familia, por sus hijos. Si salian a la luz sus actividades, seria un golpe terrible para ellos. Sacudia la cabeza al pensar en la verguenza y la humillacion que tendrian que sufrir si el quedaba al descubierto. Esta idea lo conmovia hasta lo mas hondo de su corazon. Tomo la resolucion de ganar el dinero suficiente para retirarse y despues dejar aquella vida e ir por el buen camino.

Todavia sonaba despierto con tener una casa en la playa, en el sur de California. Se lo habia dicho a Barbara muchas veces, pero ella no queria marcharse de Nueva Jersey. Le gustaba Nueva Jersey. Ella habia nacido y se habia criado alli; alli vivia la mayor parte de su familia; alli estudiaban sus hijos y tenian alli a sus amigos.

– No me voy a ir a vivir a California. Olvidate de eso -decia ella, con tono decisivo y tajante. Pero Richard seguia albergando aquella esperanza… aquel sueno.

Lo que queria hacer era dejar atras todo aquello, irme a Los Angeles para no dedicarme mas que a la pornografia (alli es un negocio grande); pero Barbara no queria, y no habia mas que hablar. Barbara tomaba todas las decisiones en esos asuntos… sobre la familia y demas.

El hijo de Richard y Barbara, Dwayne, era un chico verdaderamente superdotado. Siempre era el primero de su clase, y eso que iba al prestigioso colegio del Sagrado Corazon/Elizabeth Marrow. Dwayne se habia convertido en un nino de pelo negro intenso, con ojos de curiosidad, de una inteligencia impropia de su edad. No parecian los ojos de un nino, sino los de un hombre maduro que ya habia visto algo de mundo.

Barbara, Chris y Merrick seguian haciendo todo lo que podian por proteger a Dwayne de los furores y los arrebatos de Richard. Lo enviaban a pasar casi todos los fines de semana con la madre de Barbara. Richard intentaba controlarse algo mas cuando estaba delante Dwayne. Parecia como si supiera instintivamente que si Dwayne lo veia tratar con violencia a Barbara, como lo veian las ninas, tarde o temprano Dwayne acabaria atacandolo, y el tendria que hacer dano a su hijo.

Dwayne era timidisimo con las personas que no conocia; pero era abierto y sociable con la gente que ya conocia. Tenia una curiosidad inagotable; seguia leyendo constantemente y era un nino educado y que se portaba muy bien, del que estaria orgulloso cualquier padre. Barbara y las chicas creian que habian protegido bien a Dwayne de Richard, y que este habia sufrido pocos danos o ninguno en su desarrollo, en su manera de ver el mundo y de concebir la vida, en su psique.

Pero la verdad era que Dwayne sabia lo que pasaba. Era una personilla muy penetrante. Veia las senales en el cuerpo de su madre, los ojos morados y las contusiones, los muebles rotos, y sabia bien que su padre era responsable de ello.

Ese nino tan listo y curioso aceptaba al principio lo que veia, creyendo que esas cosas eran normales. Pero Dwayne no tardo mucho tiempo en hacerse cargo de la realidad de los actos de su padre, y aquello lo enfurecio terriblemente. Dwayne queria mucho a su madre y a sus hermanas, y pensar que su padre hacia dano a su madre, que aterrorizaba a sus hermanas, le helaba el alma y lo llenaba de ira. Dwayne empezo a planear el modo de defenderse de su padre, lo que haria si Richard pretendia hacerle dano o incluso matarlo. Empezo a dejar en lugares estrategicos de su cuarto cuchillos y espadas que le habia regalado Richard. Cuando Richard dio a Dwayne una pistola de aire comprimido, Dwayne se puso a trazar el modo de utilizarla para dejar ciego a su padre. Si dejaba ciego a su padre como habia hecho Ulises con el ciclope, Dwayne podria defenderse de el, sin duda, acabar con el si hacia falta. Richard regalo a Dwayne un arco con flechas, y Dwayne lo sumo a su arsenal. Practico con el arco para ser capaz de dar a su padre si era preciso.

