—Entonces el general te hizo un favor cuando pidio a los humanos que te enviaran. Aqui estas, rodeada de inteligencia extrana.

—No es lo que yo esperaba. Me paso el tiempo escuchando a Eh Matsehar hablar de Macbeth y a Hai Atala Vaihar de Moby Dick.

—Eso cambiara —aseguro Nicholas—. Vaihar ha localizado un ejemplar de Las aventuras de Huckleberry Finn. Estaba en los archivos que vaciamos en tu estacion. Ya ha empezado a hacerme preguntas sobre el libro. Le he dicho que hable contigo. Lei tus notas de investigacion. Tambien estaban en los archivos de tu estacion. No creo que tus animales sean inteligentes.

—?Por que no?

El guardo un instante de silencio.

—Por varias razones. ?Quieres que hable de eso? Anna, no quiero que vuelvas a llorar.

—No llorare.

El expuso sus motivos. En general era el mismo argumenta que habia oido esgrimir a sus colegas de Reed 1935-C. Los seudosifonoforos no tenian una cultura. El suyo no era un lenguaje real. No tenia gramatica; al carecer de gramatica, los extranos no podian hablar de secuencia ni de consecuencia.

Nick dijo:

—Supongo que la inteligencia tiene algo que ver con el grupo y con el hecho de relacionarse, y tal vez con la causa-y-efecto.

»No veo para que necesitarian desarrollar un lenguaje. Nosotros utilizamos el lenguaje para codificar la experiencia, para expresarla de forma que otras personas puedan comprenderla. Cuando hemos hecho eso, podemos compartir lo que sabemos. Asi es como ensenamos y aprendemos. Pero si uno de tus individuos quiere aprender algo, todo lo que tiene que hacer es comerse otro seudosifonoforo. Por lo que deduzco de tus notas, esta es la forma primaria en que transmiten la informacion. Funciona, sin duda, y significa que no necesitan recurrir a formas complicadas de comunicacion.

»Salvo en la epoca de apareamiento. Esa es la unica ocasion en que se acercan unos a otros. El resto del ano llevan una vida solitaria, por temor a ser comidos; y los individuos realmente grandes, los que deberian ser mas inteligentes y estar mejor informados porque se han comido a la mayor parte de sus parientes, esos individuos siempre son solitarios. Ya no se aparean.

Ya no se sentia desdichada. Tal vez era por el conac del cafe, o por el placer de escuchar los argumentos de Nick, aunque no estuviera de acuerdo con ellos.

—Eso me lleva al ultimo motivo por el que pienso que tus individuos no son inteligentes. No estan bastante interesados en el sexo. —La miro. Anna vio el destello blanco de una sonrisa.

—?Que estas diciendo? Viste la bahia. Viste el oceano.

—Eso fue durante la epoca de apareamiento. Pero los humanos no tenemos epoca de apareamiento, y los miembros del Pueblo tampoco. Somos sexualmente activos y estamos constantemente interesados en el sexo.

»Supongo que hay beneficios evolutivos en estar sexualmente excitado todo el tiempo. Te mantiene fuertemente interesado por otras personas, y te da motivos para estar en buenas relaciones. Nos mantiene unidos. Si vamos a acostarnos con alguien, tenemos que llevarnos bien.

Anna sacudio la cabeza.

—Hay montones de animales que forman comunidades.

—No como las nuestras. No se me ocurre ningun animal que este tan intensa y continuamente interesado por sus iguales como nosotros y los miembros del Pueblo.

»Si tus individuos perdieran su epoca de apareamiento, si estuvieran interesados en sus iguales todo el tiempo, si los ejemplares grandes conservaran algun interes por el sexo, entonces tal vez se verian obligados a crear una cultura. Quizas empezarian a desarrollar un autentico lenguaje. Tal vez empezarian a ser inteligentes.

—?Estas planteando esto en serio? —pregunto Anna.

El se echo a reir.

