Tampoco tenia una buena razon para creer que en los Lugala hubiese nada malo, salvo por el estilo sumamente llamativo de su madre y por la tendencia de esta a pontificar acerca de la fealdad de los humanos. ?Era eso suficiente para condenar a dos personas, una de las cuales Anna ni siquiera conocia?

En los dias en que Vaihar la escoltaba, el y Anna hablaban de literatura humana. Vaihar queria leer otro libro. Ella le recomendo Las aventuras de Huckleherry Finn. Asi sabria lo que era la esclavitud.

—Oh, si —dijo Vaihar—. He oido hablar de eso, aunque no puedo decir que lo comprenda. ?Por que alguien querria esclavizar, si es esa la palabra correcta, a mujeres y ninos? ?Y por que un hombre se someteria?

Como cada vez que trataba con los hwarhath, tuvo la sensacion de que le faltaban piezas importantes. No podia responder a las preguntas de Vaihar porque en realidad no sabia que era lo que el le preguntaba.

En los dias en que la escoltaba Matsehar, hablaban de teatro. Mejor dicho, Matsehar hablaba y ella escuchaba. El habia empezado a trabajar en su version de Macbeth.

—Estoy empezando a comprender como actuan los humanos cuando son tortuosos. Nicky dijo que me resultaria util venir aqui; y tenia razon, como suele ocurrir.

En una ocasion vio a Nicholas en un pasillo, hablando con un alienigena de pelaje blanco como la nieve. Habia algo diferente en la postura de Nick, aunque al principio no logro deducir que era. Nick la vio y se irguio, le sonrio y levanto una mano a modo de saludo. Luego reanudo la conversacion.

—Me pregunto que ve en esa pelota de pelo —dijo Matsehar.

—Ese estupido blanco como la nieve. El imbecil. El bufon.

—?Quien es?

—El actual campeon de hanatsin de esta estacion. Ese es su unico logro, a menos que consideres que tener un buen cuerpo sea un logro.

Le pregunto por el hanatsin. Era una actividad entre un arte marcial y una forma de danza. Cuando se practicaba como arte marcial, los dos participantes eran rivales, y uno de ellos tenia que vencer al otro. Cuando se practicaba como danza, eran companeros y solo podian ganar juntos. El estupido blanco como la nieve era un maestro en la forma de arte marcial.

—No se que se propone Nicky; practica el hanatsin y es lo suficientemente bueno para necesitar un rival poderoso. —Matsehar hizo una pausa—. Pero no es lo suficientemente bueno para necesitar «ese» rival. Para Kirin seria… dejeme pensar, se que los humanos tienen una frase para esto… seria pan comido. Su lengua tiene una notable cantidad de expresiones derivadas de la comida. A veces me repugna aunque, por supuesto, eso no es tan espantoso como la heterosexualidad.

Claro que no.

—?Acaso Nick…? —No encontro una forma cortes de concluir la pregunta.

—Sanders Nicholas es muy conocido por su costumbre de mirar a todos. Dice que seria impio hacer otra cosa.

—?Que?

—Segun el, los humanos sufren una serie de enfermedades desagradables que se transmiten sexualmente.

—Asi es.

—Bueno, nosotros tambien, aunque ninguna es tan terrible como las enfermedades debilitantes que Nicky ha descrito.

Las enfermedades por VIH. Cada cuatro o cinco anos surgia una nueva cepa que —como en el caso de las nuevas cepas del virus de la gripe— recibia el nombre del lugar en el que aparecia por primera vez.

—Pero Nicky no contrae nuestras enfermedades. Ninguna de ellas. Tiene el mismo aspecto que nosotros, pero solo es una cuestion de apariencia. En el nivel en el que las enfermedades viven y se reproducen, el es muy distinto.

—?Que tiene que ver esto con la piedad? —pregunto Anna.

—El dice que ha llegado accidentalmente a un sitio en el que es posible practicar el sexo con muchas personas sin tener miedo a morir. Y que eso es un regalo de la Diosa. Cuando la que creo el universo nos da un regalo, hay que usarlo.

»Lo mas probable es que este bromeando; aunque nunca se puede estar seguro. El hace chistes y parece que habla totalmente en serio, y cuando esta serio uno piensa que tal vez esta bromeando. Pero no cabe duda de que mira a todos.

Recorrieron otro pasillo en silencio. Luego Matsehar volvio a hablar de su version de Macbeth. Explico lo bien que funcionaba lady Macbeth como madre llena de ambicion, presionando y engatusando a su reacio hijo guerrero, que finalmente —?lo cual suponia un juicio sobre la ambicion!— se convertiria en un monstruo al que no podia dominar.

IX

Una tarde recibi la visita de Matsehar. Estaba de un humor extrano, triste y al mismo tiempo malicioso. No logre explicarmelo, aunque siempre se lo veia taciturno: era el precio del genio y de ser diferente.

Cada vez que algo le molesta —ira, fatiga o tension— se vuelve mas torpe que de costumbre. Dejo caer mi pequeno ordenador de lectura mientras intentaba cargar su version de Macbeth, y luego tuvimos que ponernos de rodillas y buscar el escrito, que habia desaparecido dentro de la moqueta. Finalmente lo vi, un brillo cristalino entre las fibras, lo recogi y se lo entregue. El lo dejo caer otra vez y empezo a maldecir en ingles. Le quite el ordenador e introduje el escrito. Luego servi unas copas: halin para el y agua para mi.

—?Te gusta Anna? —Yo no lo veia desde que el se habia hecho cargo del servicio de escolta y, por lo que se, siempre ha demostrado interes por los humanos.

Rozo la copa de halin. Por la forma en que se estaba moviendo, lo mas probable era que acabara volcandola.

Finalmente hablo:

—Ettin Gwarha es mas extraordinario de lo que yo pensaba. Puede mirarte y ver a un hombre. Cuando yo miro a Perez Anna veo a una alienigena. No puedo ver mas alla de las diferencias fisicas: el cuerpo con sus raras proporciones, las extremidades que no se flexionan en los lugares adecuados, la piel parecida al cuero curtido, los ojos… —Se estremecio visiblemente y luego le miro fijamente—. Me consideraba liberal, Nicky. Pero no, soy tan estrecho de miras como un sucio granjero de la llanura de Eh. ?Ay, Nicholas! ?Me siento atrapado en mi propio ser!

»Y me siento solo. Te envidio, aunque la envidia no es una emocion que me guste. Te vi en el pasillo, hablando con Shal Kirin. Ese es un gran don, Nicky, mirar a la gente y encontrarla encantadora.

—No difundas ningun rumor desagradable, Mats. Quiero que Gwarha logre concentrarse en las negociaciones.

—?Entonces no estas interesado en Kirin?

—Por el momento, no. Aunque la Diosa sabe que tiene un cuerpo maravilloso, y siempre me ha gustado esa clase de colorido, el pelaje blanco y las pequenas zonas de piel oscura. En la tierra hay un arbol llamado abedul. En el invierno deja caer sus hojas, y su corteza es blanca y negra. Eso parece Kirin, un abedul en la nieve.

Matsehar parecio mas triste que antes. Por supuesto, yo estaba furioso con el. Su reaccion ante Anna me indicaba algo cerca de su reaccion ante mi. Yo era otro monstruo, otro extrano.

Recorde una frase, pero no la pronuncie.

Matsehar, queria decir, el universo es muy grande, y la mayor parte de el es frio, oscuro y vacio; no es una buena idea ser demasiado quisquilloso con respecto a quien amar.

Pero la sabiduria de los mayores siempre resulta aburrida, y los problemas de Mats son solo suyos. No tengo manera de ayudarlo, y uno nunca deberia dar consejos cuando esta enfadado.

Extendi la mano.

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