No dije nada y, por otra parte, ella ya estaba de nuevo perfectamente a sus anchas, incluso sin mi ayuda.
Me hizo deslizar la mano por la barriga y luego entre las piernas. La deje hacer.
A la noche, cuando nos fuimos, me di cuenta de que no habia pensado en Giulia ni siquiera por un segundo.
5
Habria debido presentarme a Derecho Civil a principios de mayo, en la convocatoria correspondiente. Casi no habia abierto un libro en las semanas precedentes. El dia del examen fui a la universidad como un sonambulo, llene la papeleta y espere mi turno. Cuando llamaron al que estaba inmediatamente antes que yo, me levante y me fui.
Nunca me habia ocurrido antes. En mi expediente habia solo treintas y no habia faltado a ninguna convocatoria.
Hasta aquella manana de mayo.
Cuando sali de la universidad estaba algo desorientado. Vagabundee un poco sin darme cuenta bien de lo que habia pasado, con la vaga percepcion de un desastre inminente.
Despues me dije ?que diablos!, podia ocurrir. Habia hecho bien en retirarme porque en las ultimas semanas habia estado un poco distraido y apenas habia estudiado. Asi habia evitado hacer un papelon inutil, con el aplazo de rigor y su anotacion en el acta con consecuencias sobre el promedio, etcetera.
Me tomaria uno o dos dias de tiempo y me pondria a estudiar de nuevo. En junio, maximo julio, me examinaria de Derecho Civil. Me licenciaria en diciembre en vez de en pleno verano. De todas maneras, siempre antes que mis companeros de curso. No ocurria nada por un pequeno retraso; habia ido tan condenadamente rapido hasta ese momento. ?Quien podia quejarse?
Esos pensamientos me tranquilizaron y recobre el buen humor mientras caminaba hacia casa, contento por haber tomado la costumbre de no avisar cuando me presentaba a examen y, por lo tanto, de no estar obligado a inventar alguna mentira ese dia.
Me tome dos dias de tiempo.
Despues tome otros porque todavia no me sentia listo para recomenzar. Y despues otros mas, porque habia salido demasiadas veces y regresado demasiado tarde por la noche, y de dia debia recuperar el sueno.
Luego, simplemente, deje de pensar en eso.
Ademas, desde hacia algunas semanas, habia empezado a estudiar una materia nueva.
6
Una noche, mientras estabamos en el coche fumando y charlando de cosas sin importancia, pedi a Francesco que me ensenara alguno de sus trucos. Lo dije por decir, como se dicen tantas cosas que despues no llegan a ninguna parte. Es cierto que la idea de poder hacer con las cartas lo que el hacia me gustaba, pero no pense que iba a tomar mi peticion en serio.
En cambio la tomo muy en serio.
– ?Estas seguro de querer aprender? -Me pillo de improviso. Hacia siempre algo distinto de lo que cabia esperar. Yo decia algo serio y el se lo tomaba como una broma. Y yo me sentia incomodo y empezaba a pensar que, en el fondo, tal vez no fuera tan serio. Tal vez.
O cuando decia algo gracioso, una ocurrencia o cualquier otra cosa. El no reia y me miraba con aire de asombro, casi de ofendido, en silencio. A veces me explicaba que aquel era un tema serio, acerca del cual no habia por que reirse o bromear. Y de nuevo me sentia incomodo o a disgusto y pensaba que probablemente tuviera razon y que una vez mas se me habia escapado algo.
Tenia esa capacidad de formular juicios rapidos e irrevocables, en los cuales sobrevolaba una nota de desprecio hacia quien no hubiese estado de acuerdo.
Todo eso lo entendi despues. En aquel entonces simplemente me parecia que el tenia mas instrumentos que yo para entender el mundo y las situaciones, para decidir como comportarse.
