Me miro con una expresion de absoluta estupidez concentrada, y tuve que cerrar los ojos para pensar. Reproduje la escena en mi memoria una vez mas: Deborah esperando junto a la puerta, la puerta que se abre. Deborah exhibiendo su placa, y despues cae de repente…, pero lo unico que podia ver en mi memoria era el perfil del hombre, sin detalles. La puerta se abre, Deborah ensena la placa, el perfil… No, eso era todo. No habia mas detalles. Pelo moreno y camisa clara, pero eso era valido para la mitad de la poblacion, incluido el Doncevic al que habia propinado una patada en la cabeza un momento despues.

Abri los ojos.

—Creo que era el mismo tipo —dije, y si bien me sentia reticente a proporcionarle mas informacion, lo hice. Al fin y al cabo, era el representante de la Verdad, la Justicia, y el Sistema de Vida Americano, por escasamente atractivo que fuera—. Pero para ser sincero, no estoy seguro del todo. Fue demasiado rapido.

Coulter mordio el mondadientes. Vi que se agitaba un momento en una comisura de su boca, mientras intentaba acordarse de hablar.

—Asi que podrian ser dos —dijo por fin.

—Supongo.

—Uno la apunala, se mete dentro corriendo, mierda, lo que yo haria —especulo—. Y el otro sale a mirar, mierda, y tu le pegas una hostia.

—Es posible.

—Dos —repitio.

No me parecio necesario contestar a la misma pregunta dos veces, de modo que guarde silencio y observe los movimientos del palillo. Si antes pensaba que me embargaba la preocupacion, no era nada comparado con el torbellino de angustia que se estaba formando ahora. Si las huellas dactilares de Doncevic no estaban en el cuchillo, no habia apunalado a Deborah. Elemental, querido Dexter. Y si no habia apunalado a Deborah, era inocente y yo habia cometido una tremenda equivocacion.

Eso no tendria que haberme preocupado. Dexter hace lo que debe y el unico motivo de que lo haga a quienes se lo merecen es el entrenamiento de Harry. Por lo que respecta al Oscuro Pasajero, podria ser al azar. El alivio seria igual de dulce para los dos. El camino que elegi es la logica fria del cuchillo impuesta por Harry.

Pero era posible que la voz de Harry estuviera presente en mi mas de lo que habia pensado jamas, porque la idea de que Doncevic pudiera ser inocente me estaba poniendo a parir. Y antes de que pudiera controlar esa desagradable sensacion, me di cuenta de que Coulter me estaba mirando.

—Si —dije, sin saber muy bien a que me referia.

Coulter tiro el segundo mondadientes a la papelera. Fallo de nuevo.

—?Donde esta el otro tipo? —me pregunto.

—No lo se —conteste. Y era verdad.

Pero ardia en deseos de averiguarlo.

16

He oido a companeros de trabajo decir que tienen «la depre», y siempre me he considerado afortunado por carecer de la capacidad de acoger algo con un nombre tan poco atractivo. Pero las ultimas horas de mi jornada laboral no podrian ser descritas de otra manera. Dexter del Cuchillo Brillante, Dexter el Duque de la Oscuridad, Dexter el Duro y Afilado y Vacio Por Completo, tenia la depre. Era incomodo, por supuesto, pero debido a la verdadera naturaleza del asunto, carecia de energia para hacer algo al respecto. Me quede sentado ante mi escritorio, moviendo clips de sitio, con el deseo de expulsar las imagenes de mi cabeza con la misma facilidad: Deborah cayendo, mi pie golpeando la cabeza de Doncevic, el cuchillo alzandose, la sierra descendiendo…

Depre. Era tan estupido como vergonzoso e irritante. De acuerdo, tecnicamente hablando, Doncevic era mas o menos inocente. Habia cometido un tremendo error sin importancia. Menuda cosa. Nadie es perfecto, ?Por que iba a fingir serlo? ?Iba a imaginar que me sentia mal por haber puesto fin a una vida inocente? Ridiculo. Y en cualquier caso, ?quien es inocente, al fin y al cabo? Doncevic habia estado jugando con cadaveres, y habia ocasionado perdidas de millones de dolares al presupuesto de la ciudad y a la industria turistica. Habia mucha gente en Miami que le habria matado de buena gana solo para detener la sangria.

El unico problema era que una de esas personas no era yo.

