ecuador. La atmosfera de Marte era demasiado ligera como para transportar el sonido, pero las ondas de choque estremecian la superficie alrededor del punto de llegada.

Drake se puso un traje y salio de la nave. Se encontraba a buena distancia de la zona de impacto. Aun asi, sentia como se sacudian y temblaban los materiales compactos del regolito bajo sus botas.

Levanto la mirada. El cielo era de un color gris sucio, veteado y empanado de una neblina blanca. La mayor parte del polvo anadido y el vapor de agua que habia en el aire no procedian de los fragmentos de cometas, sino de las erupciones de rocas de superficie y permafrost vaporizado que se elevaban hasta la estratosfera marciana. Ese permafrost era la fuente principal de agua atmosferica. Regresaba al suelo en forma de fina llovizna de particulas de hielo. Por primera vez en mil millones de anos, nevaba en Marte.

Ante los ojos de Drake, otra bola de fuego surco el monotono firmamento hacia el sur. Volo de oeste a este y se desvanecio. Un minuto despues, un haz de luz carmesi alumbro el horizonte hacia el sudeste. Costaba creer que un tosco pedazo de agua congelada, tiznada de hielo de amoniaco, silicato y minerales metalicos, de no mas de doscientos metros de diametro, pudiera generar tanta violencia. Aunque unos cuantos millones de toneladas de masa moviendose a una velocidad de cuarenta kilometros por segundo suponen una impresionante cantidad de energia cinetica. La energia liberada con cada impacto rondaba los mil megatones. Cada nueva llegada poseia la fuerza de una enorme erupcion volcanica en la Tierra. La fina atmosfera de Marte no contribuia a disiparla.

Drake contemplo el tumulto durante un par de horas. Al final decidio que la superficie descubierta del planeta, azotada por granizos mayores que la Gran Piramide, seguramente le inspiraria pesadillas antes que creaciones musicales.

Regreso al interior de la nave y penso en su siguiente paso. Le habia dicho a Par Leon que iba a visitar las profundas cuevas de Marte. Formaciones naturales, de kilometros de longitud, que a lo largo de los siglos se habian entrelazado y reforzado mediante tuneles y perforadoras de construccion. Ahora eran el principal centro de civilizacion humana, despues de la Tierra.

La prudencia le dictaba visitar las cuevas, como habia previsto en un principio. Despues de eso, su itinerario original sugeria que pasara por Europa y Ganimedes, los satelites de Jupiter, y la gran luna de Neptuno, Triton. Pero en su interior habia prendido la chispa de una nueva certeza. El viaje a Marte habia cambiado su idea del viaje interplanetario. Sabia que, si se decidia, estaba a meros dias de distancia de Ana. De Marte a Pluton, incluso sin necesidad de invocar el estado de emergencia y las aceleraciones maximas, tan solo habia treinta y seis horas de vuelo.

La tentacion era demasiado grande. Encargo que se le enviara un mensaje a Par Leon, en la Tierra, para anunciar que habia llegado a Marte sin ningun contratiempo. Luego dio la orden.

La nave despego de la superficie y salio disparada como una flecha, alejandose del calor del Sol. Dejaria atras Jupiter y Saturno, pasaria de largo Urano y Neptuno. No se detendria hasta llegar a Pluton, mas alla del limite algido del sistema solar; alli donde el Sol no era mas que una brillante ascua en el cielo y los criocadaveres dormian su antiguo sueno sin suenos bajo las mudas estrellas.

A veces, una pizca de conocimiento puede ser demasiado. En seis anos de trabajo en la Tierra, Drake se habia acostumbrado a los criados roboticos. Estos mostraban distintos niveles de inteligencia, segun su funcion, pero todos ellos tenian una cosa en comun: acataban cualquier orden sin hacer preguntas, siempre y cuando no fuera peligrosa y no escapara a sus conocimientos o materiales disponibles.

Suponia que en Pluton ocurriria lo mismo, y asi fue al principio. Su nave aterrizo sin incidentes en la superficie helada. Las maquinas vigilaron su aterrizaje. No habia humanos, ni esperaba encontrarse con ninguno. El nucleo de poblacion mas cercano se hallaba en la estacion de investigacion de Caronte, a diecisiete mil kilometros de distancia. Pluton y Caronte parecian mas bien un par de lunas pequenas antes que un planeta con su satelite; Pluton era mas pequeno que la luna de la Tierra, en tanto el tamano de Caronte era la mitad de su mundo. La pareja se encontraba unida en su orbita de resonancia, de modo que se mostraban siempre la misma cara mutuamente. Drake, de pie en la superficie de Pluton, levanto la cabeza y vio a Caronte flotando en el cielo sobre el, como un gigantesco rubi apagado. La estacion de investigacion no era visible. Desde esa distancia, en Caronte no se apreciaba rastro alguno de actividad humana.

