balanceo sobre los tacones, con las manos en los bolsillos—. ?Que importancia tiene la cuantia de detalles que descubra? ?Cree que me hacen falta? Les conozco a ustedes dos. Eso es suficiente.

—Maldito seas, Connington… —comenzo Barker, con un tono agudo y desgarrado en su voz.

La mirada de Connington le freno momentaneamente.

—Asi que tenia razon —sonrio adrede—. ?Vas a volver de regreso a Claire ahora? —Expelio humo—. ?Los dos juntos?

—Algo parecido —repuso Hawks.

Connington se aliso una solapa de la chaqueta.

—Creo que yo tambien ire a ver que ocurre. —Le sonrio con ternura a Barker, con la cabeza ladeada—. ?Por que no, Al? Bien puedes disponer de la compania de toda la gente que trata de matarte.

Hawks observo a Barker. La mano de Barker manoteo como si estuviera tratando de coger algo invisible en el aire, justo delante de su estomago. Miraba fijamente a Connington, con los ojos perdidos, y el jefe de personal entrecerro momentaneamente los suyos.

Entonces, con voz apagada, Barker dijo:

—No hay lugar en el coche.

Connington se rio calida y melosamente.

—Yo conducire, y tu puedes sentarte en el regazo de Hawks. Igual que Charlie McCarthy.

Hawks aparto la vista de la cara de Barker y repuso con firmeza:

—Yo conducire.

Connington se rio de nuevo entre dientes.

—Sam Latourette no consiguio el trabajo con la Hughes Aircraft. El hecho de que Waxted lo quisiera con el no significo ninguna diferencia. Aparecio completamente borracho esta manana a la entrevista. Yo conducire. —Se volvio hacia las puertas de doble cristal y salio fuera. Miro por encima del hombro y dijo—: Vamos, amigos.

4

Claire Pack estaba de pie contemplandoles desde el descansillo de los escalones que conducian al cesped. Vestia un banador de una pieza de corte muy alto en los muslos, y tenia las manos apoyadas levemente en las caderas. Cuando Connington apago el motor y los tres salieron del coche, enarco las cejas. Las estrechas tiras que servian como sujetadores de la parte alta del banador colgaban en circulos alrededor de sus brazos.

—?Vaya, doctor! —exclamo con voz ronca y un mohin de los labios—. Me he estado preguntando cuando volveria de nuevo por aqui.

Connington, que salio por el otro lado del coche, le sonrio con gesto atento y dijo:

—Tenia que traer a Al a casa. Parece que hubo una pequena dificultad con los procedimientos hoy.

Giro la vista a Barker, que estaba alzando la puerta del garaje con movimientos bruscos y cortantes de sus brazos y cuerpo, con toda su atencion fija en el acto que realizaba. Se paso la lengua por el borde de los dientes.

—?De que tipo?

—Mi conocimiento no llega a tanto. ?Por que no se lo preguntas a Hawks? —Connington extrajo un nuevo cigarro de la pitillera—. Me gusta ese banador, Claire —afirmo, y subio al trote los escalones, rozandola—. Hoy es un dia caluroso. Creo que voy a buscar un traje de bano y darme una zambullida. Mientras tanto, tu y los muchachos podeis mantener una agradable conversacion.

Recorrio rapidamente el sendero que subia hasta la casa, se detuvo, encendio el cigarro, miro de reojo por encima de sus manos ahuecadas y entro en la casa, perdiendose de vista.

Barker se sento en el coche, lo puso en marcha y lo introdujo de morro en el garaje. El trueno cautivo en el tubo de escape rugio con fuerza y murio, quedando en silencio.

—Creo que se pondra bien —comento Hawks.

Claire bajo la vista hasta el. Adopto una expresion de abierta inocencia.

—?Oh? ?Quiere decir que volvera a la normalidad?

Barker bajo las puertas del garaje y paso al lado de Hawks con la cabeza inclinada, pisando con firmeza mientras se guardaba las llaves en el bolsillo. Mientras ascendia los escalones alzo con brusquedad la cara hacia Claire.

—Voy arriba. Puede que me duerma. No me despiertes. —Se volvio a medias y observo a Hawks—. Creo que se encuentra inmovilizado aqui, a menos que desee dar otra caminata. ?Penso en eso, doctor?

—?Y usted? Me quedare hasta que se levante. Quiero hablar con usted.

—Le deseo que pase un buen rato, doctor —dijo Barker.

Se alejo mientras Claire le observaba. Entonces esta volvio a mirar a Hawks. Durante todo el encuentro no habia movido ni un apice los pies o las manos.

—Algo ocurrio —explico Hawks—. No se el alcance de su significado.

—Preocupese usted de ello, Ed —respondio ella, con el labio inferior brillante—. Mientras tanto, usted es el unico que queda aqui abajo.

Hawks suspiro.

—Subire.

Claire Pack sonrio.

—Venga y sientese al lado de la piscina conmigo —pidio cuando el hubo recorrido todos los escalones. Dio media vuelta antes de que pudiera responderle y camino despacio delante de el, con el brazo derecho colgando a su lado. Alargo la mano hacia atras y busco el contacto de la de el. Redujo el paso de modo que caminaran uno al lado del otro y le miro—. No le importa, ?verdad? —pregunto.

Hawks bajo durante un momento la vista a sus manos y, mientras lo hacia, ella coloco sus dedos en el interior de la palma de el. Despacio, contesto:

—No…, no, no creo que me importe —y cerro la mano en torno a los dedos de ella.

Ella sonrio y dijo:

—Asi —con voz suave y casi infantil.

Caminaron hasta el borde de la piscina y se quedaron contemplando el agua.

—?Le llevo mucho tiempo a Connington librarse de la borrachera del otro dia? —pregunto Hawks.

Ella rio con ganas.

—Vamos…, ?lo que quiere saber es si le deje quedarse despues de sus feroces amenazas? La respuesta es: ?por que no? En realidad, ?que puede hacer? —Su mirada de reojo surgio de un gracioso giro de la cabeza y los hombros, de forma que el cabello resplandecio bajo el sol y los ojos quedaron cubiertos a medias por el destello de sus pestanas—. ?O piensa que me encuentro bajo su hechizo de Svengali? —pregunto con un fingido terror que la dejo con los ojos muy abiertos y los labios formando un gesto incredulo y de color escarlata.

Hawks no aparto los ojos de ella.

—No, no lo pienso.

Las cejas de ella oscilaron con placer y abrio la boca para emitir una risa baja, apenas susurrada. Inclino el torso hacia el y le paso el otro brazo por el suyo.

—?He de tomar eso como un cumplido? Todo indica que usted es un hombre dificil para la charla intrascendente.

Hawks coloco la mano derecha sobre su propia muneca izquierda y mantuvo esa postura, con el brazo cruzado de forma incomoda delante de su cuerpo.

—?Que mas le ha comentado Al sobre su trabajo? —le pregunto.

Ella bajo la vista hasta el brazo de el. Con voz confiada y grave, repuso:

—?Sabe?, si me acerco demasiado a usted, siempre le queda la salida de lanzarse a la piscina. —Entonces volvio a sonreir para si misma sin apartar la cara para que el la viera y, ayudandose con las manos, se inclino para apoyarse con una cadera sobre la hierba, la cabeza ladeada de modo que pudiera contemplar la superficie del agua—. Lo siento —dijo, sin alzar la vista—. Hice ese comentario solo para ver como reaccionaria. ?Sabe?, Connie tiene razon acerca de mi.

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