Pero eso no seria posible a menos que las negociaciones tuvieran exito. Empezo a sentir una firme determinacion. Habia que lograr que las negociaciones prosperaran.

XII

En mi despacho habia una nota. Gwarha se habia ido a casa. Podia reunirme con el, si queria. Eso significaba que era una invitacion, no una orden.

Me fui a casa y me lave. El no habia cerrado por su lado la puerta que comunicaba nuestros aposentos. Tenia activado un holograma: un paisaje. La luz del sol surgia de un extremo de la habitacion, y vi una pared tosca de piedra gris, alta y rota. En el suelo, delante de la pared, habia fragmentos de roca; por una abertura se veian arboles de follaje cobrizo que temblaba con el viento.

Cubria la piedra una planta semejante a un liquen. Las manchas que formaba eran amarillas en su mayoria. Algunas, plateadas. Aqui y alla, algunos puntos y listas rojas.

Conocia el lugar. Habia estado alli con Gwarha en una de nuestras visitas a su hogar. Se trataba de una antigua fortaleza que se alzaba, en el desierto, en lo que habia sido el limite de Ettin. Ahora el limite estaba mucho mas lejos. La fortaleza pertenecia a los tiempos en que Ettin empezaba a expandirse.

Habiamos trepado por las ruinas y Gwarha me habia hablado del constructor de la fortaleza, un antepasado suyo, un hombre resuelto y sumamente cruel. En sus tiempos, el linaje de Ettin habia doblado con creces su tamano. Otros dos linajes habian sido destruidos, sus hombres asesinados, sus mujeres y ninos incorporados. Nada podia detener al antepasado, salvo una palabra de su madre o de su hermana mayor. Era un hijo y hermano devoto. Las mujeres de su familia eran politicas famosas. Lo que no podia hacer con la espada, podia hacerlo con el lenguaje. ?Que combinacion!, decia Gwarha.

Era un dia calido de finales de la primavera. Las ruinas estaban secas y llenas de polvo. Finalmente nos marchamos y bajamos hasta el arroyo que corria mas abajo de la fortaleza, envuelto en las sombras que proyectaban los arboles de color rojo cobrizo. Bebimos. Despues Gwarha se quito la ropa y nado.

Decidi no intentarlo. El arroyo bajaba de las montanas y para mi era demasiado frio. El chapoteo y corrio de un lado a otro como un nino, buscando las cosas que suelen encontrarse en un arroyo: piedras, peces y animales con demasiadas patas. El pez huyo asustado, por supuesto, pero Gwarha, logro encontrar un bicho largo, chato y segmentado, con un par de patas en cada segmento. ?Eh, Nicky, mira esto! ?No es fantastico?

Se retorcio en su mano. En un extremo tenia mandibulas, o tal vez tenazas. En el otro, dos antenas largas y estrechas que se agitaron en el aire.

Muy bonito, le respondi. La criatura se agito un poco mas y el la solto.

Despues decidio que seria divertido empujarme al agua. No logro hacerlo, pero de todos modos quede bastante mojado. Subimos hasta el patio de la fortaleza. Extendi mi ropa para que se secara e hicimos el amor. Gwarha se quedo dormido. Yo me quede tendido al sol, con su pelo aun humedo contra mi cuerpo.

Tuve la impresion de que me habia llevado alli con algun proposito. Incluso de que habia planeado hacer el amor. Era una exhibicion para su antepasado. «Mira donde he estado, viejo. En sitios que ni siquiera imaginas. Mira lo que he capturado y traido a casa.»

Me deslice en un duermevela del que surgio uno de esos suenos vividos y casi racionales. Habia alguien en el patio. Me puse de rodillas. Gwarha estaba tendido a mi lado, dormido.

Delante de mi habia un hwarhath de pie, con el pelaje plateado por la edad. Tenia puesta una tunica de malla que le llegaba a las rodillas. A un costado llevaba colgada una espada.

