensas contra todas las variedades de virus y germenes, y sobrevivimos. Los espaciales no tienen la oportunidad de adquirir esas defensas.
—Eso significa que el tener contacto con usted en estos momentos… —murmuro Arvardan.
Sintio un extrano vacio helado en su interior, y echo su silla hacia atras. Estaba pensando en los besos que habia intercambiado con Pola aquella noche.
—?No, claro que no! —respondio Shekt meneando la cabeza—. Los terrestres no creamos la enfermedad: nos limitamos a transmitirla, e incluso esa transmision se da en muy raras ocasiones. Si yo viviese en su mundo, no seria portador de mas germenes de los que lleva usted dentro de su organismo. No tengo ninguna afinidad especial hacia ellos, e incluso aqui solo un germen entre billones o entre billones de billones resulta peligroso. En este momento sus probabilidades de sufrir un contagio son menores que las de que un meteorito atraviese el techo de esta casa y caiga sobre usted aplastandole…, a menos que los germenes en cuestion sean buscados, aislados y concentrados en un proceso meticuloso y deliberado.
Esta vez el silencio fue mas prolongado.
—?Y es eso lo que estan haciendo ahora los terrestres? —pregunto Arvardan con una voz extranamente ahogada.
Ya no pensaba que su interlocutor fuese un paranoico. Arvardan estaba dispuesto a creer en todo cuanto pudiera decirle.
—Si. Al principio lo hicieron con fines inofensivos. Nuestros biologos estan particularmente interesados en todas las peculiaridades de la vida terrestre, claro esta, y hace poco lograron aislar el virus que produce la fiebre comun.
—?Que es la fiebre comun?
—Es una enfermedad benigna endemica de la Tierra, lo cual quiere decir que nos acompana siempre. La inmensa mayoria de los terrestres la ha padecido durante su infancia, y sus sintomas no son muy graves: un poco de fiebre, una erupcion transitoria, una inflamacion de las articulaciones y los labios; todo ello combinado con una sed muy molesta… La enfermedad cumple su ciclo en cuatro o cinco dias, y quien la ha sufrido despues queda inmunizado. Yo la tuve, Pola la tuvo… De vez en cuando aparece una epidemia mas virulenta de la misma enfermedad, probablemente causada por una variedad ligeramente distinta del virus, y entonces se la conoce con el nombre de fiebre de radiacion.
—La fiebre de radiacion… He oido hablar de ella —comento Arvardan.
—?De veras? Se la llama asi porque existe la idea equivocada de que es causada por haberse expuesto al efecto de las zonas radiactivas. En realidad, la entrada en las zonas radiactivas suele ser seguida por la aparicion de la fiebre de radiacion, pero unicamente porque es alli donde el virus tiene mayores posibilidades de sufrir mutaciones peligrosas; pero no cabe duda de que la enfermedad es producida por un virus y no por la radiacion. En el caso de la fiebre de radiacion, los sintomas evolucionan en unas dos horas. Los labios resultan tan afectados que el paciente apenas puede hablar, y a veces muere en pocos dias.
»Y ahora llegamos al punto crucial, doctor Arvardan… El terrestre se ha adaptado a la fiebre comun y el ciudadano de la Galaxia no. De vez en cuando un miembro de la guarnicion imperial sufre sus efectos, y entonces reacciona igual que lo haria un terrestre a la fiebre de radiacion. Lo habitual es que muera en el plazo de doce horas o menos, y despues es incinerado…, por terrestres, pues cualquiera de sus companeros que se le acercase correria la misma suerte.