Aunque Caronte estaba tan cerca, las maquinas de Pluton estaban disenadas para funcionar sin necesidad de consejo o ayuda procedente de alli o de cualquier otra parte. La orden de Drake de ser conducido a las criomatrices fue acatada sin rechistar.

La superficie de Pluton era uno de los lugares mas tranquilos de todo el sistema solar. Sin embargo, en ocasiones se producian impactos de meteoritos o residuos cometarios. Las matrices, en aras de la seguridad, se habian colocado a gran profundidad para evitar cualquier contratiempo.

No se le habia ocurrido a Drake que el mismo pudiera constituir uno de estos contratiempos, no hasta haber sido conducido al menos a un kilometro de distancia por una rampa descendente. La maquina que lo acompanaba y el entraron en una gran camara abierta, donde su traje fue colocado dentro de otro de mayor tamano. El espacio que habia entre ambos trajes se lleno de helio liquido.

—?Esto es necesario? —Podia imaginarse que el segundo traje interferiria con su movilidad.

—Es necesario. En el interior de las criptas no se puede liberar energia alguna para evitar que aumente la temperatura ambiente. Yo no puedo pasar de aqui. Estoy demasiado caliente. —La maquina levanto un aracnido brazo articulado y senalo una piramide azul que flotaba a medio metro de distancia—. Esta sera su guia a partir de ahora.

Desde que abandonaron la superficie no habia dejado de oscurecer. Todas las fuentes de luz desaparecieron ahora, mientras Drake seguia a la piramide voladora fuera de la camara hacia el siguiente nivel de la cripta de Pluton.

Segun la primera maquina, los criotanques se almacenaban en hileras ordenadas dentro de la criomatriz principal. Drake se esforzo por penetrar las tinieblas con la mirada. No podia ver nada salvo el tenue fulgor azul que flotaba frente a el. Estaba a merced de su guia robotica, que debia de conocer la geometria y el contenido de la profunda cripta gracias a su memoria programada.

Encapsulado dentro de su doble traje, Drake siguio el brillo azul, siempre adelante. Hasta que por fin se detuvo. Drake se acerco, y a su debil luz vio el perfil de un criotanque. Era como un enorme ataud, de dos metros de largo por uno de ancho y otro de profundidad. Aunque la criomatriz se mantenia a una temperatura controlada, para redoblar la seguridad cada tanque contenia, asimismo, su propio termostato y refrigerador.

—?Este es? —Se agacho, buscando la identificacion.

No sabia si la piramide azul podia oirlo, entenderlo o responderle, hasta que escucho el sibilante susurro dentro de su casco.

—Este es.

—No veo ninguna identificacion. ?Estas segura de que este es el criocadaver de Anastasia Werlich?

—Estoy segura.

—En ese caso, levantalo con cuidado y sujetalo bien. Llevanos de vuelta a la superficie y hasta mi nave.

No veia de que manera podia ejercer fuerza alguna la piramide azul, pero tras un primer instante de vacilacion el criotanque se elevo en la debil gravedad. Dos segundos despues, el fulgor azul desandaba el camino a traves de la cripta. Avanzo constantemente hacia arriba, hasta la camara del primer nivel, donde Drake se desprendio del traje exterior. Veinte minutos mas y se encontro supervisando la delicada colocacion del criotanque de Ana en la bodega de popa de su nave.

Los asistentes mecanicos se habian ido y estaba listo para ordenar a la nave que despegara de la superficie de Pluton, cuando el panel de comunicacion se ilumino con una cegadora constelacion de luces rojas y amarillas.

El traslado de un criotanque de la criomatriz de Pluton a esta nave no esta autorizado —dijo una voz baja—. Devuelva el criotanque a su lugar de inmediato.

Drake se maldijo por estupido. Las actividades de las maquinas debian de comunicarse automaticamente a algun tipo de banco de datos central. Habia sido pura suerte el que, al parecer, la deteccion de anomalias tardara unos cuantos minutos en llevarse a cabo.

En lugar de responder, cerro las compuertas del exterior y dio la orden de abandonar la superficie de inmediato.

El traslado de un criotanque de la criomatriz de Pluton a esta nave no esta autorizado —repitio la voz—. No cuenta usted con autorizacion. No intente salir de Pluton. No tiene

Вы читаете La odisea del manana
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату