— En estas condiciones, manana mismo. Yo mismo pasare a recogerle, en coche. Una vez en Brest, escribire al rey que sus ordenes han sido obedecidas.

Sin soltar las manos de Francois, que ahora aferraban las suyas, Sylvie se puso en pie.

— Le vere antes que vos. En cuanto Philippe se marche, volvere a Fontainebleau.

Los dos caminaban ahora lado a lado, con pasos lentos. Con un gesto natural que hizo estremecer a Francois, Sylvie deslizo su mano bajo el brazo de el, y el coloco de inmediato la otra mano sobre la de ella. Durante unos minutos demasiado breves, saborearon el instante infinitamente dulce que les unia en un amor mucho mas grande que ellos, que era la sublimacion del que no habian vivido nunca, porque se vieron unidos en parentesco sin haber formado nunca una pareja.

— Cuidareis de el, ?verdad? -pregunto ella con una vocecita tan triste que Francois hubo de luchar con el deseo de estrecharla entre sus brazos. Le parecio que corria el riesgo de estropearlo todo, y se contento con apretar con suavidad los delicados dedos.

— Vivira siempre a mi lado…

— ? Ah, lo olvidaba! Esta tambien el abate de Resigny, su preceptor. Se muere de miedo al pensar en navegar, pero no quiere apartarse de su alumno. Ya estaba dispuesto a acompanarle al colegio para preservarle de las amistades peligrosas. De modo que entre marinos…

Beaufort no pudo evitar echarse a reir, y eso les hizo bien a ambos.

— Tengo ya un capellan, pero si vuestro abate sabe jugar al ajedrez sera bienvenido. Y si no sabe, le ensenaran.

Se detuvieron en la puerta de la casa. Con un gesto lleno de ternura, Francois coloco el capuchon de terciopelo en torno al rostro de Sylvie.

— ?Id en paz, corazon mio! Sabeis muy bien que, sin conocerlo, siempre he querido a nuestro pequeno Philippe. Os prometo que sera feliz. Manana ire a buscarle…

Ella se alzo sobre la punta de los pies para posar, en la mejilla bien afeitada, un beso ligero y perfumado como el petalo de una flor.

— ?Que Dios os bendiga y os guarde!

Una hora despues de la marcha de su hijo, Sylvie regreso a Fontainebleau, y aquella misma tarde fue recibida por el rey a la vuelta de su paseo. En efecto, Luis XIV tenia prisa por conocer noticias de aquel asunto que habia empezado en su gabinete. Aprobo la actuacion de Beaufort y, aunque habian sido adoptadas sin su permiso, aprobo tambien las medidas tomadas para la seguridad del joven Fontsomme. Se contento con observar:

— ?No temeis, al confiar vuestro hijo al duque de Beaufort, dar pabulo… a ciertos rumores?

Sin vacilar, Sylvie le miro directamente a los ojos.

— Se actue como se actue, Sire, siempre se da que hablar; y por esa misma razon, me atrevo a pedir al rey que tenga a bien guardar en secreto esa marcha… debido a esto.

Tendio al monarca la carta amenazadora recibida al dia siguiente del rescate de Philippe. Luis XIV la tomo, la leyo, fruncio el entrecejo y luego coloco el papel sobre su mesa de despacho y lo sujeto con la mano, manifestando asi su intencion de guardarlo.

— Teneis mi palabra, duquesa. Se hara segun vuestro deseo, que encuentro muy legitimo. Pero no por ello dejaremos de buscar a ese hombre. En cuanto a mi primo Beaufort, espero que sabra mostrarse digno de vuestra confianza. Ahora, id a ver a la reina. Su embarazo le resulta incomodo y os reclama.

