Donna Leon

Libranos del bien

Titulo original: Suffer the Little Children

© Traduccion: Ana M? de la Fuente, 2007

A Ravi Mirchandani

Welche Freude wird das sein,

Wenn die Gotter uns bedenken,

Unsrer Liebe Kinder schenken,

So liebe kleine Kinderlein!

?Que dicha cuando los dioses

nos escuchen y a nuestro amor otorguen

el regalo de los hijos,

adorables criaturas!

La flauta magica

Mozart

CAPITULO 1

– … y entonces mi nuera me dijo que debia venir a contarselo a ustedes. Yo no queria, y mi marido decia que seria una tonta si me metia, que no haria mas que buscarme problemas, y que bastantes problemas tiene el ya. Y que me pasaria lo que a su tio, al que un vecino se le habia conectado a la linea y le robaba la corriente, y cuando el lo denuncio fueron y le dijeron que tenia que…

– Perdon, signora, ?podriamos volver a lo que sucedio el mes pasado?

– Oh, si, claro, pero lo cierto es que al final el tio de mi marido tuvo que pagar trescientas mil liras.

– Signora.

– Y entonces mi nuera dijo que, si no venia yo, les llamaria ella, pero, como era yo la que lo habia visto, valia mas que viniera a contarselo yo, ?no?

– Desde luego.

– De manera que, cuando han dicho por la radio que seguramente esta manana lloveria, he sacado el paraguas y las botas y los he dejado al lado de la puerta por si acaso, pero luego no ha llovido, ?verdad?

– No, signora. Decia usted que queria hablar de algo extrano que habia ocurrido en el apartamento que esta frente al suyo, ?verdad?

– Si, esa muchacha.

– ?Que muchacha, signora?

– La jovencita embarazada.

– ?Cuantos anos cree que podria tener, signora?

– Pues unos diecisiete, o por ahi. Yo he tenido dos chicos, sabe usted, y de un chico habria podido decirlo, pero de una chica…

– ?Y dice que estaba embarazada?

– Si. Y a punto de dar a luz. Por eso se lo dije a mi nuera y por eso ella me dijo que viniera a contarselo a ustedes.

– ?Que estaba embarazada?

– Que habia tenido el nino.

– ?Donde tuvo el nino, signora?

– En mi misma calle, enfrente de mi casa. No en la calle, se entiende. En el apartamento del otro lado de la calle. Esta algo mas abajo, frente a la casa de al lado, pero como la fachada sale un poco puedo ver por las ventanas, y por eso la vi.

– ?Donde es eso exactamente, signora?

– En la calle dei Stagneri. Ya sabe, cerca de San Bortolo, bajando a campo de la Fava. Yo vivo a mano derecha y ella, a la izquierda, en el lado de la pizzeria, al extremo, cerca del puente. El apartamento era de una senora mayor, que no se como se llamaba, que se murio, y lo heredo el hijo, que lo alquila a turistas, sabe usted, como hace la gente, por semanas o por meses.

»Pero cuando vi a la chica, y me fije en que estaba embarazada, pense que a lo mejor habia decidido alquilarlo como un apartamento normal, comprende, con contrato y todo eso. Porque, si estaba embarazada, tenia que ser una de nosotras, no una turista, ?verdad? Claro que rinde mas alquilar por semanas, sobre todo, a los extranjeros. Y no tienes que pagar el…

»Ay, perdone. Supongo que eso no le interesa. Como le decia, esa chica estaba embarazada, y yo pense que seria una parejita joven, pero luego me di cuenta de que nunca se veia al marido.

– ?Cuanto tiempo estuvo alli la joven, signora?

– Cosa de una semana, quiza no tanto. Pero lo bastante para que yo llegara a conocer sus habitos, poco mas o menos.

– ?Y podria decirme cuales eran?

– ?Sus habitos?

– Si.

– Bueno, no es que la viera mucho. Solo cuando pasaba por delante de la ventana para ir a la cocina. Y no es que cocinara nada, por lo menos, que yo sepa. Pero del resto de la casa no se, y no tengo idea de lo que hacia alli, supongo que solo esperar.

– ?Esperar?

– Esperar a que naciera la criatura. Porque los ninos vienen cuando quieren.

– Ya. ?Y ella se fijo en usted, signora?

– No; mi casa tiene visillos y la suya no. La calle es oscura, y normalmente por las ventanas apenas se ve, pero hara un par de anos, poco mas o menos, les pusieron delante una de esas farolas nuevas y por la noche hay luz en el piso. No se como lo aguantan. Nosotros hemos de dormir con los postigos cerrados, porque si no me parece que no podriamos pegar ojo, no se si me entiende.

– Desde luego, signora. Dice que no veia al marido, pero ?vio en la casa a otras personas?

– A veces. Siempre por la noche. Bueno, despues de cenar, aunque no es que la viera guisar, pero bien debia de hacerlo, ?no?, a menos que alguien le llevara comida. Porque estando embarazada tienes que comer. Cuando yo estaba de mis chicos comia como una lima. O sea que bien debia de comer, solo que yo no la veia guisar. Porque no se puede tener sin comer a una embarazada, ?no le parece?

– Claro que no, signora. ?Y a quien veia con ella en el apartamento?

– A veces, venian hombres que se sentaban a la mesa de la cocina y hablaban. Como fumaban, abrian la

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