– Usted dice que no fue a Monopoli aquella tarde. ?Es capaz de explicar entonces por que motivo el senor Renna -el propietario del bar Maracaibo- ?declara que le vio pasar por delante de su bar precisamente aquella tarde, alrededor de las 18.00? ?Usted cree que el senor Renna no ha dicho la verdad? ?Piensa que Renna siente, por algun motivo, animadversion hacia usted?
– No lo se. Yo creo que el se equivoca. Tal vez se confunde de dia. Quiza viera a alguien que se parecia a mi. No lo se. Yo no fui a Capitolo aquel dia.
– No me ha dicho si piensa que Renna siente, por algun motivo, animadversion hacia usted.
– No comprendo. ?Que significa
– Segun usted, ?Renna le acusa falsamente porque quiere hacerle dano? ?Esta enfadado con usted?
Estaba a punto de protestar, pero Abdou contesto antes, y contesto bien.
– Yo no he dicho eso. No he dicho que me acuse
– ?Usted, en los dias posteriores al 5 de agosto, llevo a lavar su coche?
– Si, despues del viaje a Napoles. Lleve a lavar el coche uno de aquellos dias.
– ?Por que?
– Porque estaba sucio.
Me parecio captar un ligero amago de sonrisa en los labios de algunos miembros del jurado. Permanecieron decididamente serios el presidente, el juez adjunto, la senora guapetona que parecia embalsamada y el anciano con aspecto de militar jubilado. Yo permaneci muy serio. Tambien Cervellati, que continuo su interrogatorio todavia algunos minutos, le pregunto a Abdou sobre la fotografia con el nino y algunas cosas mas.
La acusacion particular hizo alguna pregunta, para demostrar que estaba alli, y luego el presidente me dijo que podia empezar.
– ?Senor Thiam, puede decirnos que trabajo hacia en Senegal?
– Soy maestro de escuela primaria.
– ?Cuantas lenguas habla?
– Hablo
– ?Por que ha venido a nuestro pais?
– Porque en mi pais no lograba ver futuro.
– ?Es usted un sin papeles?
– No, tengo permiso de residencia y tambien licencia de venta ambulante. Pero vendia cosas falsificadas. Esto era lo que hacia.
– ?Desde hace cuanto tiempo conocia al pequeno Francesco, Ciccio?
– Le conoci el verano pasado… no, quiero decir el verano anterior… en 1998.
– ?Por que tenia aquella foto del nino?
– Me la regalo el… yo y el nino eramos amigos. Hablabamos a menudo…
– ?Cuando se la regalo?
– El verano pasado, en julio. El nino dijo que si iba a regresar a Africa podia llevarme aquella foto como recuerdo. Yo le dije que no tenia que regresar a Africa, pero el me la dio igualmente.
– ?Cuando se hizo la foto?
– El mismo dia que me la dio. Estaba el abuelo del nino, que tenia una camara polaroid, y hacia fotos. El nino cogio una y me la dio.
– Ahora querria pasar a otra cosa. Veo que usted habla muy bien italiano. Asi que le querria preguntar una cosa. ?Puede decirnos lo que significa la frase
– No se lo que significa esta frase.
– Es extrano, senor Thiam, es una frase que parece que usted pronuncio durante su interrogatorio ante el fiscal. ?Quiere leerlo? Me acerque a Abdou ensenandole mi copia del acta. Esperaba que el fiscal objetase algo, pero permanecio en su sitio, sin decir nada.
Abdou miro el acta, como le habia dicho que hiciera el viernes anterior, en la carcel. Luego movio la cabeza.
– No se lo que significa.
– Perdoneme, senor Thiam, ?usted no dijo que renunciaba a los terminos de la comparecencia y del interrogatorio?
– No se lo que son estos terminos.
– De acuerdo, quiza no lo recuerda, porque usted firmo esta acta.
Tenia que detenerme ahora. El mensaje, me parecia, habia llegado a donde tenia que llegar. El acta del interrogatorio de Abdou habia sido redactada con bastante desenvoltura y ahora el tribunal lo sabia. Podia cambiar de argumento y pasar al punto decisivo.
– Usted ha dicho que el 5 de agosto fue a Napoles y que no hay testigos que puedan confirmar esta circunstancia. ?Es asi?
– Si.
– ?Tiene usted un telefono movil?
– Lo tenia. Cuando me detuvieron me requisaron tambien el movil.
– Cierto, asi se desprende del acta que esta en el informe. Cuando usted fue a Napoles, ?llevaba consigo este movil?
– Si.
– ?Recuerda si aquel dia hizo o recibio llamadas?
– Creo que si. No lo recuerdo con precision, pero creo que si.
– ?Puede decirnos cual era el numero de ese telefono movil?
– Si. El numero era 0339-7134964.
– He terminado, presidente, gracias.
El fiscal no tenia mas preguntas y pidio que se incluyera el acta en el contrainterrogatorio. Yo no puse objeciones. El presidente dijo que, tras una pausa de media hora, tendriamos que formular las eventuales peticiones de pruebas complementarias. El tribunal decidiria si las aceptaba o las rechazaba y luego acordariamos las siguientes fechas.
Pense que realmente necesitaba un cafe y un cigarrillo.
13
En el bar de los juzgados habia unas mesitas de cafeteria estilo anos 70. Pedi el cafe en la barra y fui a sentarme a una de aquellas mesitas, solo y con la intencion de pasar media hora sin pensar en nada y sin hablar con nadie.
Encendi un cigarrillo y me quede observando a la gente que entraba y salia del bar. Tranquilo.
Estaba alli cuando llego una senora morena, elegante, enjoyada y con el aire de quien pasa mucho tiempo entre gimnasios y salones de belleza. Se estaba dirigiendo a la barra cuando me vio y se detuvo. Miraba hacia mi con un amago de sonrisa en los labios y con el aire de quien espera alguna senal de respuesta. Me gire a derecha y a izquierda, para comprobar si se estaba dirigiendo precisamente a mi. Detras no podia, porque estaba contra la pared. Pero en las mesitas solo estaba yo, asi que me estaba mirando precisamente a mi.
En vista de mi comportamiento, se acerco mas. Su expresion ahora habia cambiado ligeramente. Imagino que pensaba que yo era o muy miope o muy bobo.
– ?No me reconoces? -dijo finalmente.
Alargue ligeramente el cuello hacia ella, y una sonrisa ridicula se dibujo en mi rostro mientras intentaba decir alguna cosa. Luego la reconoci.
Hacia quince anos, o quiza mas. Apenas me habia licenciado. No me acuerdo de lo que hacia en aquella epoca, pero realmente era muy distinta. Quiza se estaba licenciando en medicina, o tal vez la confundia con