Yo era poca cosa, y lo sabia. Nunca fingi albergar humanidad, y no me decia que lo que hacia era justo porque mis companeros de juego estaban cortados por el mismo patron. De hecho, me sentia bastante seguro de que el mundo seria un lugar mucho mejor sin mi. Tened en cuenta que nunca he tenido mucha prisa en convertir el mundo en un lugar mejor. Queria sobrevivir lo maximo posible, porque cuando mueres, o todo termina para siempre, o Dexter se iba a llevar una sorpresa muy ardiente. Ninguna de ambas opciones me parecia muy atractiva.

De modo que no me hacia ilusiones respecto a mi valia para el resto del mundo. Hacia lo que hacia y no esperaba que nadie me diera las gracias. Pero siempre, desde la primera vez, lo habia hecho ateniendome a las normas fijadas por san Harry, mi padre adoptivo casi perfecto. Esta vez, sin embargo, habia quebrantado las normas, y por motivos que no tenia claros, eso conseguia que me creyera merecedor de ser detenido y castigado. Pero no podia convencerme de que fuera un sentimiento saludable.

Asi que combati la depre hasta que llego el momento de marcharme, y despues, sin que mi energia repuntara, volvi al hospital. El trafico de la hora punta no contribuyo a levantarme el animo. Todo el mundo parecia actuar por inercia, sin verdadera rabia homicida. Una mujer me cerro y arrojo media naranja contra mi parabrisas, y un hombre que circulaba en una furgoneta intento echarme de la carretera, pero daba la impresion de que lo estaban haciendo de una forma mecanica, sin esforzarse de verdad.

Cuando llegue a la habitacion de Deborah, Chutsky estaba dormido en su silla, roncando con tal violencia que las ventanas vibraban. Me quede sentado un rato, viendo agitarse los parpados de Deborah. Pense que debia ser un buen sintoma, indicador de que estaba en la fase de sueno REM, y por lo tanto se encontraba mejor. Me pregunte que opinaria de mi pequena equivocacion cuando despertara. Teniendo en cuenta cual habia sido su actitud antes de que la apunalaran, no parecia probable que se mostrara comprensiva con un patinazo tan nimio. Al fin y al cabo, estaba tan influida por la Sombra de Harry como yo, y si apenas podia tolerar mis actividades cuando estaban Aprobadas por el, jamas toleraria algo que se saliera de sus cautelosos limites.

Debs nunca debia saber lo que yo habia hecho. Poca cosa, teniendo en cuenta que siempre le habia ocultado todo hasta hacia poco. Pero esta vez no conseguia que me sintiera mejor, por algun motivo. Al fin y al cabo, lo habia hecho por ella, tanto como por lo otro. La primera vez que actuaba movido por nobles impulsos, y que mal me habia salido. Mi hermana era una Oscura Pasajera muy deficiente.

Debs movio la mano, apenas un tic, y sus ojos parpadearon. Sus labios se entreabrieron un momento, y me quede convencido de que me habia mirado. Me incline hacia ella para que me viera mejor, y despues sus ojos se cerraron de nuevo.

Estaba mejorando poco a poco, y saldria de esta, de eso estaba seguro. Podria ser cuestion de semanas mas que de dias, pero tarde o temprano se levantaria de aquella espantosa cama de acero e iniciaria el largo proceso de recuperacion. Y cuando volviera a ser la de siempre…

… ?que haria conmigo?

No lo sabia. Pero tenia el mal presentimiento de que no seria bueno para ninguno de los dos. Porque tal como yo habia descubierto, ambos viviamos todavia a la sombra de Harry, y yo estaba convencido de saber lo que Harry diria.

Harry diria que estaba mal, porque no era ese el camino que habia disenado para la vida de Dexter, tal como yo recordaba tan bien.

Por lo general, Harry parecia muy feliz cuando llegaba a casa del trabajo. Na creo que fuera feliz de verdad, por supuesto, sino que siempre lo parecia, y esta fue una de las primeras lecciones importantes que recibi de el: pon al mal tiempo buena cara. Tal vez parezca algo carente de importancia, pero para un monstruo en ciernes que todavia se creia muy diferente, fue una leccion vital.

Recuerdo que una larde estaba sentado en el gran baniano de nuestro patio delantero porque, con franqueza, es lo que hacian los demas chicos del barrio, incluso despues de lo que podria definirse como edad

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