Barbara estaba orgullosa de Dwayne con efusion y vehemencia, y no perdia ocasion de decir a Richard lo listo que era su hijo, dando a entender que Richard no llegaba a su hijo ni a la altura de los talones. Esto, naturalmente, suscitaba el resentimiento de Richard contra Dwayne, y a veces, cuando estaba enfadado, miraba fijamente a su hijo con un brillo terrible en los ojos. De hecho, en cierta ocasion, cuando acaban de cenar, Richard agarro a Barbara, la maltrato delante de Dwayne, y el chico se levanto inmediatamente y se interpuso entre Richard y Barbara.

Parecio por un momento que Richard iba a pegarle, pero se aparto, diciendo:

– Ya sabia yo que llegaria este momento.

– No… no hagas eso -advirtio Barbara a Dwayne-. ?No lo hagas nunca!

El chico no respondio; pero, pasara lo que pasara, no estaba dispuesto a permitir que Richard hiciera dano a su madre. Asi se iba forjando una tragedia terrible, con consecuencias dignas de un drama de Shakespeare.

En poco tiempo, Richard y Robert Pronge se hicieron… amigos. Cuanto mas sabia Richard de Pronge, mas lo apreciaba… al principio. Ademas, Richard habia estado buscando un garaje que pudiera alquilar en algun lugar discreto; le hacia falta un lugar donde guardar articulos robados, y donde matar a alguien de vez en cuando; y acabo alquilando un garaje cerca de aquel donde guardaba Pronge su furgoneta.

Pronge dijo a Richard que tenia un trabajo pendiente en Connecticut, e invito a Richard a acompanarlo. Pronge queria mostrar a Richard

el buen resultado que daba el espray de cianuro. Le explico que era un invento desarrollado personalmente por el, y saltaba a la vista que estaba muy orgulloso de ello.

La victima vivia en una bonita casa de piedra, en una calle tranquila. Salia a trabajar a una misma hora todos los dias y volvia a su casa a una misma hora todas las noches. Una pauta de este tipo facilitaba bastante el trabajo de un asesino a sueldo. Pronge aparco a unos treinta metros de la casa de la victima. Richard y el se quedaron alli sentados, esperando a que la victima regresara a su casa. Pronge comento que no habia viento.

– Esto no se puede usar nunca con viento… no lo olvides.

Cuando la victima aparecio con su coche por la esquina, Pronge se puso unos guantes y salio del coche con decision, diciendo:

– Ahora vuelvo.

Cuando la victima aparco, Pronge habia llegado casi a su coche. La victima abrio la puerta del coche y se bajo, y en ese mismo momento Pronge le aplico el espray a la cara. Pronge se volvio tranquilamente hacia su coche. No habia dado diez pasos cuando la victima cayo al suelo. No tardo en morir.

Richard se quedo maravillado e impresionado, cosa rara en el. Pronge llego al coche y se pusieron en camino.

– Caray -dijo Richard-. Entonces, ?esta muerto?

– Ahora ya lo esta.

– Bonito. Muy bonito. Me gusta.

– Pero no se debe usar nunca con viento si se esta al aire libre.

– Claro -dijo Richard, sintiendo gran simpatia hacia aquel nuevo amigo, Robert Pronge. Este, antes de salir, habia puesto sobre las matriculas de su coche otras, sujetas con imanes. Retiro entonces las matriculas falsas.

Richard quiso tener un espray de cianuro como aquel, y cuando llegaron otra vez al garaje donde Pronge guardaba su furgoneta de helados de Mister Softee, enseno a Richard a preparar la mezcla y a meterla en la botella especial de espray que tenia. Richard no veia el momento de usarlo; era como un nino con un juguete nuevo.

Pero el encargo siguiente que le llego no podria servirse de aquel instrumento de muerte unico. Era un encargo que habria que hacer a la manera tradicional, con armas de fuego y balas a quemarropa. Seria el asesinato por encargo mas importante que habia llevado a cabo Richard hasta la fecha: matar al jefe de una familia de la Mafia. Todo un hito en su carrera sangrienta.

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