—Lo mas probable es que no. Pero hablo en serio con respecto a la falta de una cultura, y tal vez querrias escuchar lo que tengo que decir de la lengua. Ese es un tema del que algo se.

»He venido a decirte algo y me habia olvidado. Las mujeres hwarhath se estan impacientando. Quieren hablar contigo otra vez; pero el general no quiere soltarme. Asi que las mujeres llevaran su propio traductor; es una mujer. Yo asistire a un par de encuentros para supervisar su trabajo. Despues me retirare, lo cual es una pena. Tengo el presentimiento de que las mujeres van a resultar mucho mas interesantes que los diplomaticos. Pero el general ha hablado. Habia venido para decirtelo. No se muy bien por que he terminado analizando tus criaturas. —Dejo el tazon. Ella volvio a ver el brillo del brazalete de oro y jade—. No. Es mentira. He empezado a hablar de las criaturas porque te ha turbado mucho la grabacion, y tu reaccion me ha inquietado. El conocimiento es el unico consuelo seguro. Creo que te lo dije una vez. Y solo hay dos actividades que te hacen olvidar siempre el sufrimiento de la vida: practicar el sexo y jugar con las ideas —se puso de pie—. ?Quieres que me lleve la grabacion?

—No. Dejala.

El le senalo a manejar el proyector y luego le dio las buenas noches. Cuando se fue, ella puso la grabacion. La pared volvio a desaparecer y Anna contemplo la colina donde se alzaba el recinto de los diplomaticos. ?Donde se habia alzado?

Sus animales emitieron mensajes destellantes. Anna se bebio el resto del cafe con conac. Nick estaba equivocado, penso, influido por el tipo de inteligencia que poseian los humanos.

Imagino los miembros adultos de sus criaturas flotando en las corrientes oceanicas y arrastrando los zarcillos que se extendian un centenar de metros o mas. Sus cuerpos en forma de campana contenian una docena de cerebros, apenas visibles a traves de la carne transparente. Tenia que existir una razon para tantas neuronas y tanta informacion. Imagino intelectos enormes, frios, solitarios, dedicados a la contemplacion, una especie para la que el desapego era natural. Para ellos era innecesario el Paso Multiplicado por Ocho. Las Cuatro Verdades Nobles estaban fuera de lugar. No se preocupaban por la lujuria ni por la avaricia. No necesitaban que el Mono les llevara cestos llenos de Escrituras. Ya habian conseguido algun tipo de ilustracion.

En ese momento se dio cuenta de que el conac le estaba haciendo efecto.

Fue al cuarto de bano y se dio una ducha. Despues se metio en la cama. Cubria el techo una nebulosa rosada cuyos filamentos hacian que pareciera una rara neurona. Mas alla y a su traves brillaban multitud de estrellas.

XI

Al dia siguiente comento con sus colegas la conversacion.

—Es una lastima que pierdas el contacto con el —comento el capitan Mclntosh.

—?Por que? —pregunto Anna.

—Me gustaria tener la posibilidad de conocerlo mejor —le respondio Mac—. Directa o indirectamente.

—Nada de conspiraciones, capitan Mclntosh —intervino Charlie Khamvongsa.

—Pertenezco al ejercito regular, amigo. No nos dedicamos a conspirar. Pensamos estrategicamente.

Charlie se echo a reir.

—De acuerdo. Pero deje tranquilo a Nicholas Sanders.

Hai Atala Vaihar la acompano de regreso por los pasillos frios y brillantes de la estacion.

—?Le conto Nicky que encontre el otro libro?

—Si.

—?El rio es real? ?Existe en la Tierra?

—?El Mississippi? Si.

—Me gustaria verlo.

Anna decidio no contarle cuanto habia cambiado: con los bosques talados, casi todos los remansos secos, el rio mismo reducido (en muchos sitios) a un canal recto y estrecho, con apenas profundidad para la navegacion.

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