Y tenia una daga, con la hoja descubierta y que brillaba a la luz oblicua del atardecer.

El antepasado, por supuesto. Era una version exagerada de la complexion fisica caracteristica de Ettin: bajo y muy corpulento, de brazos y piernas gruesos. Una cresta de pelo oscuro se elevaba sobre la parte superior de su cabeza descubierta. Su rostro era ancho, chato y horrible.

Gwarha se incorporo y parecio asustado.

—?Que te ocurre, muchacho? —pregunto el antepasado. Hablaba en la lengua de Ettin; yo la conocia, pero apenas logre entenderlo.

»Si quieres joder con un enemigo, perfecto. Pero no vas a dormir con el. Asi tendrias que haber terminado.

Me cogio del pelo y me echo la cabeza hacia atras. Despues me corto el cuello.

Me desperte. Tuve suerte. Si hubiera seguido durmiendo, habria cogido una insolacion. Gwarha seguia dormido; solo se habia despertado en mi sueno. Me levante y toque mi ropa. No habia terminado de secarse. Me agache a la sombra, junto a la pared, con la espalda contra la piedra caliente y rugosa, y espere hasta que el se volvio, gruno y se incorporo. Aun estaba nervioso, como si el anciano anduviera cerca, blandiendo su cuchillo.

Aquello habia ocurrido hacia varios anos; pero no me senti comodo mirando la pared. El liquen —el rojo— tenia el color de la sangre seca. Solo la Diosa sabia por que Gwarha habia decidido colocar esa escena en el extremo de su sala de estar. Toquetee el proyector hasta que encontre algo que me gustaba mas: cabrillas sobre el Round Lake de Ettin. Sobre las aguas encrespadas se deslizaba una embarcacion de velamen rojo.

Me sente a mirar. La embarcacion era una barca de recreo, estrecha y rapida. Escoro, empujada por el viento que inflaba sus enormes velas rojas.

Al cabo de un rato, Gwarha entro y se quedo de pie detras de mi. Acababa de salir de la ducha. Percibi el olor de su pelo humedo y del jabon aromatico.

—No te gustaba la fortaleza.

No.

Me toco el hombro con la mano.

—Despues de que me contaras el sueno, fui a ver a una adivina. ?Nunca te lo habia contado? Me dijo que habia enfurecido al viejo. Celebre algunas ceremonias. No me gustaria mantener una disputa con el.

»La adivina me dijo otra cosa. —La mano se movio entre mi pelo—. Existe una brecha entre el mundo del viejo y el mio, una brecha que no puede salvarse. Intente hablarle, llamarlo desde el otro lado del vacio. Deja que los viejos sigan muertos, me dijo ella. Su estilo de vida ya no existe.

»He estado contemplando la pared y pensando en sus palabras. ?Ah! Ella tiene razon. Pero no logro ver cual tendria que ser el nuevo estilo de vida. No se como seguir adelante. ?Que voy a hacer, Nicky?

No respondi. Gwarha ya habia oido todas mis teorias y todos mis consejos.

Delante de nosotros, la embarcacion —la barca de recreo— volco. Por un instante quedo inmovil sobre el agua; finalmente se enderezo.

—?Es un presagio? —pregunte.

—No. Los presagios se dan en el mundo real. Deberias saberlo. Nadie ve jamas el futuro en un holograma.

—De acuerdo.

Del diario de Sanders Nicholas,

portador de informacion agregado al personal del Primer Defensor Ettin Gwarha

CODIFICADO PARA QUE SOLO LO LEA ETTIN GWARHA

XIII

Un par de dias mas tarde, Anna se quedo con sus colegas hasta el anochecer. El capitan Mclntosh la acompano hasta la entrada.

—Si ve al portador Sanders, entreguele esto —le tendio una carpeta.

—?Que es?

—Una copia de su expediente. Echele un vistazo, si quiere No hay nada que se considere secreto.

—?Para que quiere que el lo vea?

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