Solimene. Richard le devolvio las llamadas. Solimene volvio a invitarlo a que se pasara por la tienda. Richard dijo que se veria con el en un Dunkin' Donuts de alli cerca, subio a su coche y fue a verse con Solimene. Se saludaron dandose un abrazo y besandose, como tenian por costumbre. Hablaron de la muerte de Castellano, de la habilidad con que John Gotti habia conseguido tomar el mando de la familia.
– Tiene huevos y tiene mana -dijo Solimene, sondeando a Richard en busca de informacion, como le habia pedido Kane. Pero Richard no dijo nada de su intervencion en el asesinato.
Seguia confiando en Solimene, si, pero aquello no era asunto suyo. Richard tampoco le contaba nada de sus viajes a Europa; aquello tampoco era asunto de Solimene. Richard le dijo:
– Phil, te lo digo como amigo: deja la puta tienda. Ya ha dado de si lo que debia. Se acabo. Ha llegado la hora de pasar a otras cosas.
– ?Es que te has enterado de algo, Grandullon?
– Lo que se es que eso no puede durar toda la vida. Los polis saben lo que hay. El puto Percy House se ocupo de ello.
Aquel era un punto de friccion entre los dos. Solimene habia dicho muchas veces que el respondia de House, pero los hechos habian demostrado lo equivocado que estaba.
– Mira -dijo Richard-, yo se que uno se puede equivocar… que es cunado tuyo, y no te guardo rencor a ti. Pero deja la tienda. Es mi consejo, lo puedes tomar o dejar.
– ?Eso crees? -Si.
– La dejare, pronto.
– Bien.
– Ese Dom del que te he hablado… esta consiguiendo a la gente cosas estupendas.
– ?Crees que podria hacerse con algo de cianuro? -pregunto Richard como sin darle importancia.
– Claro, joder. ?Por que no te lo presento?
– Ahora mismo estoy muy ocupado, y la verdad es que ya conozco a bastante gente.
A pesar de los deseos de Solimene de promocionar mas a Polifrone, se callo de momento; tenia mucho miedo a despertar las sospechas de Richard. Sabia que aquello equivalia a una muerte segura.
– Se lo preguntare -dijo; y no anadio mas.
Richard seguia sintiendo grandes deseos de matar a Percy House. Con el suelto, colaborando con las autoridades, Richard era vulnerable. Richard pregunto a Solimene si sabia donde estaba Percy, si su mujer tenia noticias de el.
– No, no se nada en absoluto, Rich. No tengo ni idea de donde esta - dijo Solimene.
– ?Y Barbara Deppner?
– He oido decir que esta con una hermana, pero no se donde -dijo Solimene. Richard suponia, con razon, que si la Policia supiera verdaderamente algo acerca de el, ya lo habrian detenido; y al cabo de poco tiempo volvio a viajar a Zurich y recibio otro cheque; pero antes tuvo que matar a un segundo hombre relacionado con el arabe al que habia asesinado con el espray de cianuro. Este hombre tenia oficinas en un edificio nuevo en el centro de Zurich. Remi explico a Richard que el hombre amenazaba ahora con descubrir al banquero asiatico.
– ?Cuantos saben lo de ese tipo, joder? -pregunto Richard.
– Demasiados -dijo Remi.
El segundo tipo era un cambista de divisas, un tipo desagradable y pendenciero, segun conto Remi a Richard. Este se puso en contacto con el hombre, le hizo creer que estaba interesado en hacer negocios con el, fue a su oficina a ultima hora del dia y, en el momento oportuno, saco un cuchillo que habia comprado cerca de la Estacion Central y se lo clavo al hombre en la nuca. Cortar el cuello y la arteria carotida era demasiado engorroso. Richard dejo al cambista alli muerto, ante su escritorio. Teniendo en cuenta la atencion y el interes que tenia puesto la Policia en Richard, resulta asombroso que pudiera viajar con tanta libertad, salir y entrar del pais a voluntad sin que nadie se enterara siquiera. Esto sucedia porque la Policia habia renunciado a intentar seguir a Richard.
Pat Kane entro en su casa con la cara larga. Ya estaban a finales de la primavera y no habian avanzado nada.
– Creo que lo hemos perdido -dijo a Terry-. Todos… todos tenian razon. Sencillamente, es demasiado listo para mi, para nosotros, para lo que intentamos hacer.
– Patrick, lo atraparas. No te rindas. Tu no eres asi-dijo Terry; y el comprendio que tenia razon. El no era asi en absoluto.
48
Por entonces, Richard habia llegado a despreciar a John Spasudo.
Si no hubiera sido porque le resultaba util, porque Spasudo le proponia aquellos negocios tan rentables, Richard ya lo habria matado varias veces. Su relacion hizo aguas, por asi decirlo, una vez que Richard fue a visitar a Spasudo para entregarle un dinero, su parte del ultimo cheque. Cuando Spasudo abrio la puerta, no invito a Richard a pasar. Que cosa mas rara, penso Richard.
– ?Que pasa, es que huelo mal? -pregunto Richard, ofendido.
– No; es que estoy con mi chica.
– ?Y que? La he visto desnuda media docena de veces -dijo Richard, y paso por delante de Spasudo, notando algo raro-. ?Es que me estas haciendo una jugarreta, John?
– No; no es nada de eso.
Richard vio en el dormitorio una forma bajo las sabanas de la cama; pero advirtio que el bulto era demasiado pequeno para tratarse de la novia de Spasudo.
– Hola -dijo Richard.
No hubo respuesta.
– Eh, hola -repitio-. Soy yo, Rich.
Nada.
Richard entro en el dormitorio y aparto las sabanas de la cama, dejando al descubierto a una muchacha joven, desnuda, con ojos asustados. Richard advirtio con sobresalto que era muy joven, una nina. Sintio que la ira le subia por el cuerpo hasta la cabeza. Torcio los labios y profirio ese suave chasquido suyo.
– John, ?es que me estas tomando el pelo, joder? ?Se puede saber que te pasa?
– Solo estabamos pasando el rato. No le he hecho dano. Cielo, dile que no te he hecho dano -dijo a la nina. Esta no respondio.
Richard sintio deseos de matarlo alli mismo; pero no queria traumatizar a la nina. Se volvio y salio bruscamente del dormitorio. Spasudo lo siguio, sumiso.
– John, no me jodas. Dejala donde la encontraste -dijo, y se marcho, pensando acabar con Spasudo. El problema era que habia demasiadas personas que conocian su relacion con Spasudo, y Richard estaba seguro de que, si a aquel le pasaba algo, el primer sospechoso seria el. Sabia que de momento tendria que ir con tiento. Esperaria al momento oportuno: cuando hubieran terminado sus negocios,