Grandes Lagos, escurridizo, depredador, y estaba seguro de que el nuevo cebo daria resultado. Pat habia recobrado su personalidad de siempre. Estaba mucho mas atento con su querida esposa, dedicaba mas tiempo a sus hijos. Habia recuperado ese brillo suyo en la mirada. Terry penso que era como si la tormenta que se habia cernido sobre la cabeza de su marido hubiera cesado repentinamente.
Naturalmente, Terry no tenia idea de que la negra nube de tormenta seguia a su marido de un lado a otro, lo acechaba… pensaba matar de manera rapida y eficaz al unico hombre al que ella habia besado en su vida.
Deseoso de ganar mas dinero, Richard volvio a viajar a Zurich. El equipo de trabajo todavia procuraba que Richard no se enterara de que andaban tras el, y como estaban seguros de que si lo seguian se daria cuenta al instante, lo dejaban a su aire, de modo que ni siquiera se enteraron de que habia salido del pais.
En consecuencia, lo unico que conseguian con las escuchas telefonicas era enterarse de la vida privada de su familia. Dominick dejaba recados para Richard sin que este se los devolviera.
En Zurich Richard estaba relajado. Sabia que no lo vigilaba nadie, y mientras esperaba mas cheques, mas recibos del funcionario nigeriano, se sentaba en los parques y en los cafes, con el aspecto de hombre que gozaba de aquella tranquilidad, aunque estaba tramando y planeando los asesinatos de Pat Kane, de Dominick Polifrone y de John Spasudo. El hecho mismo de pensar en matar a esas personas le daba fuerza. Durante toda su vida, desde que habia matado a golpes a Charley Lane, Richard habia resuelto sus problemas por el asesinato. El asesinato era el anclaje que lo estabilizaba; el asesinato lo arreglaria todo. Sentado en un cafe de Zurich, cerca de la Estacion Central, Richard planeaba asesinatos. Lo unico que necesitaba era un poco de cianuro para librarse de Pat Kane, del hombre que queria quitarle todo lo que tenia.
Con el transcurso de los dias, las escuchas telefonicas no arrojaban ningun fruto, a no ser que se quisiera atribuir algun significado al hecho de que Barbara encargaba muchos filetes de ternera al carnicero de Dumont. El equipo de trabajo, que no sabia que Richard estaba fuera del pais, se preocupo. No solo no oian nada que pudiera resultar util en un juicio, sino que Richard ni siquiera devolvia las llamadas a Polifrone. ?Que demonios pasaba? Empezaron a creer que Richard sabia que Polifrone era un agente, que Solimene habia hecho de agente doble. Aquel debia de ser el problema.
Pero el 25 de septiembre todo cambio de pronto. Richard volvio de Zurich, ingreso un nuevo cheque en la cuenta de Georgia, se puso en contacto con Spasudo y le dijo que estaba pensando estafar a Dominick y acabar con el, y que queria servirse de Spasudo para que representara el papel de un tratante de armas. Aunque Spasudo era mas feo que un pecado, tahur y degenerado sexual, no era tonto. De hecho, era mas listo que el hambre. Accedio de buena gana a participar en el plan de Richard. Sabria lo suficiente acerca de las armas de fuego porque Richard le haria documentarse sobre los armamentos de todas clases. Spasudo no tenia idea de que Richard tambien pensaba matarlo a el, de que pensaba echarlo vivo a las ratas. Richard pensaba que, con su metro noventa y cinco, las ratas se daria un gran banquete. Richard Manio a Polifrone desde una cabina de un centro comercial del sur de Nueva Jersey.
En las oficinas de Newark de la ATF, Dominick estaba provisto de microfono y grabadora y dispuesto a entrar en accion. Lo primero que le pregunto Richard fue si estaba hablando desde una cabina.