– Manipular las cartas, manipular los objetos, son cosas que van mucho mas alla del simple gesto de destreza. La verdadera habilidad del prestidigitador consiste en la capacidad de influir en las mentes. Y realizar un juego de prestidigitacion acertado significa crear una realidad. Una realidad alternativa donde tu eres quien establece las reglas. ?Lo entiendes?
– Creo que si. A mi me parece… -Me interrumpio. La respuesta, obviamente, no le interesaba.
– Si alguien dice que la vida no es una continua secuencia de manipulaciones, es un mentiroso o un imbecil. La verdadera diferencia no consiste en manipular o no. La diferencia esta entre manipular conscientemente y hacerlo inconscientemente. Piensa en un tipo casado hace poco tiempo. Una noche vuelve a casa y le dice a su mujer que le han invitado a un encuentro de viejos amigos, o a una partidita de poquer, para quedarnos en el tema. ?Le molesta si va? No, si el tiene ganas, dice ella despues de un breve titubeo, con una cara que expresa lo contrario de lo que ha dicho. Si no quieres me quedo en casa, replica el. No, no, ve si quieres, replica ella con palabras. Pero su cara dice: esta claro que yo no te importo, si quieres salir solo. El entonces esta incomodo porque recibe dos mensajes contradictorios y se pone nervioso. Insiste y repite que no es indispensable y que puede quedarse en casa; y ella insiste en decir, con palabras, que puede ir. Al fin, sintiendose culpable, el decide no salir. No podra acusarla de haberlo obligado, porque ella le ha dicho que, si queria, podia salir. No podra quejarse porque ha sido el quien decidio no salir. Y eso le hara sentir incomodo. Ella lo ha manipulado, pero ninguno de los dos lo sabe en el plano consciente.
Yo lo miraba: ?adonde queria llegar?
– Los juegos de prestidigitacion o hacer trampas en las cartas son una metafora de la realidad cotidiana, de las relaciones entre las personas. Hay alguien que dice cosas y al mismo tiempo actua. Lo que en verdad ocurre permanece escondido entre los pliegues de las palabras y sobre todo de los gestos. Y es distinto de lo que parece. Solo que el actor lo sabe y controla el proceso. La sustancia de las cosas, su verdad, es casi siempre diferente de lo que por norma general se percibe. Las cosas ocurren en lugares y momentos distintos de los que creemos, miramos o percibimos. Las verdaderas intenciones son distintas de las declaradas. Por ejemplo, intenta averiguar acerca de los verdaderos moviles que inducen a las personas a realizar las asi llamadas buenas acciones. Lo que descubriras no va a gustarte. La verdad es dificil de soportar y es para pocos.
Intente interrumpirle y decir algo. Fue inutil. El debia completar el concepto con lo que mas le interesaba.
– Fijate por ejemplo en el poquer. Hay quien se sienta a la mesa porque quiere perjudicar a alguien. La maldad es un requisito indispensable. El jugador mediocre se sienta a la mesa esperando que la suerte sea buena con el y mala con sus adversarios. Imagina que a este hipotetico jugador mediocre se le presenta alguno -un angel o un demonio- antes de una partida, y le dice que sabe como hacerle ganar una cantidad de dinero increible en esa partida. A cambio quiere la mitad de las ganancias. Nuestro jugador pregunta como puede ser posible y aquel le dice que no se preocupe. Solo debe decidirse por si o por no. Si es si, debera comprometerse a entregar la mitad de lo que gane en esa partida. Y basta.
»?Que crees que hara nuestro hipotetico jugador? ?Piensas que se negara argumentando que saber con anticipacion que ganara constituye una violacion de la etica del juego del poquer? ?Piensas que alguien rechazara una propuesta semejante?
Tome los cigarrillos y encendi uno. Francesco me lo quito despues de la primera calada y se lo quedo. Encendi otro mientras el volvia a hablar.
– Nuestro jugador aceptara. Y le gustara sentarse a la mesa sabiendo que el destino ya esta de su parte y disfrutara de cada momento de esa partida. Lo unico que le fastidiara un poco sera compartir ese dinero al final.