La reverencia extendio en toda su amplitud el vestido de raso gris sobre la alfombra real. Madame de Fontsomme se llevo consigo una sensacion curiosa, a pesar de la bondad mostrada por el rey: cuando pronunciaba el nombre de Beaufort, sus labios se contraian de una forma particular. ?Se deberia a que no habia olvidado lo sucedido durante la Fronda, ni perdonado a pesar de las apariencias? Tal vez despues de todo ese mando en la marina que habia hecho tan feliz a Francois no era sino un medio para apartarlo de la corte y de la persona del rey.

Mientras, en la casa de la Rue des Petits-Champs que era el domicilio parisino de Colbert, tenia lugar una escena que Sylvie habria considerado llena de interes: el ministro, visiblemente encolerizado, abroncaba a un Fulgent de Saint-Remy visiblemente incomodo.

— ?Habeis cometido una tonteria detras de otra! El rapto del joven duque fue prematuro y solo ha servido para atraer la colera del rey.

— Necesito dinero y vos me habeis dado muy poco -se lamento el culpable-. De haber salido bien las cosas, habria devuelto al nino y me habria embolsado cincuenta mil libras…

— ?Que tendriais que compartir con vuestra complice! Voy a daros algo, pero teneis que desaparecer todo el tiempo que sea preciso.

— ?Debo seguir a Beaufort a Bretana?

— ?Por supuesto que no! Ahora os conoce, y tiene buena vista. Ademas esa fruta aun no esta madura, y no tengo poder suficiente para montar un gran escandalo que le haga desaparecer. Ya veremos, cuando Fouquet haya sido Condenado y ejecutado. Entonces sera preciso eliminar a todos sus buenos amigos, que no me perdonaran haber causado su perdida. Mientras tanto hay que guardar silencio y dejar a la duquesa disfrutar en paz de lo que considera una victoria. Por otra parte, esta demasiado bien vista en la corte, en los ultimos tiempos…

— Me tratais muy mal, senor ministro -gruno Saint-Remy-. Como si yo no tuviera ningun derecho. Sin embargo, la promesa de matrimonio que obra en mi poder es muy real.

— Seguira siendolo cuando llegue el momento de ensenarla. Por el momento, quiero que imiteis a Madame de La Baziniere y salgais de Paris.

— ?Para ir adonde?

— ?Por que no a la Provenza? -sugirio Colbert, que tomo de un armario una bolsa bastante abultada y la tendio a su visitante-. Podriais serme util alli. El gobernador es el duque de Mercoeur, el hermano mayor de Beaufort, viudo de una sobrina de Mazarino. Puedo daros una recomendacion para el. Tiene buen caracter y podriais intentar ganaros su confianza. Los Vendome son una familia muy unida y tal vez os entereis de cosas interesantes. Pero no hagais nada, ?me ois bien?, nada, sin mi permiso. ?Si no, os abandonare a vuestra suerte!

— Obedecere, pero… ?tendre que esperar mucho tiempo? ?Ya no soy joven!

— Lo que sea necesario. El tiempo trabaja a mi favor. Cuando sea todopoderoso hare grandes cosas para el reino, pero tambien me vengare uno a uno de todos mis enemigos. ?Tened paciencia si quereis ser un dia duque de Fontsomme! ?Tal vez llegueis incluso a casaros con la viuda de vuestro hermanastro!

Y Colbert se echo a reir.

SEGUNDA PARTE

El odio de un rey 1664

7. Un extrano nacimiento

Cuando en los ultimos dias de octubre la corte abandono Fontainebleau para pasar el invierno en el Louvre, Sylvie de Fontsomme suspiro aliviada. Desde la primavera anterior habia pasado del Louvre a Vincennes, a Saint-Germain, a Compiegne y finalmente a Fontainebleau, con un intermedio en mayo en Versalles, donde Luis

Вы читаете El Prisionero Enmascarado
Добавить отзыв
ВСЕ ОТЗЫВЫ О КНИГЕ В ИЗБРАННОЕ

0

Вы можете отметить интересные вам фрагменты текста, которые будут доступны по уникальной ссылке в адресной строке браузера.

Отметить Добавить цитату