»Como ya le he dicho, el virus fue aislado hace diez anos. Es una nucleoproteina, al igual que la mayoria de les virus filtrables, que sin embargo posee una propiedad extraordinaria: contiene una concentracion excepcionalmente elevada de carbono, azufre y fosforo radiactivos; y cuando digo “excepcionalmente elevada” me estoy refiriendo al hecho de que el cincuenta por ciento del carbono, azufre y fosforo que contiene son radiactivos. Se supone que el efecto que produce en el organismo de la persona afectada es debido en mayor parte a las radiaciones que a las toxinas. Naturalmente, pareceria logico que los terrestres, que estan relativamente acostumbrados a las radiaciones gamma, sean los menos afectados… Al principio los estudios del virus se concentraron en la averiguacion de como acumulaba sus isotopos radiactivos. Como usted sabe, no existen metodos quimicos que permitan separar los isotopos excepto por procedimientos largos y engorrosos; y tampoco existe ningun organismo que pueda realizar dicha funcion aparte de este virus. Pero la direccion de las investigaciones no tardo en cambiar…
»Sere breve, doctor Arvardan, y creo que ya puede imaginarse el resto. Los experimentos pueden ser realizados con animales de otros planetas, pero no con los mismos espaciales. En la Tierra hay tan pocos espaciales que resultaria imposible evitar que la desaparicion de algunos de ellos no despertase sospechas, y tampoco se podia permitir que los planes fuesen descubiertos prematuramente. Lo que se hizo fue someter a un grupo de bacteriologos a los efectos del sinapsificador para dotar a sus mentes de una mayor capacidad intelectual. Esos bacteriologos desarrollaron un nuevo enfoque matematico de la quimica de las proteinas y la inmunologia, lo que acabo permitiendo desarrollar una variedad artificial de virus destinado a afectar a los seres humanos de la Galaxia…, pero solamente a los espaciales. Actualmente existen toneladas de virus cristalizados.
Arvardan estaba atonito y horrorizado, y podia sentir como las gotas de sudor se deslizaban lentamente por sus sienes y sus mejillas.
—Eso significa que la Tierra se propone diseminar esos virus por la Galaxia —murmuro—. Van a desencadenar una horrible guerra bacteriologica…
—Que nosotros no podemos perder y que ustedes no pueden ganar… Si, exactamente. En cuanto haya estallado la epidemia cada dia traera consigo la muerte de millones de seres humanos sin que nada pueda evitarlo. Los refugiados aterrorizados que huiran por el espacio llevaran los virus con ellos, y si intentan destruir planetas enteros aun asi eso permitira que la epidemia se inicie en nuevos centros. No habra ningun motivo para relacionar esa peste repentina con la Tierra. Cuando nuestra supervivencia empiece a resultar sospechosa, la hecatombe estara tan avanzada y la desesperacion de los espaciales sera tan inmensa que ya no importara.
—?Y todos moriran?
Aquel proyecto era tan siniestro que la mente de Arvardan todavia no lograba asimilarlo.
—Quiza no. Nuestra nueva rama de la bacteriologia trabaja en dos sentidos simultaneamente: tambien tenemos la antitoxina y los medios para producirla. Podria ser utilizada…, en el caso de una rendicion inmediata. Tambien podria haber algunos lugares apartados de la Galaxia que quiza se salvarian, e incluso podrian darse unos cuantos casos de inmunidad natural.
Shekt siguio hablando con voz cansada mientras Arvardan luchaba con el horrible desconcierto que se estaba aduenando de el, sin que se le ocurriese dudar ni por un momento de la veracidad de lo que habia oido hasta el momento o poner en tela de juicio aquella macabra verdad que borraba de un solo golpe la inmensa ventaja de que hubiera veinticinco mil millones de espaciales por cada terrestre.
—La fuerza que hay detras de todo esto no es la Tierra, sino un punado de dirigentes pervertidos por la inmensa presion que excluyo a los terrestres de la Galaxia. Esos hombres aborrecen a quienes les segregaron, ansian vengarse a cualquier precio y odian con un impetu totalmente demencial. En cuanto hayan empezado, seran seguidos por el resto de la Tierra. ?Que otra cosa se puede hacer? Una vez este sumida en su tremenda culpa, la Tierra tendra que terminar lo que inicio. ?Acaso podria permitir la supervivencia de una Galaxia con las fuerzas suficientes como para devolver el golpe mas tarde? Pero yo soy un ser humano antes que un terrestre, doctor Arvardan… ?Es preciso que miles de billones de seres humanos mueran por el bien de unos cuantos millones?
Es necesario que una civilizacion que se ha extendido por toda la Galaxia se derrumbe unicamente para satisfacer el resentimiento de un solo planeta, por muy justificado que pueda estar ese resentimiento? ?Y acaso estaremos mejor despues de que haya ocurrido todo eso? El poder de la Galaxia seguira residiendo en aquellos mundos que poseen los recursos necesarios, y nosotros carecemos de ellos. Es posible que los terrestres lleguen a dominar a Trantor durante una generacion, pero sus hijos se convertiran en trantorianos, y despreciaran a su vez a quienes se hayan quedado en la Tierra. Y en cuanto a la humanidad, ?que ventaja '.c reportara sustituir la