– Si, podemos hablar libremente -dijo Dominick, tendiendole el cebo, mientras sonreia; y Richard se lo trago. Dijo a Dominick que tenia alli mismo a su contacto, el traficante de armas, le dijo que se llamaba Tim y que se lo pasaria. Spasudo, en el papel de Tim, tomo el telefono y, con desenvoltura y aplomo, dijo a Dominick que podria conseguirle todo el armamento pesado que quisiera, soltandole una lista de diversas armas como si estuviera vendiendo frutas en un mercado bullicioso. Richard estaba orgulloso de Spasudo. Lo estaba haciendo bien. Parecia autentico. Polifrone pidio entonces hablar coh Richard, dispuesto ya a montar la trampa.
– Oye, Rich, ya he dicho a Tim lo que me hace falta. Ahora, dime la verdad: ?este tipo va a cumplir? No quiero oir muchas promesas para tener que aguantar muchas excusas despues. ?Sabes lo que te digo?
– No tienes de que preocuparte, Dom. Si este hombre te dice que te puede proporcionar una cosa, te la proporcionara. Caso contrario, te hablara con franqueza.
– De acuerdo. No quiero quedar mal en este asunto. Esta chica del IRA tiene pinta de profesora de ninos, pero puede llegar a ser una verdadera rompepelotas. Si quedas mal con ella una vez, no te da una segunda oportunidad. Se busca a otro. Y te digo que es un cliente que no quiero prender. ?Me entiendes?
– Me hago cargo, Dom.
– Bueno, pues segun he entendido, Tim tiene todo ese material pesado en el Mediterraneo, y por lo tanto va a tardar algun tiempo en traernos algunas muestras. Pero vamos a tener contenta a mi chica, ?vale? Traeme unos silenciadores, para poder ensenarle algo. Para tener algo que ensenarle. Yo te los pagare, no te preocupes; pero tu traeme algo.
– ?Te ha dicho Tim que tenia disponibles esos silenciadores?
– Si.
– ?Aqui? -Si.
– Entonces, no te preocupes. Te llevaremos algo en cuanto podamos.
– Vale, pero no me hagas esperar. Te digo que los dos podemos sacar mucho dinero a esta tipa. No lo echemos a perder. ?Vale?
– Entendido. No te preocupes.
– Vale, Rich. Seguiremos en contacto.
– Oye, Dom, ?te has enterado de algo sobre ese material que queria yo? ?Te acuerdas de lo que te estoy hablando? -dijo Richard, echandose la soga al cuello.
– Si, lo se. He hablado con mi gente, pero estan muy nerviosos con este asunto de la sopa Lipton.
– ?Que? Eso paso hace un par de semanas.
– Se han enterado de que hay muchos federales por ahi haciendo preguntas sobre esta mierda. Ahora se que tienen un quimico que se lo proporciona, pero, como te digo, estan muy nerviosos. He conseguido cosas asi de esa gente para otros clientes mios, asi que estoy bien seguro de que me lo pueden conseguir. Pero antes de servirmelo quieren esperar a que se vaya olvidando este asunto de la sopa Lipton. Mientras tanto, te conseguire lo otro, las… estas en una cabina, ?no? -pregunto Dominick, para animar a Richard a hablar todavia mas.
– Si, ?tu no?
– Si, claro. El cianuro ese… tienes que ir con cuidado, porque, sabes, yo no se que cono piensas hacer con el. Pero eso es asunto tuyo, Rich. No te voy a preguntar nada.
– Bueno, no habra peligro con la Policia. No pensaba revenderlo a nadie. Pensaba usarlo yo mismo.
– ?Ah, si? Bueno, pues no te lo tomes tu -dijo Dominick, riendo.
– No, no habia pensado en eso. Es que tengo que solucionar unos problemas. Tengo que librarme de unas ratas -dijo Richard, riendo por lo bajo.
– ?Ah, si? ?Por que no te quitas de en medio a esos cabrones con un puto hierro? ?Por que andar con lios de cianuro? -dijo Dominick, abriendo todavia mas la puerta de la trampa.
– ?Y para que esos engorros, Dom? Con cianuro se hace bien y con limpieza.
– Entonces, dejame que te pregunte una cosa. Tu te dedicas a lo mismo que hago yo de vez en cuando. Pero yo uso siempre el hierro. ?Sabes lo que te digo?